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París y Berlín celebran 50 años de amistad con la UE en el ojo de la tormenta

En la conmemoración, enlodada por la profanación de tumbas de soldados alemanes, Merkel y Hollande transmitieron su mensaje común: hay que perpetuar la amistad entre ambos países, por el bien de toda Europa.

Radio Nederland

  Domingo 8 de julio 2012 10:07 hrs. 
merkel

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El presidente francés, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, celebran este domingo los 50 años de la reconciliación franco-alemana en Reims (este de Francia) mientras la Unión Europea (UE) enfrenta una grave crisis que afecta a las relaciones de los motores históricos de la construcción europea.

Este momento de gran simbolismo debe ser “la ocasión de reforzar la fuerza de la amistad franco-alemana y de conmemorar un acontecimiento que marcó la memoria colectiva de nuestros dos pueblos y de Europa”, explicó la presidencia francesa.

El encuentro se ve ensombrecido por dos acontecimientos diferentes: la profanación de 40 tumbas de soldados alemanes de la Primera Guerra Mundial en un cementerio militar del este de Francia y una turbulenta cumbre de la Unión Europea en Bruselas el 28 y 29 de junio.

En esta última ocasión, Hollande quiso salir del tradicional frente a frente franco-alemán apoyando las reivindicaciones de Italia y España frente a la canciller Angela Merkel.

El sábado, el presidente francés confirmó esta opción afirmando en una entrevista con el periódico regional L’Union que la relación franco-alemana no debería ser “un directorio” que retire poder de decisión a los otros socios europeos.

Hollande y Merkel hablan delante de la catedral de Reims, una ciudad símbolo de las dos guerras mundiales en donde el general Charles de Gaulle y el canciller Konrad Adenauer sellaron la reconciliación franco-alemana el 8 de julio de 1962.

Reims fue ocupada por los prusianos en 1870, devastada por los bombardeos de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y fue allí en donde el Tercer Reich alemán firmó la capitulación en mayo de 1945. La ciudad fue escogida por el general de Gaulle para recibir al primer canciller federal de las posguerra.

Hace 50 años esos dos hombres de Estado “osaron tener una nueva salida extraordinaria que condujo al nivel internacional a una de las amistades más importantes, la amistad franco-alemana”, subrayó Merkel el sábado en un mensaje de vídeo semanal publicado en su página internet.

Los dos dirigentes compartirán un almuerzo pero no habrá una minicumbre como se señaló en un momento, pues la agenda de la canciller no lo permite. Merkel partirá de esa ciudad a primeras horas de la tarde.

En Francia, la oposición multiplicó estas últimas semanas las críticas hacia el nuevo poder socialista, acusado de haber degradado en unas semanas la calidad de las relaciones franco-alemanas.

Durante la campaña presidencial, Hollande no fue recibido por Merkel, quien le cerró la puerta por su oposición al tratado fiscal europeo. Una vez elegido, para hacer aceptar el pacto de crecimiento, Hollande buscó esquivar la posición de Merkel apoyándose en el italiano Mario Monti y en la oposición socialdemócrata alemana.

Por su parte, la canciller advirtió en junio que Berlín no podía estar satisfecho con “soluciones fáciles”, con “la mediocridad” como recetas para la crisis, haciendo referencia de manera indirecta al nuevo poder francés.

Este domingo marca el comienzo de una serie de manifestaciones organizadas por los 50 años de la firma del Tratado del Elíseo (sede de la presidencia francesa), el 22 de enero de 1963, entre el general de Gaulle y Konrad Adenauer. El tratado fijaba los objetivos de la cooperación bilateral y marcaba la reconciliación entre Francia y Alemania después de la Segunda Guerra Mundial.

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