Diario y Radio Universidad Chile

Año XVI, 29 de marzo de 2024


Escritorio

Vivienda social: De Escuela Militar a Bajos de Mena

Columna de opinión por Julio Hurtado
Martes 10 de julio 2012 15:12 hrs.


Compartir en

La población San Luis fue construida en el año 1972, en los alrededores de la Escuela Militar. Fue una obra de la Corporación de la Vivienda (CORVI) y estaba destinada a sectores de bajos ingresos, principalmente obreros. Fue un conjunto de viviendas modestas, pero de buena calidad y sobre todo, ubicadas en un lugar privilegiado de la ciudad, en el corazón de la comuna de las Condes.

Estas características son comunes en las viviendas sociales construidas por el Estado a partir de los años 40 y 50 del siglo XX. Es decir, a través de las políticas de vivienda, no tan solo se otorgaba una casa o un departamento a los sectores populares, sino que además se pensaba en la ciudad y en la sociedad. Es cierto que la ciudad era más pobre, más pequeña, mas melancólica, pero era de todos.

Se debe agregar que en comunas privilegiadas de nuestra ciudad (Las Condes, Ñuñoa, La Reina, etc.) a esta política “formal” (promovida por el Estado) se le agregaron experiencias “informales”. Nos referimos a “tomas” cerca del Club de Polo, de la avenida Kennedy etc. Estas iniciativas formales e informales compartían el privilegio de estar situadas en buenos lugares de la ciudad.

Respecto a la población San Luis, en 1976 el Ejercito desalojó a casi la totalidad de las más de mil familias, que fueron remplazadas por personal militar. Solo un centenar de las familias originales permanecieron en sus departamentos. Posteriormente, en 1996 los militares vendieron estos departamentos a una inmobiliaria, lugar donde se ha construido un elegante centro financiero. Cabe mencionar que la parte de los pobladores que se quedaron en el lugar hoy es objeto de millonarias ofertas de empresas inmobiliarias. Mientras que los propietarios de las nuevas políticas de vivienda, localizadas en la periferia de la ciudad, tienen precios tendientes a cero.

Posteriormente, la política habitacional, diseñada durante la dictadura y ejecutada con leves modificaciones durante los gobiernos de la Concertación, privilegió la cuantía de soluciones ofrecidas (por sobre la calidad, el equipamiento y la localización), debido a lo cual optaron por terrenos de menor valor en la periferia, creando verdaderos depósitos de pobres. He ahí la explicación de “fenómenos sociales” como El Volcán y los Bajos de Mena.

Los Bajos de Mena está compuesto por 49 villas, con 18 mil departamentos en blocks donde viven 120 mil personas. Sin plazas, sin consultorios, sin escuelas, sin servicios. Lejos del centro económico, de los servicios y de las fuentes de trabajo de la ciudad

Es decir, pese a estar dentro de la ciudad, habitan en la no ciudad. Lo desesperante e intolerable de este fenómeno es que es producto de una política pública. Fenómeno que nos convierte en una ciudad con altos niveles de segregación física y que incluso, hace peligrar la viabilidad del modelo de desarrollo urbano y social de nuestro país.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.