En un 30, 7 por ciento aumentaron los femicidios en Chile durante el primer semestre de 2012 en comparación con el año pasado, lo que se traduce en 17 asesinatos de mujeres hasta la fecha, de acuerdo a las cifras oficiales entregadas por el Gobierno.
Según un estudio realizado por la ONG Activa y la Universidad Pedro de Valdivia las regiones que concentraron la mayor tasa de femicidios durante los primeros seis meses del año, fueron la Región Metropolitana con un 29, 4 por ciento y la Región de Valparaíso con un 17, 6 por ciento.
La investigación además reveló que las principales causas de la violencia contra la mujer serían los celos y el deseo de venganza, donde se refleja una preocupante alza del número de víctimas jóvenes, además de una creciente incapacidad en las parejas de abordar sus conflictos en un marco de diálogo y respeto mutuo.
No obstante, Soledad Rojas, coordinadora de la Red Chilena Contra la Violencia Sexual y Doméstica, afirmó que las cifras son mayores y que el aumento de la tasa alcanza el 47 por ciento, debido a “hay una vasta gama de femicidios que quedan invisibilizados en las cifras oficiales, porque la ley es parcial, no considera todos los asesinatos de mujeres debido a su condición de género”, indicó.
En diciembre de 2010 se promulgó la ley que tipificó el femicidio, buscando disminuir la violencia intrafamiliar, y el año pasado, la ministra del Servicio Nacional de la Mujer, Carolina Schmidt celebraba la reducción de estos homicidios en un 50 por ciento.
Para Rojas, el Sernam no actuó con rigurosidad frente a estas cifras, ya que “tú no puede decir de un año a otro, porque haya dos o cuatro femicidios menos, que ha disminuido el femicidio, necesitaríamos un tiempo mucho más largo para hacer una estimación real”, dijo.
De acuerdo a la Red Chilena Contra la Violencia Sexual y Doméstica el aumento actual de los homicidios contra mujeres “echan por tierra todas esas cuentas que ella sacó muy alegremente con el propósito de sacar algún tipo de dividendo político, diciendo que producto de las políticas de su Gobierno había disminuido el femicidio”, aseguró.
Por su parte, Gloria Requena de la ONG Activa, prefiere hablar de políticas públicas equivocadas, que, por ejemplo, tuvieron su expresión en la muy comentada publicidad “Maricón es el que agrede a una mujer”, que buscó “combatir violencia a través de la misma violencia y no a través de la prevención como debiera ser”.
A juicio de Requena, para lograr una disminución real de las tasas de femicidio y violencia intrafamiliar en nuestro país, se debe empezar por modificar ciertos vacíos de la actual legislación, mejorar las medidas cautelares, incorporar sujetos que no están en la ley como la figura de los pololos y fortalecer las acciones de prevención, aclarando, en primer lugar qué es lo que entendemos y dónde parte la violencia hacia la mujer.
En un 30, 7 por ciento aumentaron los femicidios en Chile durante el primer semestre de 2012 en comparación con el año pasado, lo que se traduce en 17 asesinatos de mujeres hasta la fecha, de acuerdo a las cifras oficiales entregadas por el Gobierno.
Según un estudio realizado por la ONG Activa y la Universidad Pedro de Valdivia las regiones que concentraron la mayor tasa de femicidios durante los primeros seis meses del año, fueron la Región Metropolitana con un 29, 4 por ciento y la Región de Valparaíso con un 17, 6 por ciento.
La investigación además reveló que las principales causas de la violencia contra la mujer serían los celos y el deseo de venganza, donde se refleja una preocupante alza del número de víctimas jóvenes, además de una creciente incapacidad en las parejas de abordar sus conflictos en un marco de diálogo y respeto mutuo.
No obstante, Soledad Rojas, coordinadora de la Red Chilena Contra la Violencia Sexual y Doméstica, afirmó que las cifras son mayores y que el aumento de la tasa alcanza el 47 por ciento, debido a “hay una vasta gama de femicidios que quedan invisibilizados en las cifras oficiales, porque la ley es parcial, no considera todos los asesinatos de mujeres debido a su condición de género”, indicó.
En diciembre de 2010 se promulgó la ley que tipificó el femicidio, buscando disminuir la violencia intrafamiliar, y el año pasado, la ministra del Servicio Nacional de la Mujer, Carolina Schmidt celebraba la reducción de estos homicidios en un 50 por ciento.
Para Rojas, el Sernam no actuó con rigurosidad frente a estas cifras, ya que “tú no puede decir de un año a otro, porque haya dos o cuatro femicidios menos, que ha disminuido el femicidio, necesitaríamos un tiempo mucho más largo para hacer una estimación real”, dijo.
De acuerdo a la Red Chilena Contra la Violencia Sexual y Doméstica el aumento actual de los homicidios contra mujeres “echan por tierra todas esas cuentas que ella sacó muy alegremente con el propósito de sacar algún tipo de dividendo político, diciendo que producto de las políticas de su Gobierno había disminuido el femicidio”, aseguró.
Por su parte, Gloria Requena de la ONG Activa, prefiere hablar de políticas públicas equivocadas, que, por ejemplo, tuvieron su expresión en la muy comentada publicidad “Maricón es el que agrede a una mujer”, que buscó “combatir violencia a través de la misma violencia y no a través de la prevención como debiera ser”.
A juicio de Requena, para lograr una disminución real de las tasas de femicidio y violencia intrafamiliar en nuestro país, se debe empezar por modificar ciertos vacíos de la actual legislación, mejorar las medidas cautelares, incorporar sujetos que no están en la ley como la figura de los pololos y fortalecer las acciones de prevención, aclarando, en primer lugar qué es lo que entendemos y dónde parte la violencia hacia la mujer.
En un 30, 7 por ciento aumentaron los femicidios en Chile durante el primer semestre de 2012 en comparación con el año pasado, lo que se traduce en 17 asesinatos de mujeres hasta la fecha, de acuerdo a las cifras oficiales entregadas por el Gobierno.
Según un estudio realizado por la ONG Activa y la Universidad Pedro de Valdivia las regiones que concentraron la mayor tasa de femicidios durante los primeros seis meses del año, fueron la Región Metropolitana con un 29, 4 por ciento y la Región de Valparaíso con un 17, 6 por ciento.
La investigación además reveló que las principales causas de la violencia contra la mujer serían los celos y el deseo de venganza, donde se refleja una preocupante alza del número de víctimas jóvenes, además de una creciente incapacidad en las parejas de abordar sus conflictos en un marco de diálogo y respeto mutuo.
No obstante, Soledad Rojas, coordinadora de la Red Chilena Contra la Violencia Sexual y Doméstica, afirmó que las cifras son mayores y que el aumento de la tasa alcanza el 47 por ciento, debido a “hay una vasta gama de femicidios que quedan invisibilizados en las cifras oficiales, porque la ley es parcial, no considera todos los asesinatos de mujeres debido a su condición de género”, indicó.
En diciembre de 2010 se promulgó la ley que tipificó el femicidio, buscando disminuir la violencia intrafamiliar, y el año pasado, la ministra del Servicio Nacional de la Mujer, Carolina Schmidt celebraba la reducción de estos homicidios en un 50 por ciento.
Para Rojas, el Sernam no actuó con rigurosidad frente a estas cifras, ya que “tú no puede decir de un año a otro, porque haya dos o cuatro femicidios menos, que ha disminuido el femicidio, necesitaríamos un tiempo mucho más largo para hacer una estimación real”, dijo.
De acuerdo a la Red Chilena Contra la Violencia Sexual y Doméstica el aumento actual de los homicidios contra mujeres “echan por tierra todas esas cuentas que ella sacó muy alegremente con el propósito de sacar algún tipo de dividendo político, diciendo que producto de las políticas de su Gobierno había disminuido el femicidio”, aseguró.
Por su parte, Gloria Requena de la ONG Activa, prefiere hablar de políticas públicas equivocadas, que, por ejemplo, tuvieron su expresión en la muy comentada publicidad “Maricón es el que agrede a una mujer”, que buscó “combatir violencia a través de la misma violencia y no a través de la prevención como debiera ser”.
A juicio de Requena, para lograr una disminución real de las tasas de femicidio y violencia intrafamiliar en nuestro país, se debe empezar por modificar ciertos vacíos de la actual legislación, mejorar las medidas cautelares, incorporar sujetos que no están en la ley como la figura de los pololos y fortalecer las acciones de prevención, aclarando, en primer lugar qué es lo que entendemos y dónde parte la violencia hacia la mujer.
