Diario y Radio Universidad Chile

Año XVI, 16 de abril de 2024


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Ley de Pesca, del Salario Mínimo y un Parlamento que habla mucho y hace poco


Jueves 12 de julio 2012 10:26 hrs.


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¿Sirven los poderes actuales para algo en su expresión pinochetista y al servicio de los magnates?

La noticia “Millares de pescadores artesanales bloquean ruta a Constitución en rechazo a Ley de Pesca” en  Radio Universidad de Chile nos hace una zancadilla en nuestra “rutina” de hacer el desentendido.

Mirar que pasa con la Ley de la Pesca, Salario Mínimo y derechos laborales o de los pueblos indígenas… y todo eso que manosean ministros, parlamentarios y los magnates en forma humillante la calidad de vida de trabajadores y de nuestro pueblo: ¡Como no se  va a indignar el pueblo y faltarles, en forma recíproca, muy, pero muy poco respeto!  Los pocos parlamentarios que luchan por cambios deben reconocer  que el parlamento no es digno ni cambia nada de modo significativo en dirección de libertades y de ética social. Eso es la caída continua de la equidad en el país, una de las peores en el mundo. El ministro Longueira y compañía han mostrado que se confirma el regalito de un bien nacional, el mar y la pesca a unos pocos magnates que controla esa riqueza. Regalito iniciado y por 10 años por el gobierno Lagos a ese mismo grupo de privilegiados. Esta confirmación de la Ley de Pesca la hace con un Congreso incluido, que, dicho sea de paso, son muchos elegidos solo si el Sector Pesca, que controla hasta quienes serán elegidos, por cuatro grupos de magnates que destruyen el medio ambiente y maltratan a los trabajadores.

Entretanto, en lo que refiere a un salario mínimo (pero bien mínimo como nos lo muestran, entre 193 o 200 mil pesos!!!) el gobierno y Estado (y gobiernos anteriores también) juegan mintiendo sobre el número de cesantes (es decir disminuye la cantidad de modo arbitrario los afectados por la pobreza) y también sobre lo que es a línea de la pobreza. Y, finalmente, sobre lo que es desarrollo (que lo amoldan a las ganancias de los magnates).

Los derechos humanos requieren poder tener un acceso real y garantizado a lo que esos derechos implican. Salud, educación, capacidad de reunirse y protestar por sus derechos, que todos los habitantes de este país sean reconocidos todos los chilenos como personas con derechos propios, no solo porque se les entrega un Carnet de Identidad que más sirve para controlar y reprimir. El salario si no es ético ni digno, entonces es una inmoralidad. Chile está en el centro de los culpables porque nunca reconoce ese derecho. Y esto debe ser reconocido: no se entiende que se apruebe la Ley de Pesca (o las de minas, de los megaproyectos, de las semillas genéticamente modificadas…) y se haga como que somos populares o populista cuando el salario mínimo es miserable. Por eso no se respetan los partidos: no consideran los derechos básicos y simplemente, gracias a la binominalidad, a la Constitución, pueden sobrevivir eternamente, si lo desean. Pero esto deberá cambiar” ser elegido debe responder a un programa que los votantes aceptan. No cumplirlo es poder sacarlo ya, sin jubilación, sin apelación. Como le pasa a cualquier mortal… pero nunca a los magnates que siempre caen parados en un lugar como nuestro paisito, gran reino del lucro garantizado.

Vale la pena visitar el sitio de ECOCEANOS y el sitio de la Fundación Sol que se ha dedicado a reconocer el verdadero valor y factores que determinan el salario. Su sitio tiene mucho que debemos saber para poder pensar en serio al respecto

Debemos insistir que los derechos humanos no son frases vacías ni palabras al aire sino realidades cumplibles. Que lo entiendan ministros y parlamentarios. Y también que es un derecho protestar por la vergüenza de la situación de inequidad a la que se somete a enormes sectores humanos pretendiendo “que estamos tan bien”, como dice el Presidente.

Vale la pena también, indignarse y desobedecer a este orden inmoral.