Una encuesta realizada por el Gobierno reveló que a un 64,5% de las personas que viven en edificios sociales “les gustaría dejar su vivienda”, por lo que el ministro Rodrigo Pérez manifestó que es necesario “diseñar y planificar bien los proyectos habitacionales, para evitar la generación de guetos”.
En esa línea, Jorge Larenas, director de Instituto de la Vivienda (INVI) de la Universidad de Chile, valoró la intervención propuesta por el Ejecutivo, señalando que “si bien no hay claridad del número de condominios a intervenir, es un proyecto destacable”, ya que no sólo dignifica la vivienda, sino que genera inclusión social.
“No hay claridad del volumen de condominios sociales que hay que intervenir, el ministerio está licitando un estudio para realizar el catastro de condominios sociales. Sin duda, intervenir constituye una iniciativa destacable. Implica recuperar y revalorizar los condominios, mejorar la calidad de vida de sus habitantes y visibilizarlos para el resto de la ciudad y sus habitantes, porque todos estos condominios pueden caer en la categoría de barrios estigmatizados. Intervenirlos puede ir en la mejora de esa imagen que hoy día ostentan”, explicó.
En tanto, Ricardo Abuauad, miembro de la Comisión de Inclusión Social de la Política Nacional de Desarrollo Urbano, aseguró que antes de cualquier determinación, es necesario escuchar a las personas que habitarán, para poder tomar medidas de remodelación.
El también director de la carrera de Arquitectura de la Universidad Diego Portales aseguró que existen comisiones que están trabajando con el ministerio de Vivienda para implementar planes eficientes: “Lo primero es ver qué observaciones va a hacer la Política. En principio, todas las estrategias que uno haga para mejorar la calidad de los conjuntos sociales son interesantes. Hay que esperar a ver cuáles son los resultados de las comisiones que están analizando la Política Nacional de Desarrollo Urbano. Esta es un gran movimiento que se está haciendo con participación de la vida profesional, las organizaciones sindicales, la vida académica, etc. para decidir asuntos fundamentales del urbanismo, territorio y transporte en Chile. Una de ellas justamente la inclusión social”, dijo.
Asimismo, Juan Gutierrez, coordinador y arquitecto de Jundep, recalcó que para realizar un buen proyecto habitacional debe haber una constante fiscalización a las obras: “Muchas de las fallas de construcción vienen de las políticas más antiguas en que no había el control de calidad que hay ahora. Hoy la exigencia es que se deben visitar dos veces por semanas y en las grandes obras hay un inspector de punto fijo, entonces lo que se está tratando de arreglar son problemas antiguos de construcción. Se va en la vía correcta en los planes de aseguramiento de la calidad que hoy existen en todos los programas”, indicó.
Un proyecto que se relaciona estrechamente con la calidad de vida de las personas, sobre todo de quienes optan por soluciones habitacionales fiscales.
En ese sentido, el proyecto de remodelación puede materializarse como un sólido instrumento para medir la pobreza en Chile, respecto de la nueva medición y de la señal que persigue el ministerio de Desarrollo Social.
Una encuesta realizada por el Gobierno reveló que a un 64,5% de las personas que viven en edificios sociales “les gustaría dejar su vivienda”, por lo que el ministro Rodrigo Pérez manifestó que es necesario “diseñar y planificar bien los proyectos habitacionales, para evitar la generación de guetos”.
En esa línea, Jorge Larenas, director de Instituto de la Vivienda (INVI) de la Universidad de Chile, valoró la intervención propuesta por el Ejecutivo, señalando que “si bien no hay claridad del número de condominios a intervenir, es un proyecto destacable”, ya que no sólo dignifica la vivienda, sino que genera inclusión social.
“No hay claridad del volumen de condominios sociales que hay que intervenir, el ministerio está licitando un estudio para realizar el catastro de condominios sociales. Sin duda, intervenir constituye una iniciativa destacable. Implica recuperar y revalorizar los condominios, mejorar la calidad de vida de sus habitantes y visibilizarlos para el resto de la ciudad y sus habitantes, porque todos estos condominios pueden caer en la categoría de barrios estigmatizados. Intervenirlos puede ir en la mejora de esa imagen que hoy día ostentan”, explicó.
En tanto, Ricardo Abuauad, miembro de la Comisión de Inclusión Social de la Política Nacional de Desarrollo Urbano, aseguró que antes de cualquier determinación, es necesario escuchar a las personas que habitarán, para poder tomar medidas de remodelación.
El también director de la carrera de Arquitectura de la Universidad Diego Portales aseguró que existen comisiones que están trabajando con el ministerio de Vivienda para implementar planes eficientes: “Lo primero es ver qué observaciones va a hacer la Política. En principio, todas las estrategias que uno haga para mejorar la calidad de los conjuntos sociales son interesantes. Hay que esperar a ver cuáles son los resultados de las comisiones que están analizando la Política Nacional de Desarrollo Urbano. Esta es un gran movimiento que se está haciendo con participación de la vida profesional, las organizaciones sindicales, la vida académica, etc. para decidir asuntos fundamentales del urbanismo, territorio y transporte en Chile. Una de ellas justamente la inclusión social”, dijo.
Asimismo, Juan Gutierrez, coordinador y arquitecto de Jundep, recalcó que para realizar un buen proyecto habitacional debe haber una constante fiscalización a las obras: “Muchas de las fallas de construcción vienen de las políticas más antiguas en que no había el control de calidad que hay ahora. Hoy la exigencia es que se deben visitar dos veces por semanas y en las grandes obras hay un inspector de punto fijo, entonces lo que se está tratando de arreglar son problemas antiguos de construcción. Se va en la vía correcta en los planes de aseguramiento de la calidad que hoy existen en todos los programas”, indicó.
Un proyecto que se relaciona estrechamente con la calidad de vida de las personas, sobre todo de quienes optan por soluciones habitacionales fiscales.
En ese sentido, el proyecto de remodelación puede materializarse como un sólido instrumento para medir la pobreza en Chile, respecto de la nueva medición y de la señal que persigue el ministerio de Desarrollo Social.
Una encuesta realizada por el Gobierno reveló que a un 64,5% de las personas que viven en edificios sociales “les gustaría dejar su vivienda”, por lo que el ministro Rodrigo Pérez manifestó que es necesario “diseñar y planificar bien los proyectos habitacionales, para evitar la generación de guetos”.
En esa línea, Jorge Larenas, director de Instituto de la Vivienda (INVI) de la Universidad de Chile, valoró la intervención propuesta por el Ejecutivo, señalando que “si bien no hay claridad del número de condominios a intervenir, es un proyecto destacable”, ya que no sólo dignifica la vivienda, sino que genera inclusión social.
“No hay claridad del volumen de condominios sociales que hay que intervenir, el ministerio está licitando un estudio para realizar el catastro de condominios sociales. Sin duda, intervenir constituye una iniciativa destacable. Implica recuperar y revalorizar los condominios, mejorar la calidad de vida de sus habitantes y visibilizarlos para el resto de la ciudad y sus habitantes, porque todos estos condominios pueden caer en la categoría de barrios estigmatizados. Intervenirlos puede ir en la mejora de esa imagen que hoy día ostentan”, explicó.
En tanto, Ricardo Abuauad, miembro de la Comisión de Inclusión Social de la Política Nacional de Desarrollo Urbano, aseguró que antes de cualquier determinación, es necesario escuchar a las personas que habitarán, para poder tomar medidas de remodelación.
El también director de la carrera de Arquitectura de la Universidad Diego Portales aseguró que existen comisiones que están trabajando con el ministerio de Vivienda para implementar planes eficientes: “Lo primero es ver qué observaciones va a hacer la Política. En principio, todas las estrategias que uno haga para mejorar la calidad de los conjuntos sociales son interesantes. Hay que esperar a ver cuáles son los resultados de las comisiones que están analizando la Política Nacional de Desarrollo Urbano. Esta es un gran movimiento que se está haciendo con participación de la vida profesional, las organizaciones sindicales, la vida académica, etc. para decidir asuntos fundamentales del urbanismo, territorio y transporte en Chile. Una de ellas justamente la inclusión social”, dijo.
Asimismo, Juan Gutierrez, coordinador y arquitecto de Jundep, recalcó que para realizar un buen proyecto habitacional debe haber una constante fiscalización a las obras: “Muchas de las fallas de construcción vienen de las políticas más antiguas en que no había el control de calidad que hay ahora. Hoy la exigencia es que se deben visitar dos veces por semanas y en las grandes obras hay un inspector de punto fijo, entonces lo que se está tratando de arreglar son problemas antiguos de construcción. Se va en la vía correcta en los planes de aseguramiento de la calidad que hoy existen en todos los programas”, indicó.
Un proyecto que se relaciona estrechamente con la calidad de vida de las personas, sobre todo de quienes optan por soluciones habitacionales fiscales.
En ese sentido, el proyecto de remodelación puede materializarse como un sólido instrumento para medir la pobreza en Chile, respecto de la nueva medición y de la señal que persigue el ministerio de Desarrollo Social.
