La denominada troika europea, formada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), junto a la Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo, visitan Grecia en la primera inspección de los ajustes para recuperarse de su crisis económica, donde la rebaja del salario mínimo surge como una medida que divide al Ejecutivo helénico.
Gremios de microempresarios apoyan la idea de recortar el sueldo base en un 5%, alcanzando los 585 euros, esto a pesar de una reciente disminución efectiva desde febrero. A esto se suma la baja en las pensiones que varía entre un 10 y 15%, medidas que se presume, serán presentadas a la troika por el presidente Andonis Samarás.
Esto ha generado tensión en el gabinete griego, encabezado por el abierto rechazo del ministro de Trabajo, Yanis Vrutsas, a la disminución del sueldo base. Estas medidas impopulares tuvieron efecto en las últimas elecciones, además de sucesivas renuncias de funcionarios de gobierno, al esbozar un plan de recuperación fiscal.
La denominada troika europea, formada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), junto a la Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo, visitan Grecia en la primera inspección de los ajustes para recuperarse de su crisis económica, donde la rebaja del salario mínimo surge como una medida que divide al Ejecutivo helénico.
Gremios de microempresarios apoyan la idea de recortar el sueldo base en un 5%, alcanzando los 585 euros, esto a pesar de una reciente disminución efectiva desde febrero. A esto se suma la baja en las pensiones que varía entre un 10 y 15%, medidas que se presume, serán presentadas a la troika por el presidente Andonis Samarás.
Esto ha generado tensión en el gabinete griego, encabezado por el abierto rechazo del ministro de Trabajo, Yanis Vrutsas, a la disminución del sueldo base. Estas medidas impopulares tuvieron efecto en las últimas elecciones, además de sucesivas renuncias de funcionarios de gobierno, al esbozar un plan de recuperación fiscal.
La denominada troika europea, formada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), junto a la Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo, visitan Grecia en la primera inspección de los ajustes para recuperarse de su crisis económica, donde la rebaja del salario mínimo surge como una medida que divide al Ejecutivo helénico.
Gremios de microempresarios apoyan la idea de recortar el sueldo base en un 5%, alcanzando los 585 euros, esto a pesar de una reciente disminución efectiva desde febrero. A esto se suma la baja en las pensiones que varía entre un 10 y 15%, medidas que se presume, serán presentadas a la troika por el presidente Andonis Samarás.
Esto ha generado tensión en el gabinete griego, encabezado por el abierto rechazo del ministro de Trabajo, Yanis Vrutsas, a la disminución del sueldo base. Estas medidas impopulares tuvieron efecto en las últimas elecciones, además de sucesivas renuncias de funcionarios de gobierno, al esbozar un plan de recuperación fiscal.
