Argentina puso fin al último rastro que quedaba del “corralito” bancario impuesto hace 10 años, al saldar este viernes la última cuota de 2.197 millones de dólares de bonos emitidos para compensar a los inversionistas afectados por las restricciones financieras impuestas después de la crisis de 2001.
“Terminamos de pagar el corralito. Sin deuda somos más libres”, dijo el ministerio de Economía en su sitio web, cuando el contador digital que desde hace días llevaba, hasta en segundos, la cuenta regresiva para el pago de los bonos Boden 2012 llegó a cero.
El pago de hoy fue inscrito por el Gobierno de Cristina Fernández como el cierre de un “ciclo histórico” de fuerte endeudamiento de Argentina que culminó con la debacle financiera de 2001, que incluyó las restricciones al retiro de depósitos bancarios, un cese de pagos por 102.000 millones de dólares y una caída abrupta en la actividad económica y el nivel de empleo.