Diario y Radio Universidad Chile

Año XVI, 16 de abril de 2024


Escritorio

Barrio Yungay al cubo: Delito, insensibilidad y lucha de clases

Columna de opinión por Julio Hurtado
Martes 7 de agosto 2012 17:55 hrs.


Compartir en

Nuestras ciudades son muy activas en la generación de hechos que muestran el desarrollo de la sociedad. En ese contexto, el barrio Yungay de Santiago ha aparecido profusamente en la prensa. Destacaremos tres de ellos.

En primer lugar, vemos que en el último año se han producido más de veinte incendios en añosas casonas del barrio Yungay. Tienen un patrón común: ocurren de noche, los fines de semana y afectan fundamentalmente a casas esquina.

Los vecinos tienen serias sospechas, ya que, además del patrón común señalado, el incendio es la fórmula perfecta que tienen los propietarios de esos inmuebles,- sujetos a restricciones por su carácter patrimonial-, para vender terrenos con fines inmobiliarios. Cabe recordar que el Barrio Yungay fue declarado zona típica en el año 2009, debido a lo cual se dificultó la demolición de inmuebles. Frente a estos sospechosos incendios (profusamente denunciados en sendos reportajes de La Segunda y El Mercurio) no hay procesados ni investigados.

Detrás de estos sospechosos incendios vemos la avaricia, el poco cariño por la ciudad, la gentrificación tercermundista, el deseo de expulsión de pobres, la falta de incentivos para mantener estas casas patrimoniales, la insoportable tendencia de la elite de alejarse de los diferentes (de los más pobres), y la franca inoperancia-cuando no corrupción- de las autoridades, que hacen vista gorda y hasta fomentan estos hechos.

Un segundo hecho relacionado con el Barrio Yungay, es la brutal demolición llevada adelante por el Municipio, de la ex escuela especial ubicada en la calle Erasmo Escala entre Libertad y Sotomayor. Se trata de una gran casa de tremenda belleza, sobriedad y antigua (debe ser una de las casas más antiguas del Barrio Yungay).

¿Qué busca el Alcalde y las autoridades de la comuna? Supongo que ellos no habitan en la comuna, y quienes, estoy seguro, no tienen ninguna sensibilidad frente a la ciudad, a la comuna y al barrio. ¿Qué pretenden las autoridades? ¿Autorizar otro horrible edificio en altura con departamentos minúsculos, incapaces de acoger a familias? ¿Contribuir de esa manera al deterioro del barrio, a través de un oscuro negocio inmobiliario?

Un tercer hecho relacionado con el Barrio Yungay es el conflicto que tienen los vecinos con el municipio por los arreglos inconsultos en la Plaza Yungay, lo cual fue demandado por la comunidad, provocando la detención de los trabajos y la interrupción del dialogo. Curiosa situación en un barrio en que existe una comunidad organizada y empoderada frente a la cual (¿por temor?) el Municipio no ha generado instancias de dialogo.

Resulta preocupante este hecho teniendo en cuanta que hace un par de años atrás, frente a un proyecto del Municipio para remodelar el Parque Forestal, gracias a la reacción de los vecinos, las autoridades comunales inmediatamente se abrieron a dialogar y a cambiar el proyecto.

¿Por qué estas reacciones tan distintas de parte de la misma Municipalidad? ¿Será por lo empigorotado de los vecinos del Parque Forestal? ¿Estaremos frente a una actitud discriminatoria?

Los anteriores son hechos preocupantes que afectan a la probidad de las autoridades y al bienestar de vecinos de uno de los lugares más hermosos de nuestra ciudad: el Barrio Yungay.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.