Mientras en Uruguay el proyecto de despenalización del consumo de marihuana y posterior control estatal de su producción, se envió a la comisión especial de drogas de la Cámara de Diputados, Argentina trabaja en un borrador, con tres cuartas partes del Parlamento a favor de descriminalizar la tenencia para su consumo de cualquier tipo de drogas, incluida la cocaína y la heroína.

En Chile, una semana va desde que Fulvio Rossi y Ricardo Lagos Weber ingresaron al Parlamento el proyecto de ley que modifica el artículo 50 de la Ley 20.000, sobre Tráfico Ilícito de Drogas.

No obstante, la medida propuesta ha generado reacciones adversas respecto de los efectos beneficiosos o nocivos que el tetrahidrocannabinol (THC) podría provocar en los ciudadanos.

La diputada UDI Mónica Zalaquett se refirió sobre el proyecto de ley desde su anuncio y junto a su par de bancada, Gustavo Hasbún, propusieron que todos los funcionarios públicos se deban hacer exámenes antidrogas, acusando la supuesta invalidez que causan las sustancias.

“Personalmente, soy contraria a cualquier instancia que fomente o impulse el uso de drogas que generan adicciones y de drogas como la marihuana, que no es la misma de hace 30 años. No van a contar con mi voto si es que esto llega a la Cámara de Diputados. Creo que hay que poner sobre la mesa todos los riesgos que se corren al tomar un camino como este, sobre todo entendiendo que esta es la puerta de entrada al consumo de drogas mayores”, explicó.

En tanto, Sergio Sánchez, asesor del Colegio Médico en materia de drogas, aclaró que “no existen estudios científicos que comprueben efectivamente que la marihuana sea la puerta de entrada a otras drogas”.

“De ser así, deberíamos suponer que el tabaco induce al consumo de marihuana, y está comprobado que existen muchas personas que sufren de tabaquismo sin haber consumido nunca la sustancia THC”, recalcó Sánchez.

El también profesor de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile precisó que “los efectos negativos se relacionan con la inhalación de la marihuana, y que en caso de despenalizarse, se podría controlar y orientar hacia nuevas vías de consumo, como por ejemplo la oral, que no genera daño alguno”.

“Existen estudios que muestran que el THC, que es el principio activo de la marihuana, es un agente beneficioso en un sinnúmero de enfermedades. Entonces negarse a la evidencia científica a ese respecto me parece ridículo. La confusión es que la marihuana efectivamente produce efectos sobre la memoria, pero para demostrar que ese daño es permanente, como han dicho algunos, falta mucho. Los daños a largo plazo, como enfermedad crónica, que produzca dependencia, no está demostrado”, indicó Sánchez.

De igual manera, el presidente del Colegio Médico, Enrique Paris, aseguró estar de acuerdo con la opción de consumo terapéutico y la despenalización del autocultivo, en tanto “se pueda reunir estudios científicos que complementen y fundamenten el debate”.

“De ser así, el apoyo del Colegio de Médicos de Chile a la propuesta es totalmente viable”, agregó Paris.

“Lo que pedimos es que se lleven a cabo estudios científicos, ojalá en Chile, y comprueben su efecto, a pesar de que hay trabajos en el extranjero que ya lo están demostrando. Eso contribuiría a elevar el debate y tener una ley que abogue por un bien superior, que es curar a los enfermos terminales, a los que tienen cáncer y dolores intensos. No tenemos ningún reparo, porque tenemos que pensar fundamentalmente en la salud de las personas”, señaló.

La modificación de la ley 20.000 apela a que “el consumo personal de cannabis subyace en la libertad fundamental de cada persona”, por lo que es necesario abarcar la materia, incorporando una mirada desde los DD.HH.

Mientras, Rossi y Lagos Weber aseguran que con el proyecto de despenalización del autocultivo disminuirá el microtráfico, pues esta actividad “supone el lucro a base a las debilidades humanas, y luego de la adicción”.