Cerca de 200 usuarios del Transantiago cortaron durante la tarde del martes el tránsito en avenida Vitacura, acusando esperas que pueden extenderse hasta por dos horas, lo que impleca que el sistema les vuelva a cobrar, y denunciaron que incluso hay quienes quedan sin posibilidad de conseguir movilización, pese a que ya pagaron en el paradero.
Esta situación no es nueva. Otras movilizaciones como estas se han visto en la misma esquina, donde los trabajadores esperan la llegada de líneas en dirección hacia el sector alto de Santiago.
La coordinadora del Comité de Usuarios del Transantiago, Tamara Homel señaló que “no es la primera vez que en esa línea hay reclamos y yo diría que ya dejan de ser espontáneos cuando la situación se repite por más de tres veces. Hay un grupo de trabajadoras que les resulta absolutamente imposible seguir esperando porque pierden sus trabajos. La disculpa no está creyendo en este argumento porque a contraparte sale un ministro en la televisión diciendo que todo está funcionando bien”.
Tamara Homel afirmó que “estamos frente a un producto que no sirve y que, por más medidas de parche y arreglos a la rápida que hagan, sigue trasladando en pésimas condiciones a los ciudadanos”.
A esto se suman las denuncias de los trabajadores sobre las malas condiciones laborales que imperan en el servicio de forma transversal en la mayoría de las empresas concesionarias.
En esa línea, el presidente de la Confederación Nacional Unitaria de Trabajadores del Transporte (Conutt), Ricardo Maldonado, indicó que “cada vez que tenemos la posibilidad de que se nos entreviste en relación a la situación de los trabajadores tenemos que seguir diciendo que aquí no se están respetando cosas fundamentales, como una jornada laboral legal que tiene que ver con 7 1/2 horas de trabajo. Las empresas transnacionales se han llenado cuando hay una escasez de conductores grande en el sector. Hoy nuevamente hay un proyecto en el Parlamento para entregar un mayor subsidio para el transporte público”.
El descontento persiste, pese a que las autoridades han tomado medias que apuntan a mejorar un sistema que presenta problemas desde su creación, como identificar a cada empresa con un color distinto, lo que implicó reestructurar los colores con los que se reconocen las micros. Este fin de semana además, la empresa Subus anunció que instalará 200 televisores en los buses, medida autorizada por el Ministerio de Transportes que la calificó de “novedosa”.
Genaro Cuadros, director del Laboratorio de Ciudad y Territorio de la Universidad Diego Portales, afirmó que por superficiales que puedan sonar estas medidas, podrían marcar una diferencia en el confort del usuario. Esto mientras el sistema cumpla antes con las promesas adquiridas.
“Quedan un poco en el vacío cuando no se cumplen los elementos estructurales del viaje, que es poder viajar primero que nada y poder viajar a tiempo y en este caso viajar a tiempo con la promesa básica de que se puede hacer la totalidad del viaje en un tiempo determinado por la misma tarifa. Esto es un aspecto muy clave del sistema porque quizás es una de las promesas fundamentales del Transantiago y está asociado, entre otras cosas, a que la tarifa sea tan sincera y por consiguiente tan alta para los usuarios”, detalló el experto.
Genaro Cuadros afirmó que la principal función del Ministerio de Transportes es que esas promesas se cumplan y de lo contrario, afirmó, “tienen que existir los mecanismos para retribuir el servicio incompleto”.