Entre el 20 y el 23 de agosto, representantes de las pastorales penitenciarias del Cono Sur se reunirán en la casa de retiro de Schönstatt para dar una mirada al trabajo que se realiza y aunar criterios para seguir un camino conjunto.
La actividad contará, además, con invitados especiales de Ecuador, Venezuela, Bolivia y Perú, se revisará la situación carcelaria de todos los participantes y los avances generados desde el último encuentro realizado en Sao Paulo en 2010.
Verónica Reyes, coordinadora del área Promoción Humana de Caritas y encargada de la pastoral penitenciaria, explicó que este año la cita internacional se centra en el tema de la reconciliación y que el diálogo estará enfocado en el respeto a los Derechos Humanos.
“Que de verdad se tenga como una línea lo que es la dignidad de la persona humana, para que las cárceles siempre estén en función de que las personas puedan mejorar y que quienes estén a cargo de los privados de libertad los traten como se merecen. Para esto hay que hacer un trabajo conjunto con los gendarmes porque nada sacamos si tratamos mal a las personas, porque la agresividad puede revertirse negativamente”, advirtió.
La organizadora advirtió que aún hay mucho por hacer para mejorar la situación carcelaria, debido a los problemas de hacinamiento, el mal diseño de las cárceles que no distingue entre hombres y mujeres y que favorece el desarrollo de depresiones u otras enfermedades y enfatizó la necesidad de mejorar la formación de los gendarmes.
En tanto Nelly León, capellana de la cárcel de mujeres, aseguró que la calidad de vida en los recintos penales es similar en los países de la región, aunque Chile es más “castigador” porque tenemos más reclusos por el número de habitantes.
En efecto, cabe señalar que nuestro país ostenta la mayor tasa carcelaria de Sudamérica con 295 presos por cada 100 mil habitantes, ubicándose en el lugar 38 a nivel mundial. Según la oficina de derechos humanos para América del Sur de Naciones Unidas, la tasa de hacinamiento en las prisiones de la región varía entre el 30 y el 70 por ciento.
La religiosa del Buen Pastor afirmó, sin embargo, que el respeto a las personas privadas de libertad ha mejorado luego del incendio en San Miguel, el 8 de diciembre de 2010, especialmente en cuanto a reconocer su dignidad.
No obstante, la capellana sostuvo que hay necesidades urgentes: “En términos generales, es común para todos la necesidad en el tema de la salud. Tenemos una gran falencia a nivel de privados y privadas de libertad en este asunto. Es muy poca la gente contratada, en cuanto a médicos, enfermeras, matronas, para la atención, sobre todo de las mujeres. Eso es primordial. Lo otro es el tema del hacinamiento y el trato, porque el respeto a los Derechos Humanos pasa por la formación de Gendarmería, creo que había que cambiar la mentalidad en la Escuela”, sostuvo.
Nelly León valoró que existe una mesa de reflexión junto a la Subsecretaría de Justicia para pensar en una política de género para las mujeres, que tiene que ver con la relación con sus hijos, el acceso al trabajo entre otros.
Dentro de las actividades contempladas está una visita al Centro de Reclusión Femenino de San Joaquín el martes, donde los participantes conocerán el programa de capacitación y reinserción de las internas.
Entre el 20 y el 23 de agosto, representantes de las pastorales penitenciarias del Cono Sur se reunirán en la casa de retiro de Schönstatt para dar una mirada al trabajo que se realiza y aunar criterios para seguir un camino conjunto.
La actividad contará, además, con invitados especiales de Ecuador, Venezuela, Bolivia y Perú, se revisará la situación carcelaria de todos los participantes y los avances generados desde el último encuentro realizado en Sao Paulo en 2010.
Verónica Reyes, coordinadora del área Promoción Humana de Caritas y encargada de la pastoral penitenciaria, explicó que este año la cita internacional se centra en el tema de la reconciliación y que el diálogo estará enfocado en el respeto a los Derechos Humanos.
“Que de verdad se tenga como una línea lo que es la dignidad de la persona humana, para que las cárceles siempre estén en función de que las personas puedan mejorar y que quienes estén a cargo de los privados de libertad los traten como se merecen. Para esto hay que hacer un trabajo conjunto con los gendarmes porque nada sacamos si tratamos mal a las personas, porque la agresividad puede revertirse negativamente”, advirtió.
La organizadora advirtió que aún hay mucho por hacer para mejorar la situación carcelaria, debido a los problemas de hacinamiento, el mal diseño de las cárceles que no distingue entre hombres y mujeres y que favorece el desarrollo de depresiones u otras enfermedades y enfatizó la necesidad de mejorar la formación de los gendarmes.
En tanto Nelly León, capellana de la cárcel de mujeres, aseguró que la calidad de vida en los recintos penales es similar en los países de la región, aunque Chile es más “castigador” porque tenemos más reclusos por el número de habitantes.
En efecto, cabe señalar que nuestro país ostenta la mayor tasa carcelaria de Sudamérica con 295 presos por cada 100 mil habitantes, ubicándose en el lugar 38 a nivel mundial. Según la oficina de derechos humanos para América del Sur de Naciones Unidas, la tasa de hacinamiento en las prisiones de la región varía entre el 30 y el 70 por ciento.
La religiosa del Buen Pastor afirmó, sin embargo, que el respeto a las personas privadas de libertad ha mejorado luego del incendio en San Miguel, el 8 de diciembre de 2010, especialmente en cuanto a reconocer su dignidad.
No obstante, la capellana sostuvo que hay necesidades urgentes: “En términos generales, es común para todos la necesidad en el tema de la salud. Tenemos una gran falencia a nivel de privados y privadas de libertad en este asunto. Es muy poca la gente contratada, en cuanto a médicos, enfermeras, matronas, para la atención, sobre todo de las mujeres. Eso es primordial. Lo otro es el tema del hacinamiento y el trato, porque el respeto a los Derechos Humanos pasa por la formación de Gendarmería, creo que había que cambiar la mentalidad en la Escuela”, sostuvo.
Nelly León valoró que existe una mesa de reflexión junto a la Subsecretaría de Justicia para pensar en una política de género para las mujeres, que tiene que ver con la relación con sus hijos, el acceso al trabajo entre otros.
Dentro de las actividades contempladas está una visita al Centro de Reclusión Femenino de San Joaquín el martes, donde los participantes conocerán el programa de capacitación y reinserción de las internas.
Entre el 20 y el 23 de agosto, representantes de las pastorales penitenciarias del Cono Sur se reunirán en la casa de retiro de Schönstatt para dar una mirada al trabajo que se realiza y aunar criterios para seguir un camino conjunto.
La actividad contará, además, con invitados especiales de Ecuador, Venezuela, Bolivia y Perú, se revisará la situación carcelaria de todos los participantes y los avances generados desde el último encuentro realizado en Sao Paulo en 2010.
Verónica Reyes, coordinadora del área Promoción Humana de Caritas y encargada de la pastoral penitenciaria, explicó que este año la cita internacional se centra en el tema de la reconciliación y que el diálogo estará enfocado en el respeto a los Derechos Humanos.
“Que de verdad se tenga como una línea lo que es la dignidad de la persona humana, para que las cárceles siempre estén en función de que las personas puedan mejorar y que quienes estén a cargo de los privados de libertad los traten como se merecen. Para esto hay que hacer un trabajo conjunto con los gendarmes porque nada sacamos si tratamos mal a las personas, porque la agresividad puede revertirse negativamente”, advirtió.
La organizadora advirtió que aún hay mucho por hacer para mejorar la situación carcelaria, debido a los problemas de hacinamiento, el mal diseño de las cárceles que no distingue entre hombres y mujeres y que favorece el desarrollo de depresiones u otras enfermedades y enfatizó la necesidad de mejorar la formación de los gendarmes.
En tanto Nelly León, capellana de la cárcel de mujeres, aseguró que la calidad de vida en los recintos penales es similar en los países de la región, aunque Chile es más “castigador” porque tenemos más reclusos por el número de habitantes.
En efecto, cabe señalar que nuestro país ostenta la mayor tasa carcelaria de Sudamérica con 295 presos por cada 100 mil habitantes, ubicándose en el lugar 38 a nivel mundial. Según la oficina de derechos humanos para América del Sur de Naciones Unidas, la tasa de hacinamiento en las prisiones de la región varía entre el 30 y el 70 por ciento.
La religiosa del Buen Pastor afirmó, sin embargo, que el respeto a las personas privadas de libertad ha mejorado luego del incendio en San Miguel, el 8 de diciembre de 2010, especialmente en cuanto a reconocer su dignidad.
No obstante, la capellana sostuvo que hay necesidades urgentes: “En términos generales, es común para todos la necesidad en el tema de la salud. Tenemos una gran falencia a nivel de privados y privadas de libertad en este asunto. Es muy poca la gente contratada, en cuanto a médicos, enfermeras, matronas, para la atención, sobre todo de las mujeres. Eso es primordial. Lo otro es el tema del hacinamiento y el trato, porque el respeto a los Derechos Humanos pasa por la formación de Gendarmería, creo que había que cambiar la mentalidad en la Escuela”, sostuvo.
Nelly León valoró que existe una mesa de reflexión junto a la Subsecretaría de Justicia para pensar en una política de género para las mujeres, que tiene que ver con la relación con sus hijos, el acceso al trabajo entre otros.
Dentro de las actividades contempladas está una visita al Centro de Reclusión Femenino de San Joaquín el martes, donde los participantes conocerán el programa de capacitación y reinserción de las internas.
