Por una ley que prohíba 100% fumar en lugares públicos

  • 22-08-2012

Está científicamente demostrado que el humo de tabaco ambiental es causa de enfermedad y muerte, lo cual requiere con urgencia tomar medidas de protección contra los riesgos por exposición a estos efectos tóxicos.

Ante la certeza que una exposición al humo de tabaco ambiental produce enfermedades severas, incluso letales, el bien común ha de primar sobre la libertad de elección, debiendo el Estado proveer los servicios necesarios que garanticen a todas las personas la protección de su salud.

Sin embargo, ello no se cumple con la actual ley contra el tabaquismo, al permitir que coexistan en un mismo recinto áreas libres de humo con espacios para fumadores, lo cual inevitablemente expone a clientes y trabajadores de esos lugares a riesgos por humo ambiental.

Los argumentos son claros. Desde mediados de los años 50, se ha generado evidencia científica que demuestra la asociación causal entre exposición a tabaquismo ambiental y enfermedad cardiovascular, sintomatología respiratoria, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y diversos tipos de cánceres. Mujeres expuestas durante el embarazo han tenido recién nacidos con bajo peso, menor circunferencia de cabeza y retardo de crecimiento intrauterino.

En los niños la exposición involuntaria al humo de tabaco también afecta su salud. Los hijos de padres fumadores tienen mayor riesgo de presentar asma y otitis media, y entre los que ya presentan diagnóstico de asma, los nuevos episodios se ven exacerbados, aumentando la severidad de los síntomas si ambos padres fuman. También se constata que los niños expuestos a tabaquismo ambiental presentan síntomas respiratorios como tos, flema y sibilancias, e incluso el desarrollo y funcionalidad del pulmón sufren alteraciones.

La contaminación en lugares públicos ha sido muy estudiada demostrándose altas concentraciones de nicotina a nivel ambiental. Un estudio desarrollado en el año 2002, que incluyó diversos países latinoamericanos, demostró que Chile presentaba altos niveles de humo de tabaco, especialmente en bares y restaurantes. Posterior a la implementación de la ley antitabaco en Chile, se evaluó en los locales el efecto de la restricción parcial de fumar constatándose que los niveles de nicotina ambiental se mantienen altos, independientemente del estatus de fumador del local (fumador, mixto o no fumador).

Con respecto al año 2002, hubo una reducción en la contaminación por humo de tabaco sólo en los locales que cambiaron a estatus “no fumador”. Las áreas “libres de humo” en locales mixtos presentaron niveles más altos de nicotina comparados con los locales para no fumadores. Se constató que los sistemas de ventilación y barrera implementados han resultado insuficientes para eliminar completamente el humo de tabaco y algunos clientes no respetan la prohibición de fumar, por lo que los trabajadores y clientes están altamente expuestos al humo de tabaco, incluso en los lugares “libres de humo”.

Por otro lado, con respecto a quienes sostienen que la prohibición total de fumar en lugares de uso público, como restaurantes y bares, conllevaría un aumento de la cesantía para las personas que trabajan en estos establecimientos, una publicación del Banco Mundial midió el impacto económico que tienen las políticas públicas del control de tabaquismo y la empleabilidad en distintos tipos de locales, y se demostró que no existe un efecto negativo para los empleados, es decir, los clientes siguen asistiendo a estos lugares. Es más, en nuestras investigaciones, los entrevistados manifiestan que los clientes prefieren ir a los espacios libres de humo por sobre las áreas destinadas a fumadores, ya que les resulta más placentero, incluso para los que son fumadores.

Por estas razones, las autoridades deben velar por la reducción de riesgos derivados de la exposición a humo de tabaco ambiental. La actual legislación debe ser modificada para asegurar ambientes de uso público libres de humo de tabaco, ya que es la única manera de garantizar la protección de los individuos. Basados en la evidencia científica irrefutable se hace imperiosa una modificación de la actual ley anti-tabaco por una que prohíba completamente fumar en lugares públicos.

Al mismo tiempo, es fundamental que la sociedad tome conciencia de los daños que produce el tabaco, tanto en el consumo individual como en la contaminación de los ambientes donde a su vez afecta la salud de los llamados “fumadores pasivos”. Es por esto que se hace necesario implementar una serie de otras medidas, como ofrecer, garantizar y hacer accesible tratamientos para cesar de fumar, y fomentar programas de promoción, prevención y educación a la población más joven con el fin que ejerzan sus derechos y libertades en respeto del bien común.

En cifras

• Los locales exclusivos para fumadores aumentaron los niveles de nicotina en 23%.

• Los locales de fumadores que se convirtieron en mixtos, la exposición a nicotina disminuyó SÓLO entre un 2 y 25%.

• Los locales que continúan siendo mixtos la disminución es de apenas un 10%.

• En los locales que se convirtieron a libres de humo de tabaco la disminución fue entre el 85 y 97%.

• Las áreas libres del humo de tabaco tienen 3,24 veces más nicotina en el ambiente que en los locales no fumadores.

• Los bares tienen 6 veces más contaminación por humo de tabaco que los restaurantes.

 

***Marcia Erazo, doctora. Académica de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile

 

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.

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