Sólo con sanciones administrativas – como degradaciones de rango y reducción salarial- terminaron los efectivos del Ejército estadounidense acusados de quema de ejemplares del Corán y de orinar sobre cadáveres afganos.
Estos hechos desencadenaron violentos incidentes a principio de este año en Afganistán, que concluyeron con seis soldados de Estados Unidos y docenas de civiles afganos muertos.
El Ejército dio a conocer la decisión final respecto de las sanciones este lunes.