Finalmente, por 19 votos en contra, seis a favor y siete abstenciones, el Senado rechazó la idea de legislar la reforma tributaria del Gobierno, por lo que la iniciativa pasó a comisión mixta, debido a que anteriormente sí recibió la aprobación de la Cámara Baja.
Anticipándose al rechazo que ya se preveía, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, ya había planteado durante la tarde que el debate debía trasladarse a la comisión mixta para dar una última oportunidad de consenso, ya que según el secretario de Estado “lamentablemente, lo que hemos hecho no ha tenido acogida dentro de la Concertación, por lo que creemos que la comisión mixta es el espacio”.
En cuanto a la discusión en sala, que comenzó pasadas las 17 horas, la primera en intervenir fue la senadora Isabel Allande, quien calificó la iniciativa como un ajuste menor al sistema tributario, que además “profundiza las desigualdades sociales” del país.
La parlamentaria PS, agregó que “es difícil comprender que se aumente la tasa de tributación, que todos deseamos en nuestro país, como a las empresas que actualmente están en un 17 por ciento, y al mismo tiempo estamos rebajando ciertos tributos e impuestos”.
En tanto, Baldo Prokurika, defendió el proyecto del Gobierno, apelando a que rechazarse la iniciativa se “negaría mil millones de dólares para impulsar una reforma educacional”, argumento que ha sido frecuentemente utilizado por los sectores del oficialismo en contra de los opositores a la reforma.
El senador RN defendió el cuestionado monto que el ajuste tributario pretende recaudar, asegurando que “Chile necesita una reforma tributaria pero esta tiene que ser responsable, que no afecte el empleo cuando estamos en plena crisis económica en Europa y en una fuerte desaceleración en el resto del mundo”
Por su parte, la DC Ximena Rincón, refutó al ministro de Hacienda, afirmando que no beneficia a la clase media como éste ha manifestado: “El Presidente dejó pasar una oportunidad histórica para generar una gran reforma tributaria y, en cambio, envió al Congreso un perfeccionamiento tributario que es absolutamente insuficiente, casi inútil, porque la educación demandaba cuatro mil 500 millones de dólares, lo dicen los expertos, porque insiste en dar beneficios a los más ricos y no hay, como se pretende sostener, beneficios a la clase media”, recalcó.
El pasado lunes, buscando posibilitar un acuerdo, el Ejecutivo ingresó dos indicaciones al proyecto: uno que aumenta el impuesto al tabaco y otro que extiende el beneficio de reducción de impuestos de gastos en educación a las familias que tengan a sus hijos en colegios municipales.
Además, este martes se presentó una nueva moción, consistente en una inyección de 4 mil millones de dólares para educación, que la Concertación ya había rechazado en 2011 cuando lo anunció el entonces ministro de Educación, Joaquín Lavín. Esta vez, el escenario no cambió y la oposición nuevamente rechazó los fondos, argumentando que se trata de una promesa incumplida desde hace más de un año.
Finalmente, por 19 votos en contra, seis a favor y siete abstenciones, el Senado rechazó la idea de legislar la reforma tributaria del Gobierno, por lo que la iniciativa pasó a comisión mixta, debido a que anteriormente sí recibió la aprobación de la Cámara Baja.
Anticipándose al rechazo que ya se preveía, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, ya había planteado durante la tarde que el debate debía trasladarse a la comisión mixta para dar una última oportunidad de consenso, ya que según el secretario de Estado “lamentablemente, lo que hemos hecho no ha tenido acogida dentro de la Concertación, por lo que creemos que la comisión mixta es el espacio”.
En cuanto a la discusión en sala, que comenzó pasadas las 17 horas, la primera en intervenir fue la senadora Isabel Allande, quien calificó la iniciativa como un ajuste menor al sistema tributario, que además “profundiza las desigualdades sociales” del país.
La parlamentaria PS, agregó que “es difícil comprender que se aumente la tasa de tributación, que todos deseamos en nuestro país, como a las empresas que actualmente están en un 17 por ciento, y al mismo tiempo estamos rebajando ciertos tributos e impuestos”.
En tanto, Baldo Prokurika, defendió el proyecto del Gobierno, apelando a que rechazarse la iniciativa se “negaría mil millones de dólares para impulsar una reforma educacional”, argumento que ha sido frecuentemente utilizado por los sectores del oficialismo en contra de los opositores a la reforma.
El senador RN defendió el cuestionado monto que el ajuste tributario pretende recaudar, asegurando que “Chile necesita una reforma tributaria pero esta tiene que ser responsable, que no afecte el empleo cuando estamos en plena crisis económica en Europa y en una fuerte desaceleración en el resto del mundo”
Por su parte, la DC Ximena Rincón, refutó al ministro de Hacienda, afirmando que no beneficia a la clase media como éste ha manifestado: “El Presidente dejó pasar una oportunidad histórica para generar una gran reforma tributaria y, en cambio, envió al Congreso un perfeccionamiento tributario que es absolutamente insuficiente, casi inútil, porque la educación demandaba cuatro mil 500 millones de dólares, lo dicen los expertos, porque insiste en dar beneficios a los más ricos y no hay, como se pretende sostener, beneficios a la clase media”, recalcó.
El pasado lunes, buscando posibilitar un acuerdo, el Ejecutivo ingresó dos indicaciones al proyecto: uno que aumenta el impuesto al tabaco y otro que extiende el beneficio de reducción de impuestos de gastos en educación a las familias que tengan a sus hijos en colegios municipales.
Además, este martes se presentó una nueva moción, consistente en una inyección de 4 mil millones de dólares para educación, que la Concertación ya había rechazado en 2011 cuando lo anunció el entonces ministro de Educación, Joaquín Lavín. Esta vez, el escenario no cambió y la oposición nuevamente rechazó los fondos, argumentando que se trata de una promesa incumplida desde hace más de un año.
Finalmente, por 19 votos en contra, seis a favor y siete abstenciones, el Senado rechazó la idea de legislar la reforma tributaria del Gobierno, por lo que la iniciativa pasó a comisión mixta, debido a que anteriormente sí recibió la aprobación de la Cámara Baja.
Anticipándose al rechazo que ya se preveía, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, ya había planteado durante la tarde que el debate debía trasladarse a la comisión mixta para dar una última oportunidad de consenso, ya que según el secretario de Estado “lamentablemente, lo que hemos hecho no ha tenido acogida dentro de la Concertación, por lo que creemos que la comisión mixta es el espacio”.
En cuanto a la discusión en sala, que comenzó pasadas las 17 horas, la primera en intervenir fue la senadora Isabel Allande, quien calificó la iniciativa como un ajuste menor al sistema tributario, que además “profundiza las desigualdades sociales” del país.
La parlamentaria PS, agregó que “es difícil comprender que se aumente la tasa de tributación, que todos deseamos en nuestro país, como a las empresas que actualmente están en un 17 por ciento, y al mismo tiempo estamos rebajando ciertos tributos e impuestos”.
En tanto, Baldo Prokurika, defendió el proyecto del Gobierno, apelando a que rechazarse la iniciativa se “negaría mil millones de dólares para impulsar una reforma educacional”, argumento que ha sido frecuentemente utilizado por los sectores del oficialismo en contra de los opositores a la reforma.
El senador RN defendió el cuestionado monto que el ajuste tributario pretende recaudar, asegurando que “Chile necesita una reforma tributaria pero esta tiene que ser responsable, que no afecte el empleo cuando estamos en plena crisis económica en Europa y en una fuerte desaceleración en el resto del mundo”
Por su parte, la DC Ximena Rincón, refutó al ministro de Hacienda, afirmando que no beneficia a la clase media como éste ha manifestado: “El Presidente dejó pasar una oportunidad histórica para generar una gran reforma tributaria y, en cambio, envió al Congreso un perfeccionamiento tributario que es absolutamente insuficiente, casi inútil, porque la educación demandaba cuatro mil 500 millones de dólares, lo dicen los expertos, porque insiste en dar beneficios a los más ricos y no hay, como se pretende sostener, beneficios a la clase media”, recalcó.
El pasado lunes, buscando posibilitar un acuerdo, el Ejecutivo ingresó dos indicaciones al proyecto: uno que aumenta el impuesto al tabaco y otro que extiende el beneficio de reducción de impuestos de gastos en educación a las familias que tengan a sus hijos en colegios municipales.
Además, este martes se presentó una nueva moción, consistente en una inyección de 4 mil millones de dólares para educación, que la Concertación ya había rechazado en 2011 cuando lo anunció el entonces ministro de Educación, Joaquín Lavín. Esta vez, el escenario no cambió y la oposición nuevamente rechazó los fondos, argumentando que se trata de una promesa incumplida desde hace más de un año.
