Si bien apenas el Gobierno dio a conocer las cifras de pobreza contempladas en la encuesta Casen 2011 hubo cuestionamientos de expertos, economistas e integrantes de la oposición por la metodología empleada y por no dar a conocer el margen de error, este viernes Ciper Chile reveló un nuevo antecedente.
Según la investigación periodística, entre el 12 y el 20 de julio, la CEPAL le entregó al Ministerio de Desarrollo Social dos informes con los resultados de la encuesta con una sola diferencia entre ambos: la inclusión de la respuesta a la pregunta “y11” sobre ingresos de los desocupados de las familias.
En el primer documento, el organismo dependiente de Naciones Unidas desestimó la pregunta y calculó la pobreza en 15 por ciento, es decir, lo mismo que registró la Casen 2009 (15,1) durante el Gobierno de Michelle Bachelet. Sin embargo, al incluirla en el segundo informe -a petición de representantes de la secretaría de Estado- el índice bajó a 14,4 por ciento, que fue finalmente lo que se dio a conocer a la opinión pública.
Con esto, por primera vez un gobierno pidió a la CEPAL reconsiderar los resultados de le encuesta, argumentando para sacar o agregar preguntas que el organismo había decidido dejar afuera
Ante estos nuevos cuestionamientos, el Ejecutivo no quiso dar mayores explicaciones y ahondar en el problema, como se pudo concluir de las palabras del ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter: “Yo me prefiero quedar con las informaciones oficiales y no hacerme cargo de un trascendido, una investigación sin fuentes oficiales, que lo único que hace es tratar de desacreditar este trabajo. La información que entrega el Gobierno siempre es fidedigna y confiable y los hechos así lo han demostrado cada vez que se ha levantado alguna voz”, dijo.
Sin embargo, el diputado DC Fuhad Chahín, miembro de la Comisión de Superación de la Pobreza, Planificación y Desarrollo Social, señaló que es un hecho “gravísimo”, que “debe aclararse a la brevedad llegando al fondo de la verdad” y añadió que no se ha descartado la opción de una comisión investigadora.
El parlamentario advirtió además que esta es una señal preocupante de parte del Ejecutivo y también de la CEPAL: “Si lo sumamos con la eliminación trucha de las listas de espera AUGE, nos damos cuenta de que en realidad el Gobierno ha pasado de la letra chica a derechamente el engaño, a la trampa. Eso es muy grave, sobre todo porque Chile tiene una tradición de seriedad en sus instrumentos estadísticos, sobre todo en materia de medición de la pobreza y, por lo tanto, a mi juicio aquí queda en entredicho no sólo el instrumento de la Casen, sino que también tiene que dar una explicación la Cepal, que tiene una tradición de seriedad y que ha sido puesto de aval por el propio ministro Lavín al justificar los resultados de esta encuesta”, subrayó.
Chahín recalcó que se han acelerado las citaciones a economistas, expertos y a los encargados de la encuesta Casen en la Cepal, a fin de aclarar “la aplicación de dos mediciones, las implicancias del bono entregado en noviembre de 2011, el error muestral, las nuevas preguntas que se integraron en el sondeo (…) y, ahora, la posible influencia del Gobierno en el manejo de las cifras”.
Por su parte, el ex ministro de Hacienda, Andrés Velasco, subrayó que con esta información se confirman todas las objeciones que habían planteado con el académico de la Universidad de Chile, Dante Contreras, y se conocen otros asuntos de suma gravedad, que dan cuenta de un problema con la fe pública.
El precandidato presidencial dijo a Radio Universidad de Chile que, detrás de toda esta polémica, hay personas: “Por lo que sabemos hoy, el Gobierno subestimó la pobreza en 0,8 por ciento lo que no suena a mucho, pero cuando uno lo traduce a personas se da cuenta de que estamos hablando de 120 o 125 mil personas, que viven en situación de pobreza, y que por una letra chica estadística el Gobierno dice ‘no, no son pobres, dejaron de serlo’. Eso es malo para la confianza pública pero, lo que es más importante, es malo para esas personas que, si el día mañana fuesen tomadas en cuenta, tendríamos mejores políticas contra la pobreza, mejores políticas sociales”, enfatizó.
A esta situación se sumó una entrevista concedida también a Ciper por Andrés Hernando, jefe de la División de Estudios de Desarrollo Social del ministerio, quien le habría dicho a sus superiores que la baja registrada en la encuesta 2011 no era significativa en comparación con la medición de 2009, por lo que cuando vio los festejos del Gobierno, sólo un día después, se sintió “usado”.