La Agencia de Calidad de la Educación debería ser la encargada de velar porque los establecimientos de educación básica y media entreguen una formación adecuada. Para ello fijarán un sistema de medición y además administrarán el actual.
“Esta agencia va a ser, en el futuro, la encargada de la prueba Simce y también de revisar visitas de inspección a los establecimientos para que sobre la base de una autoevaluación inicial de los establecimientos escolares, hacerles un diagnóstico y, de alguna forma, invitarlos a ir mejorando su desempeño. Nos parece que es tremendamente importante porque instancias como estas existen de gran calidad en el mundo”, afirmó el ministro del ramo, Harald Beyer.
El alcalde de Santiago, Pablo Zalaquet apoya esta iniciativa, pero señaló que se deben abordar otros aspectos al mismo tiempo: “Primero, duplicar la subvención y, segundo, liberar el estatuto docente y poder cambiarlo por una carrera profesional docente en que los sostenedores, cualquiera sea, hoy los municipios, mañana a quien la ley designe, podamos cambiar a aquellos profesores que no lo hacen bien como a aquellos directores sobre la base de un plan de gestión. Puedes tener los mejores índices de calidad que te autoimpongas para poder alcanzarlos en un índice de cuatro años”.
Para Egidio Barrera, dirigente y ex presidente de la Asociación Nacional de Funcionarios del Mineduc, la Agencia solo busca consolidar un sistema mercantil de educación, donde el Estado tiene un papel subsidiario.
“Hay que partir desde el punto de que es muy débil en cuanto a estructura porque es muy poca gente, no tiene presencia nacional, sólo interzonales, se crean cuatro zonas, y se quita mucha fuerza a lo que el Ministerio tenía que trabajar y desarrollar en los planes y programas. Esta agencia quiere “mejorar la calidad de la educación” y ahí parte el debate sobre qué es lo que se entiende por calidad, porque no es lo mismo en Isla de Pascua que en una escuela de Vitacura”, comentó Barrera.
El dirigente criticó duramente el trato igualitario que dará la agencia a los colegios públicos y a los particulares subvencionados.
“La agencia debería apuntar a desarrollar la calidad, pero también la excelencia al interior de los establecimientos educacionales públicos y a través de un proceso de financiamiento de la educación pública, no subsidiaria como es hoy. Además se va ocultando el modelo del rol de externalizar, de privatizar y de cerrar, porque con el cierre de colegios, quienes van a tener mayor impacto sin duda serán las escuelas municipales”, advirtió.
Para los trabajadores del Mineduc, el perfil de Sebastián Izquierdo, secretario ejecutivo de la agencia, deja en claro que el gobierno solo busca tecnócratas neoliberales y no está “interesado en involucrar a expertos del área pedagógica”.
La Agencia de Calidad de la Educación debería ser la encargada de velar porque los establecimientos de educación básica y media entreguen una formación adecuada. Para ello fijarán un sistema de medición y además administrarán el actual.
“Esta agencia va a ser, en el futuro, la encargada de la prueba Simce y también de revisar visitas de inspección a los establecimientos para que sobre la base de una autoevaluación inicial de los establecimientos escolares, hacerles un diagnóstico y, de alguna forma, invitarlos a ir mejorando su desempeño. Nos parece que es tremendamente importante porque instancias como estas existen de gran calidad en el mundo”, afirmó el ministro del ramo, Harald Beyer.
El alcalde de Santiago, Pablo Zalaquet apoya esta iniciativa, pero señaló que se deben abordar otros aspectos al mismo tiempo: “Primero, duplicar la subvención y, segundo, liberar el estatuto docente y poder cambiarlo por una carrera profesional docente en que los sostenedores, cualquiera sea, hoy los municipios, mañana a quien la ley designe, podamos cambiar a aquellos profesores que no lo hacen bien como a aquellos directores sobre la base de un plan de gestión. Puedes tener los mejores índices de calidad que te autoimpongas para poder alcanzarlos en un índice de cuatro años”.
Para Egidio Barrera, dirigente y ex presidente de la Asociación Nacional de Funcionarios del Mineduc, la Agencia solo busca consolidar un sistema mercantil de educación, donde el Estado tiene un papel subsidiario.
“Hay que partir desde el punto de que es muy débil en cuanto a estructura porque es muy poca gente, no tiene presencia nacional, sólo interzonales, se crean cuatro zonas, y se quita mucha fuerza a lo que el Ministerio tenía que trabajar y desarrollar en los planes y programas. Esta agencia quiere “mejorar la calidad de la educación” y ahí parte el debate sobre qué es lo que se entiende por calidad, porque no es lo mismo en Isla de Pascua que en una escuela de Vitacura”, comentó Barrera.
El dirigente criticó duramente el trato igualitario que dará la agencia a los colegios públicos y a los particulares subvencionados.
“La agencia debería apuntar a desarrollar la calidad, pero también la excelencia al interior de los establecimientos educacionales públicos y a través de un proceso de financiamiento de la educación pública, no subsidiaria como es hoy. Además se va ocultando el modelo del rol de externalizar, de privatizar y de cerrar, porque con el cierre de colegios, quienes van a tener mayor impacto sin duda serán las escuelas municipales”, advirtió.
Para los trabajadores del Mineduc, el perfil de Sebastián Izquierdo, secretario ejecutivo de la agencia, deja en claro que el gobierno solo busca tecnócratas neoliberales y no está “interesado en involucrar a expertos del área pedagógica”.
La Agencia de Calidad de la Educación debería ser la encargada de velar porque los establecimientos de educación básica y media entreguen una formación adecuada. Para ello fijarán un sistema de medición y además administrarán el actual.
“Esta agencia va a ser, en el futuro, la encargada de la prueba Simce y también de revisar visitas de inspección a los establecimientos para que sobre la base de una autoevaluación inicial de los establecimientos escolares, hacerles un diagnóstico y, de alguna forma, invitarlos a ir mejorando su desempeño. Nos parece que es tremendamente importante porque instancias como estas existen de gran calidad en el mundo”, afirmó el ministro del ramo, Harald Beyer.
El alcalde de Santiago, Pablo Zalaquet apoya esta iniciativa, pero señaló que se deben abordar otros aspectos al mismo tiempo: “Primero, duplicar la subvención y, segundo, liberar el estatuto docente y poder cambiarlo por una carrera profesional docente en que los sostenedores, cualquiera sea, hoy los municipios, mañana a quien la ley designe, podamos cambiar a aquellos profesores que no lo hacen bien como a aquellos directores sobre la base de un plan de gestión. Puedes tener los mejores índices de calidad que te autoimpongas para poder alcanzarlos en un índice de cuatro años”.
Para Egidio Barrera, dirigente y ex presidente de la Asociación Nacional de Funcionarios del Mineduc, la Agencia solo busca consolidar un sistema mercantil de educación, donde el Estado tiene un papel subsidiario.
“Hay que partir desde el punto de que es muy débil en cuanto a estructura porque es muy poca gente, no tiene presencia nacional, sólo interzonales, se crean cuatro zonas, y se quita mucha fuerza a lo que el Ministerio tenía que trabajar y desarrollar en los planes y programas. Esta agencia quiere “mejorar la calidad de la educación” y ahí parte el debate sobre qué es lo que se entiende por calidad, porque no es lo mismo en Isla de Pascua que en una escuela de Vitacura”, comentó Barrera.
El dirigente criticó duramente el trato igualitario que dará la agencia a los colegios públicos y a los particulares subvencionados.
“La agencia debería apuntar a desarrollar la calidad, pero también la excelencia al interior de los establecimientos educacionales públicos y a través de un proceso de financiamiento de la educación pública, no subsidiaria como es hoy. Además se va ocultando el modelo del rol de externalizar, de privatizar y de cerrar, porque con el cierre de colegios, quienes van a tener mayor impacto sin duda serán las escuelas municipales”, advirtió.
Para los trabajadores del Mineduc, el perfil de Sebastián Izquierdo, secretario ejecutivo de la agencia, deja en claro que el gobierno solo busca tecnócratas neoliberales y no está “interesado en involucrar a expertos del área pedagógica”.
