Cientos de dirigentes de campamentos de Arica a Puerto Montt, repletaron el auditorio del edificio ubicado en Plaza Italia, con motivo de debatir y expresar los errores que aprecian en la actual Ficha de Protección Social y las políticas públicas en esta materia.

Al seminario asistió con premura el ministro de Desarrollo Social, Joaquín Lavín, quien reconoció entre algunas pifias del salón que “el sistema que entrega beneficios sociales tiene falencias y debe ser mejorado”.

En esa línea, Lavín señaló que “debe haber más apoyo a la clase media vulnerable, para evitar que reingrese a la pobreza”; que “el Gobierno incluirá indicadores de vivienda que actualmente son reemplazados sólo por el nivel de ingresos en la próxima encuesta Casen”; y blasonó sobre los nuevos bonos que el ministerio tramitará para las personas proclives a la desigualdad.

No obstante, el ministro Lavín tuvo que retirarse del seminario por tener otros compromisos agendados, lo cual no dejó contento a los dirigentes.

Cecilia Castro, presidenta de “También somos Chile”, manifestó su molestia por el tiempo que el secretario de Estado destinó al seminario organizado por las bases sociales: “Nos da mucha rabia que las autoridades no cedan los espacios, porque públicamente -en la TV, en la radio, en todos lados- dicen que hay que hablar con la gente, conversar con los ciudadanos, pero cuando hay espacios como este, no vienen. Creo que el ministro hizo un buen análisis del problema, que lo venimos escuchando hace muchísimo tiempo. Lo que esperábamos es  que nos dijera cuál es la solución al problema. Falta que nos digan cómo van a abordar el problema de los campamentos, de las familias que viven en esa situación. Y cómo van a abordar desde el ministerio de Desarrollo Social la incorporación de las familias más vulnerables a los programas sociales que apuntan a tener mejor calidad de vida”, indicó.

Sin embargo, Castro recalcó  que “el propósito de la actividad es abrir espacios de discusión acerca de las políticas públicas que el Ejecutivo establece, generando el diálogo entre las autoridades y los supuestos beneficiarios de esos programas”.

Asimismo, Simone Cechini, encargado de Asuntos Sociales de la División de Desarrollo Social de la Cepal, manifestó que “no basta con incluir programas como Chile Solidario o el Bono al Trabajo de la Mujer, sino que hay que avanzar en un cuidado permanente de los sectores vulnerables”.

“Hay una cantidad de personas que necesitan ayuda del Estado pero que por una u otra razón quedan afuera, el gran desafío es disminuir los famosos errores de exclusión de focalización de los programas sociales. No hay que hacer políticas para las personas solamente en el momento en que caen en la pobreza. Después, cuando esas familias logran salir de esos programas de reducción de la pobreza, igual tienen que mantener una protección de parte del Estado, tener acceso a salud, educación y pensiones de calidad”, dijo.

Respecto de la voluntad de la Cepal para seguir trabajando en materia social con el Gobierno de Sebastián Piñera, Cechini recalcó que “se está decidiendo internamente”.

En tanto, otra asistente al coloquio fue la directora de Fundación Dialoga, Clarissa Hardy, también ex ministra de Planificación, quien recalcó que “estos seminarios ayudan a sanear la comunicación entre quienes diseñan las políticas y la ciudadanía”.

En materia similar, y ejemplificando con la Casen, Hardy reiteró que “la actual administración ha dañado seriamente las herramientas de creación de políticas sociales” y que ya nadie confía en ellas: “Toda la discusión metodológica que ha habido le ha puesto aun más margen de duda a un instrumento que debiera haber sido cuidadoso en su uso como la Casen. Haber hecho un uso abusivo, con fines políticos, del instrumento, ahonda la desconfianza en la credibilidad de la Casen. Cuando desconfías de ella, no puedes usarla para definir políticas públicas. Le han hecho un grave daño en ese sentido”, señaló.

El seminario “Políticas Sociales para un Nuevo Chile” se centró en las necesidades de respuestas que requieren las más de 30 mil familias que viven en campamentos, además de cimentar las conversaciones necesarias entre el Gobierno y la ciudadanía, “antes que la rabia estalle”, como señaló el dirigente social invitado al simposio, Iván Fuentes.

Éste último recalcó, a modo de consejo, que “el Gobierno aún está a tiempo de enmendar los errores y generar condiciones de diálogo, por la buena”.