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Los grandes de la música francesa vuelven a sonar de la mano de la Sinfónica

Obras de Claude Debussy, Maurice Ravel y Maurice Duruflé, con la participación de la Camerata Vocal de la Universidad de Chile y los solistas Ana Navarro y Esteban Sepúlveda, llegarán este fin de semana al Teatro Universidad de Chile, con la dirección de Maximiano Valdés. Gane invitaciones dobles acá.

CEAC Universidad de Chile

  Miércoles 5 de septiembre 2012 11:42 hrs. 
Valdés Maximiano 7

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“Preludio a la siesta de un fauno”, considerada “la primera obra maestra” de Claude Debussy, abrirá el concierto de la Orquesta Sinfónica de Chile dedicado a grandes compositores franceses que dirigirá Maximiano Valdés.

El programa seguirá con una versión de cámara del Réquiem de Maurice Duruflé, con la participación de la Camerata Vocal de la Universidad de Chile, la mezzosoprano Ana Navarro y el barítono Esteban Sepúlveda.

En el cierre estará Maurice Ravel, gran representante de la moderna escuela musical francesa, de quien se interpretará “La tumba de Couperin”  y la “Suite de Daphnis y Chloé”. Las presentaciones  son el viernes 7 y sábado 8 de septiembre, a las 19:30 horas, en el Teatro Universidad de Chile.

¿Qué sueñan los faunos?

En 1894 fue estrenado el poema sinfónico “Preludio a la Siesta de un Fauno” de Debussy, inspirada en la obra homónima del poeta Stéphane Mallarmé. El éxito fue tal que tuvo que ser repetida el día de su debut. Considerado ejemplo del Impresionismo Musical, no buscaba poner música a los versos en que se inspiró. Según palabras del compositor, “es una ilustración libre de la bella poesía de Mallarmé… Más bien se trata de plasmar el ambiente en el cual se mueven los deseos y sueños del fauno, en el calor del mediodía”.

Debussy recreó un mundo sonoro innovador para ilustrar musicalmente las visiones voluptuosas que el fauno tiene durante su siesta. Las fluctuaciones incesantes de la armonía y el ritmo, la flexibilidad y la libertad del fraseo crearon un nuevo lenguaje musical. Su escritura sinfónica es de una sensualidad y un refinamiento desconocido hasta entonces por lo que marcó escuela en su tiempo.

Cantos gregorianos

En 1974 Maurice Duruflé estaba trabajando en una suite para órgano usando temas de Cantos Gregorianos, cuando la editorial francesa Durand le solicitó un Réquiem. El autor entonces incorporó sus apuntes de esa obra en el Réquiem, utilizando  numerosos temas de la Misa para difuntos gregoriana.

La obra está escrita para coro, mezzosoprano y barítono. Existen tres orquestaciones: una para órgano solo, una para órgano con orquesta de cuerdas, trompetas en forma opcional, arpa y timbal y otra para órgano y orquesta completa.

Duruflé estructuró la obra en nueve movimientos. El texto del Dies irae, considerado el más famoso de la Misa de Réquiem, no fue incluido por el autor francés, aunque las primeras palabras del Dies irae están incluidas en el Libera me. Según los especialistas, la omisión de este trozo hace más tranquila y meditativa la composición de este Réquiem. Así también muchos lo han definido como una obra luminosa, un réquiem más para los vivos que los muertos, una música llena de luz y calma.

Tanto la mezzosoprano Ana Isabel Navarro como el bajo Esteban Sepúlveda pertenecen a la Camerata Vocal de la Universidad de Chile. Ambos desarrollan una nutrida actividad con la agrupación a la que pertenecen como en sus actuaciones como solistas en la ópera o en conciertos.

Ravel por dos

Maurice Ravel compuso “La tumba de Couperin” en 1918  durante su participación en la Primera Guerra Mundial como chofer de camión, cuando enfermó y había sido apartado del frente de batalla. Cada uno de los seis movimientos de la obra está dedicado a un amigo del músico, muerto en la guerra. No obstante aclaró que deseaba honrar en mayor grado al más glorioso de los miembros del clan de los Couperin, a toda la música francesa del siglo XVIII.

“La tumba de Couperin” está constituida por una serie alternada de danzas que crean una oposición de movimientos pero, a la vez, invita a participar de una excursión mucho más vasta a través de la evolución de nuestro lenguaje musical. Ravel orquestó sólo cuatro de las seis partes que fueron estrenadas por la Orquesta Pasdeloup de Paris, dirigida por Rhené Baton el 28 de febrero de 1920.

La Suite nº 2 del ballet Daphnis et Chloé, estrenado por los Ballets Rusos en  el Teatro Chatelet de Paris el 8 de junio de 1912, bajo la dirección de Pierre Monteux, cerrará este concierto. Ésta fue extraída en 1913 y tiene tres partes. Amanecer que corresponde al momento en que Daphnis, quien busca a su amada Chloé, raptada por piratas, despierta al alba y encuentra finalmente a Chloé; Pantomima, donde los protagonistas representan la historia de Pan y la ninfa Sirynx, mientras la Danza General es una celebración final y jubilosa del amor físico.

Entradas desde los $12.000 a $5.000 público general. Precios Especiales Tercera edad $5.000 platea baja y $6.000 platea alta. Estudiantes desde $ 1.500. Venta a través del sistema ticketek y en boletería del teatro (Providencia 043, Metro Baquedano). Más info: www.ceac.uchile.cl

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