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775 millones de personas permanecen en el analfabetismo

En el Día Mundial de la Alfabetización, Unesco entregó estadísticas que demuestran que en once países la alfabetización no supera a la mitad de la población, especialmente en África y Asia. En Chile hay más de 450 mil personas que no saben leer ni escribir, pero entre los especialistas preocupa la falta de comprensión de gran parte de la población: "En la práctica, son analfabetos", dicen.

Rodrigo Alarcón

  Viernes 7 de septiembre 2012 18:52 hrs. 
alfabtismo

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775,4 millones personas en el mundo son analfabetos, de acuerdo a datos presentados por Unesco en el marco del Día Mundial de la Alfabetización, que se celebra este sábado 8 de septiembre.

Estadísticas que corresponden al año 2010 indican que entre los analfabetos, 122,2 millones son jóvenes entre 15 y 24 años y que el 64 por ciento son mujeres.

Los menores índices de alfabetización se encuentran en el África subsahariana y en el sur y oeste de Asia, donde once países no superan el 50 por ciento: Benin, Burkina Faso, Chad, Etiopía, Gambia, Guinea, Haití, Mali, Níger, Senegal y Sierra Leona. En Latinoamérica y el Caribe, en tanto, se registra más de un 90 por ciento.

Juan Cruz Perusia, asesor regional para América Latina y el Caribe del Instituto de Estadística de la Unesco, señaló que las cifras representan una mejoría respecto a años anteriores y que las proyecciones para 2015 indican que el escenario más complicado es África, donde difícilmente se supere el 75 por ciento de alfabetización.

“La causa principal es el acceso deficiente de los niños y jóvenes a los sistemas educativos, porque una persona que no pasa por la escuela, normalmente, termina siendo analfabeta. Si bien luego, muchas veces, se implementan planes para abordar este tema e intentar solucionarlo cuando las personas son adultas, esto es totalmente insuficiente. En la medida que un sistema educativo no esté permitiendo el acceso de los niños a la educación, obviamente estos niños que no acceden van a ser los futuros analfabetos. Este es el tema clave”, aseguró.

Sin embargo, los especialistas hacen distinciones entre las personas que se consideran alfabetizadas. El concepto de “analfabeto funcional” se refiere a personas que aprendieron a leer y escribir en la enseñanza básica, pero que no poseen el nivel para desenvolverse de buena forma en la sociedad.

Juan Cruz Perusia consideró que es más precisa la idea de nivel en las competencias en alfabetización, que rompe con la dicotomía de dos grupos absolutamente definidos: “Una persona perfectamente puede ser muy buena leyendo carteles o señales cortas y tener dificultades con otro tipo de textos. Puede utilizar bien los números y no saber leer. O saber leer y no escribir. Entonces todos esos temas de la funcionalidad los da el contexto en que la persona se desenvuelve, combinado con sus propias capacidades”, explicó.

Según el representante de Unesco, esto “es un problema en la mayoría de los países del mundo, porque la población adulta, aun pasando por los sistemas educativos, con el tiempo va perdiendo estas capacidades de manejarse de manera correcta en contextos en que requiere elevadas competencias de alfabetización. Por eso, antes que cifras de analfabetos versus alfabetizados, la alfabetización funcional implica mirar el alfabetismo como un tema más continuo y algo que no se puede erradicar, sino que implica mejorar estas capacidades”.

En Chile, los datos más recientes -correspondientes a la encuesta Casen 2009- indican que un 3,5 por ciento de la población es analfabeta. Es decir, 452.314 personas.

A esto hay que añadir que de acuerdo a la prueba Pisa, un 30 por ciento de los estudiantes chilenos no alcanza el nivel de comprensión lectora que se establece como mínimo para que una persona participe efectiva y productivamente en la sociedad.

El decano de la Facultad de Educación de la Universidad Alberto Hurtado, Juan Eduardo García-Huidobro, dijo que “hay como dos pisos en la alfabetización. Si uno mira los semianalfabetos, gente que no terminó enseñanza básica y no hizo al menos uno o dos años de enseñanza media, en la práctica, son analfabetos. Es gente que tiene un alfabetismo tan precario, que no le sirve para convivir en la sociedad. No le sirve suficientemente para informarse, trabajar, etc. Entonces si uno junta analfabetismo con completación de estudios, el número que tenemos es grande y vale la pena hacer algo importante”.

En este sentido, Juan Eduardo García-Huidobro apuntó a la educación permanente como un objetivo que debe hacerse efectivo en el mundo del trabajo, de la sociedad civil y también desde el ministerio de Educación.

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