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Panorama dieciochero: Un paseo por Casablanca

Para aquellos que durante estos días feriados o para el fin de semana quieren salir de la capital, he aquí una propuesta interesante: Arrancarse por el día a Casablanca. A solo 45 minutos de Santiago se encuentra este hermoso valle, territorio de algunos de los vinos más ricos de nuestro país y cuyas viñas vale la pena conocer.

Antonella Estévez

  Lunes 17 de septiembre 2012 9:53 hrs. 
RUTA DEL VINO

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Para aquellos que durante estos días feriados o para el fin de semana quieren salir de la capital, he aquí una propuesta interesante: Arrancarse por el día a Casablanca. A solo 45 minutos de Santiago se encuentra este hermoso valle, territorio de algunos de los vinos más ricos de nuestro país y cuyas viñas vale la pena conocer.

La primera vez que visitamos Casablanca lo hicimos con el objetivo de llenar los ojos de verde y probar ricos vinos,  y nos sorprendió que en una de las viña que visitamos les resultara llamativo a los que trabajaban allí, que un par de chilenos quisieran hacer el tour. “Casi no vienen chilenos” nos dijeron, “¿Pero cómo?”, dije yo,” si está tan cerca y es tan rico”. Las siguientes visitas a diversos viñedos de la zona han confirmado esta impresión los chilenos, especialmente los santiaguinos, no aprovechamos la maravilla que tenemos tan cerca. Por eso acá les propongo tres datos para ver si los seduzco a agarrar el auto y hacer la prueba…

1. Emiliana Viñedos: Esta viña se caracteriza por sus viñedos orgánicos y sus vinos accesibles. Y aunque en Casablanca sólo están las vides, y no la fabrica con todo el aparataje para hacer el vino, de todas maneras el paseo es interesante. La construcción que alberga la sala de ventas es arquitectónicamente muy interesante y está situada en medio de estas viñas diseñadas desde la lógica orgánica y biodinámica.

Nosotros tomamos el tour de $12.000 que incluye un paseo por la viña con un guía que va indicando en terreno que significa que el viñedo sea orgánico y biodinámico. Allí uno entiende, por ejemplo, la presencia de gallinas, llamas y otros, que permiten la creación de este microsistema que protege y alimenta las vides. También se le puede dar una mirada a los compuestos que definen la lógica biodinámica de esta viña y una mirada al huerto de los trabajadores. Este tour incluía también una degustación de cuatro vinos reserva y gran reserva acompañados de queso o chocolate, nosotros pedimos uno y uno, hay que reconocer que los chocolates, los quesos, el vino, el maridaje y la atención estuvieron excelentes.

2. Casas del Bosque: Esta fue la primera viña que visitamos en Casablanca hace un par de años, fuimos en invierno, así que el año pasado repetimos en primavera. Casas del Bosque es una viña que produce sólo vinos reservas y hacia arriba, con un restaurante lujoso y sofisticado y con un tour que incluye un paseo por todo el proceso que vive la uva para transformarse en vino, desde la viña hasta las barricas de roble. Sólo llegar a la viña es una experiencia, ya que no se ubica en los laterales de la ruta 68, sino que hay que entrar al pueblo de Casablanca, atravesarlo y encontrar el camino que lleva a la viña, que en todo caso está bastante señalizado. La viña misma es una belleza, he escuchado que acá –al igual que en Emiliana- se puede solicitar hacer picnic, una idea que suena de lo más seductora. Uno de los puntos altos de esta visita es la cata, dependiendo del costo se pueden probar cuatro estupendos vinos reserva y gran reserva de Casas del Bosque o cinco, incluyendo uno de sus vinos premiums, de eso que cuestan sobre los $40.000 por lo que las posibilidades de probarlos son escasos y hay que aprovecharlos. Especial atención merecen la selección “Pequeños Viñedos” de esta marca. Una delicia. Más información aquí

3. William Cole: Reconozco que a William Cole le tengo un cariño especial porque el primer Pinot Noir que probé era de ellos y hasta hoy lo recuerdo con una sonrisa. Son vinos que no se encuentran regularmente y por lo mismo tenía muchas ganas de conocer la viña y lo hice hace algunos meses. Andábamos de guías turísticos para un par de amigos argentinos que pasaban por Santiago, y obviamente los quise llevar a conocer Casablanca. Después de un delicioso almuerzo en Macerado partimos para William Cole y como no había nadie más, tuvimos que esperar un buen rato para que nos atendieran, lo que ante el hermoso jardín y la agradable vista no fue para nada desagradable. Acá nos dieron la opción de hacer una cata de cuatro vinos reserva por $3.500 o cuatro vinos gran reserva por $7.000, como éramos cuatro pedimos dos y dos, así probábamos todos de todo y con satisfactorio resultado, ya que cada uno de los vinos era de buen nivel, un par de ellos excelentes, mis favoritos: el Bill Chardonnay 2009 y el Winemaker blend Reserva Especial. Sofia, la chica que estaba a cargo de la sala de ventas fue muy paciente y amable contestando todas las preguntas y dejándonos sacar todas las fotos que quisimos. En resumen, mis amigos quedaron encantados y yo me llevé para la casa varias botellas que abriré en su momento.

Si todo lo anterior, no son suficientes argumentos, atención con la última línea. Cuando uno visita una viña una de las partes más interesantes son siempre las salas de venta que nos dan la oportunidad de comprar vinos raros, y no tan raros, a excelentes precios. Denle una vuelta y la próxima vez que tengan un día libre, consideren arrancarse a Casablanca.

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