Denuncian discriminación en admisión de extranjeros que ingresan por Aeropuerto de Santiago
Organizaciones no gubernamentales que apoyan a inmigrantes acusaron arbitrariedad por parte de autoridades policiales contra 16 extranjeros que pretendían ingresar a Chile como turistas y fueron reembarcados de regreso por no poseer el dinero suficiente para residir en el país. Esta situación, según denuncian, no es aislada y refleja que la normativa es arbitraria y discriminadora.
Viernes 21 de septiembre 2012 20:33 hrs.
El pasado 17 de septiembre, diez colombianos, cinco peruanos y un estadounidense fueron reembarcados a sus países por no cumplir con la cantidad de dinero suficiente exigida a un turista.
La legislación, redactada durante la dictadura militar, obliga a que cada persona que visita Chile tenga al menos 30 dólares por cada día que visitará el país, para así evitar que se conviertan en una carga social para el Estado.
Quien debe determinar si alguien puede entrar o no es el Departamento de Extranjería y Polícía Internacional.
El jefe de turno del Aeropuerto de Santiago, comisario Cristián Villalobos, justificó esa decisión planteando que los ciudadanos extranjeros fueron reembarcados debido a que no portaban una cantidad de dinero suficiente que les permitiera residir en Chile: “Al momento de hacer su chequeo de control migratorio se les hace una entrevista y se les pregunta cuáles son los motivos de su ingreso al país. En la gran mayoría de los casos dicen que vienen como turistas, pero muchos no cumplen los requisitos porque ni siquiera tienen una cantidad mínima de dinero que les permita ingresar al país”, dijo.
Ante este caso, el presidente del Comité de Refugiados Peruanos en Chile, Rodolfo Noriega, manifestó su profundo malestar y explicó que muchos extranjeros vienen a Chile a visitar a familiares y han sido reembarcados con ese argumento: “Hay muchos inmigrantes que tienen familia y vienen a visitar a sus seres queridos, no necesariamente vienen con recursos. Acá se le da la potestad de regular la migración a un funcionario policial, que lo va a hacer conforme se le antoje”, cuestionó.
Noriega agregó además que en el caso de ciudadanos haitianos, prácticamente a ninguno se le deja ingresar a territorio chileno y ya hay varios casos de expulsiones arbitrarias de personas de esa nacionalidad.
La coordinadora de la ONG Pro Andes Chile, Carolina Huatay, criticó la normativa chilena y recordó que tiene un origen autoritario: “La falta de una ley migratoria hace que todavía nos mantengamos con el reglamento. Eso significa que se entiende por una bolsa de viaje alrededor de 30 dólares por día. Como siempre, la Policía Internacional deja mucho a criterio y arbitrariamente el ingreso de ciudadanos extranjeros al país”, sostuvo.
Hace meses el Gobierno anunció que estudia el envío al Congreso de un proyecto de reforma de legislación migratoria chilena. Organizaciones no gubernamentales y grupos de refugiados en Chile temen que el nuevo cuerpo legal sea de un corte meramente economicista y represivo con personas de procedencia latinoamericana.
El pasado 17 de septiembre, diez colombianos, cinco peruanos y un estadounidense fueron reembarcados a sus países por no cumplir con la cantidad de dinero suficiente exigida a un turista.
La legislación, redactada durante la dictadura militar, obliga a que cada persona que visita Chile tenga al menos 30 dólares por cada día que visitará el país, para así evitar que se conviertan en una carga social para el Estado.
Quien debe determinar si alguien puede entrar o no es el Departamento de Extranjería y Polícía Internacional.
El jefe de turno del Aeropuerto de Santiago, comisario Cristián Villalobos, justificó esa decisión planteando que los ciudadanos extranjeros fueron reembarcados debido a que no portaban una cantidad de dinero suficiente que les permitiera residir en Chile: “Al momento de hacer su chequeo de control migratorio se les hace una entrevista y se les pregunta cuáles son los motivos de su ingreso al país. En la gran mayoría de los casos dicen que vienen como turistas, pero muchos no cumplen los requisitos porque ni siquiera tienen una cantidad mínima de dinero que les permita ingresar al país”, dijo.
Ante este caso, el presidente del Comité de Refugiados Peruanos en Chile, Rodolfo Noriega, manifestó su profundo malestar y explicó que muchos extranjeros vienen a Chile a visitar a familiares y han sido reembarcados con ese argumento: “Hay muchos inmigrantes que tienen familia y vienen a visitar a sus seres queridos, no necesariamente vienen con recursos. Acá se le da la potestad de regular la migración a un funcionario policial, que lo va a hacer conforme se le antoje”, cuestionó.
Noriega agregó además que en el caso de ciudadanos haitianos, prácticamente a ninguno se le deja ingresar a territorio chileno y ya hay varios casos de expulsiones arbitrarias de personas de esa nacionalidad.
La coordinadora de la ONG Pro Andes Chile, Carolina Huatay, criticó la normativa chilena y recordó que tiene un origen autoritario: “La falta de una ley migratoria hace que todavía nos mantengamos con el reglamento. Eso significa que se entiende por una bolsa de viaje alrededor de 30 dólares por día. Como siempre, la Policía Internacional deja mucho a criterio y arbitrariamente el ingreso de ciudadanos extranjeros al país”, sostuvo.
Hace meses el Gobierno anunció que estudia el envío al Congreso de un proyecto de reforma de legislación migratoria chilena. Organizaciones no gubernamentales y grupos de refugiados en Chile temen que el nuevo cuerpo legal sea de un corte meramente economicista y represivo con personas de procedencia latinoamericana.
El pasado 17 de septiembre, diez colombianos, cinco peruanos y un estadounidense fueron reembarcados a sus países por no cumplir con la cantidad de dinero suficiente exigida a un turista.
La legislación, redactada durante la dictadura militar, obliga a que cada persona que visita Chile tenga al menos 30 dólares por cada día que visitará el país, para así evitar que se conviertan en una carga social para el Estado.
Quien debe determinar si alguien puede entrar o no es el Departamento de Extranjería y Polícía Internacional.
El jefe de turno del Aeropuerto de Santiago, comisario Cristián Villalobos, justificó esa decisión planteando que los ciudadanos extranjeros fueron reembarcados debido a que no portaban una cantidad de dinero suficiente que les permitiera residir en Chile: “Al momento de hacer su chequeo de control migratorio se les hace una entrevista y se les pregunta cuáles son los motivos de su ingreso al país. En la gran mayoría de los casos dicen que vienen como turistas, pero muchos no cumplen los requisitos porque ni siquiera tienen una cantidad mínima de dinero que les permita ingresar al país”, dijo.
Ante este caso, el presidente del Comité de Refugiados Peruanos en Chile, Rodolfo Noriega, manifestó su profundo malestar y explicó que muchos extranjeros vienen a Chile a visitar a familiares y han sido reembarcados con ese argumento: “Hay muchos inmigrantes que tienen familia y vienen a visitar a sus seres queridos, no necesariamente vienen con recursos. Acá se le da la potestad de regular la migración a un funcionario policial, que lo va a hacer conforme se le antoje”, cuestionó.
Noriega agregó además que en el caso de ciudadanos haitianos, prácticamente a ninguno se le deja ingresar a territorio chileno y ya hay varios casos de expulsiones arbitrarias de personas de esa nacionalidad.
La coordinadora de la ONG Pro Andes Chile, Carolina Huatay, criticó la normativa chilena y recordó que tiene un origen autoritario: “La falta de una ley migratoria hace que todavía nos mantengamos con el reglamento. Eso significa que se entiende por una bolsa de viaje alrededor de 30 dólares por día. Como siempre, la Policía Internacional deja mucho a criterio y arbitrariamente el ingreso de ciudadanos extranjeros al país”, sostuvo.
Hace meses el Gobierno anunció que estudia el envío al Congreso de un proyecto de reforma de legislación migratoria chilena. Organizaciones no gubernamentales y grupos de refugiados en Chile temen que el nuevo cuerpo legal sea de un corte meramente economicista y represivo con personas de procedencia latinoamericana.
