A pesar de la violencia que el jueves dejó 225 muertos, según una organización no gubernamental (ONG), las manifestaciones para exigir por enésima vez la partida de Bashar al Asad fueron previstas a la salida de las mezquitas luego de la plegaria semanal del mediodía, como todos los viernes desde el comienzo del conflicto, hace 18 meses.

“Los bien amados del profeta en Siria son masacrados” es el lema de esta jornada. Esta alusión al profeta Mahoma no es fortuita, pues en los países musulmanes se registran violentas manifestaciones contra un vídeo de carácter islamófobo y caricaturas del profeta publicadas por un semanario francés.

Luego de dos meses de combates encarnizados en Alepo, los rebeldes y las tropas del régimen continuaban luchando por controlar esta gran metrópolis estratégica.

Según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), los enfrentamientos tenían lugar alrededor del cuartel de Hanano y los helicópteros militares ametrallaban al sector. También se registraban choques en numerosos barrios de Alepo, acompañados por intensos bombardeos de artillería pesada.

En el otrora atestado mercado de la Ciudad Vieja, los comercios habían bajado sus cortinas. Los insurgentes se habían apostado en las encrucijadas de la maraña de callejuelas, que eran sobrevoladas por helicópteros, constató la AFP.

Cerca de Alepo se registraban combates en el sector del aeropuerto militar de Managh, agregó esta ONG, que señaló la muerte de más de 50 personas la víspera en la violencia en la provincia del mismo nombre.

En Damasco, una violenta explosión que aparentemente se debió a un coche bomba fue escuchada en Dumar al Balad, seguida de intensos tiroteos, agregó la OSDH, sin señalar víctimas. Algunos barrios del sur de Damasco fueron declarados “siniestrados” por la oposición después de dos meses de violentos combates.

Según la agencia oficial Sana, el ejército sirio descubrió 25 cuerpos maniatados y con los ojos vendados enterrados en una fosa común en Qadam, en el sur de Damasco, que han sido declarados “siniestrados” por la oposición tras meses de violentos combates.

Sana acusó de la matanza a “grupos terroristas”.

En la provincia de Homs (centro), devastada por la violencia, un civil murió en los bombardeos de la ciudad de Rastan. En el este del país, un barrio de Deir Ezzor era bombardeado por las tropas.

En el sur, la provincia de Deraa, donde el 15 de marzo de 2011 comenzó el movimiento pacífico de contestación, antes de militarizarse debido a la represión del régimen, se registraron nuevos actos de violencia con el bombardeo de la localidad de Dael, indicó la OSDH.

Por otra parte, tres miembros de un grupo de la oposición con sede en Siria fueron secuestrados cerca de Damasco. Dos de ellos regresaban de una visita a China, indicaron el Comité de Coordinación por el Cambio Nacional y Democrático (CCCND) y la OSDH.

Se trata del director del buró de relaciones exteriores, Abdel Aziz Jayer, un miembro del buró ejecutivo, Iyas Ayash, y un tercer miembro de la organización, Maher Tahan, quien fue al aeropuerto para recibir a la delegación, explicó el grupo en un comunicado, agregando que desconocía el paradero de los tres opositores.

El jueves murieron 225 personas en el país: 140 civiles, 39 insurgentes y 46 soldados, según la OSDH, que se basa en informaciones proporcionadas por una amplia red de militantes y de médicos.

En los 18 meses de revuelta contra el régimen, que se convirtió en guerra civil, murieron unas 29.000 personas, 20.755 de las cuales eran civiles, según la OSDH.

No se percibe una solución a este conflicto debido a la determinación de los beligerantes y a las divisiones en la comunidad internacional.

En una entrevista que será publicada este viernes por el semanario egipcio Al Ahram al Arabi, Asad reiteró que sus fuerzas vencerán “a los terroristas”, armados y apoyados según él por Arabia Saudita, Qatar y Turquía.

Riad y Doha “súbitamente tuvieron dinero en sus manos luego de un prolongado período de pobreza y creen que con él pueden comprar la Historia y un papel regional”, denunció, al tiempo que acusaba a Turquía de soñar con un “nuevo Imperio Otomano”.

El Programa Alimentario Mundial de la ONU pidió que se mejore el acceso a las regiones más afectadas de Siria, ante el incremento de las necesidades de alimentos, medicinas y refugios a causa de la escalada de la violencia. El objetivo es ayudar a 1,5 millones de personas este mes.

Unas 250.000 personas escaparon de Siria a causa del conflicto y se refugiaron en los países vecinos –Turquía, Líbano, Jordania e Irak– mientras que dos millones fueron desplazados en el interior del país, según la ONU.