Un incremento de alrededor de un 50 por ciento registró para estas elecciones municipales la inscripción como candidatos de menores de 35 años, totalizando cerca de un 15 por ciento de la cantidad total de aspirantes en el país.
El aumento ha ido de la mano, según los especialistas, de las movilizaciones estudiantiles que han obligado a los partidos políticos a utilizar a figuras que tengan una mayor cercanía con sectores más jóvenes.
Los partidos con mayor cantidad de cantidades sub 35 son el PRO, de Marco Enríquez-Ominami, la UDI y el PPD, que destaca dentro de los partidos de la Concertación.
Para el académico de la Universidad Diego Portales, Fernando García, los partidos políticos buscan entregar una señal de representatividad con estos candidatos: “Los binominales están anclados dentro de esta estructura de poder, que es muy lógica, porque cuando tienes el poder tratas de no alterar las condiciones que te diste para construir ese poder, no las quieres cambiar. En esta contradicción de una sociedad que empieza a pulsar y hacer fuerza por cambios, ellos ceden estos pequeños espacios para no generar un mayor ambiente de crisis. Es como las ollas a presión: para aliviar un poquito la tensión y que no termine reventando la olla”, dijo.
Por su parte, la académica del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, María Cristina Escudero, sostiene que “una sola medida nunca es suficiente, pero es un paso”.
“Esto tiene dos caras: una es el interés de los sectores más jóvenes y la otra es el incentivo que tienen los partidos para presentar a candidatos más jóvenes. La inscripción automática y el voto voluntario obviamente son un incentivo a los partidos para ampliar la oferta, pero vamos a ver cómo se comporta el electorado y a quién va a privilegiar con su voto, porque eso va a determinar mucho el comportamiento electoral futuro”, explicó.
Para el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC), Noam Titelman, la renovación pasa por las ideas y no por la edad: “Hace falta juventud en la política, pero hay muchos jóvenes de 18 y también de 80. Y de la misma manera, hay muchos ancianos de 18. Cuando hablamos de la necesidad de renovar la política no solo es un tema de las edades de quienes participan, sino también renovar las ideas, visiones y prácticas. Por lo tanto, habrá que ver, además del grupo etario al que pertenezcan, cuántos de esos candidatos están dispuestos también a jugársela por esos cambios”, dijo.
A juicio de los analistas, existe una responsabilidad directa además de los medios de comunicación tradicionales, que privilegian a representantes de los partidos políticos binominales y no a nuevos referentes que puedan estar más a tono con las ideas y necesidades de la ciudadanía.
Un incremento de alrededor de un 50 por ciento registró para estas elecciones municipales la inscripción como candidatos de menores de 35 años, totalizando cerca de un 15 por ciento de la cantidad total de aspirantes en el país.
El aumento ha ido de la mano, según los especialistas, de las movilizaciones estudiantiles que han obligado a los partidos políticos a utilizar a figuras que tengan una mayor cercanía con sectores más jóvenes.
Los partidos con mayor cantidad de cantidades sub 35 son el PRO, de Marco Enríquez-Ominami, la UDI y el PPD, que destaca dentro de los partidos de la Concertación.
Para el académico de la Universidad Diego Portales, Fernando García, los partidos políticos buscan entregar una señal de representatividad con estos candidatos: “Los binominales están anclados dentro de esta estructura de poder, que es muy lógica, porque cuando tienes el poder tratas de no alterar las condiciones que te diste para construir ese poder, no las quieres cambiar. En esta contradicción de una sociedad que empieza a pulsar y hacer fuerza por cambios, ellos ceden estos pequeños espacios para no generar un mayor ambiente de crisis. Es como las ollas a presión: para aliviar un poquito la tensión y que no termine reventando la olla”, dijo.
Por su parte, la académica del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, María Cristina Escudero, sostiene que “una sola medida nunca es suficiente, pero es un paso”.
“Esto tiene dos caras: una es el interés de los sectores más jóvenes y la otra es el incentivo que tienen los partidos para presentar a candidatos más jóvenes. La inscripción automática y el voto voluntario obviamente son un incentivo a los partidos para ampliar la oferta, pero vamos a ver cómo se comporta el electorado y a quién va a privilegiar con su voto, porque eso va a determinar mucho el comportamiento electoral futuro”, explicó.
Para el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC), Noam Titelman, la renovación pasa por las ideas y no por la edad: “Hace falta juventud en la política, pero hay muchos jóvenes de 18 y también de 80. Y de la misma manera, hay muchos ancianos de 18. Cuando hablamos de la necesidad de renovar la política no solo es un tema de las edades de quienes participan, sino también renovar las ideas, visiones y prácticas. Por lo tanto, habrá que ver, además del grupo etario al que pertenezcan, cuántos de esos candidatos están dispuestos también a jugársela por esos cambios”, dijo.
A juicio de los analistas, existe una responsabilidad directa además de los medios de comunicación tradicionales, que privilegian a representantes de los partidos políticos binominales y no a nuevos referentes que puedan estar más a tono con las ideas y necesidades de la ciudadanía.
Un incremento de alrededor de un 50 por ciento registró para estas elecciones municipales la inscripción como candidatos de menores de 35 años, totalizando cerca de un 15 por ciento de la cantidad total de aspirantes en el país.
El aumento ha ido de la mano, según los especialistas, de las movilizaciones estudiantiles que han obligado a los partidos políticos a utilizar a figuras que tengan una mayor cercanía con sectores más jóvenes.
Los partidos con mayor cantidad de cantidades sub 35 son el PRO, de Marco Enríquez-Ominami, la UDI y el PPD, que destaca dentro de los partidos de la Concertación.
Para el académico de la Universidad Diego Portales, Fernando García, los partidos políticos buscan entregar una señal de representatividad con estos candidatos: “Los binominales están anclados dentro de esta estructura de poder, que es muy lógica, porque cuando tienes el poder tratas de no alterar las condiciones que te diste para construir ese poder, no las quieres cambiar. En esta contradicción de una sociedad que empieza a pulsar y hacer fuerza por cambios, ellos ceden estos pequeños espacios para no generar un mayor ambiente de crisis. Es como las ollas a presión: para aliviar un poquito la tensión y que no termine reventando la olla”, dijo.
Por su parte, la académica del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, María Cristina Escudero, sostiene que “una sola medida nunca es suficiente, pero es un paso”.
“Esto tiene dos caras: una es el interés de los sectores más jóvenes y la otra es el incentivo que tienen los partidos para presentar a candidatos más jóvenes. La inscripción automática y el voto voluntario obviamente son un incentivo a los partidos para ampliar la oferta, pero vamos a ver cómo se comporta el electorado y a quién va a privilegiar con su voto, porque eso va a determinar mucho el comportamiento electoral futuro”, explicó.
Para el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC), Noam Titelman, la renovación pasa por las ideas y no por la edad: “Hace falta juventud en la política, pero hay muchos jóvenes de 18 y también de 80. Y de la misma manera, hay muchos ancianos de 18. Cuando hablamos de la necesidad de renovar la política no solo es un tema de las edades de quienes participan, sino también renovar las ideas, visiones y prácticas. Por lo tanto, habrá que ver, además del grupo etario al que pertenezcan, cuántos de esos candidatos están dispuestos también a jugársela por esos cambios”, dijo.
A juicio de los analistas, existe una responsabilidad directa además de los medios de comunicación tradicionales, que privilegian a representantes de los partidos políticos binominales y no a nuevos referentes que puedan estar más a tono con las ideas y necesidades de la ciudadanía.
