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Gane entradas: Ballet Nacional Chileno vuelve a escena con obras de sus propios bailarines

Este jueves 27 el BANCH inicia el tercer ciclo de su temporada con el estreno de "El color del cuerpo" y "Cuaderno de composición", creadas por sus bailarines y coreógrafos, Carolina Bravo y Cristian Contreras. Las funciones se extienden hasta el jueves 13 de octubre y los jueves hay precios populares. Gane invitaciones dobles acá.

CEAC Universidad de Chile

  Martes 25 de septiembre 2012 8:28 hrs. 
Josselyn Morrison y Jorge Carreño foto Stephanie Cabrera

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Por primera vez el tercer ciclo del Ballet Nacional Chileno estará a cargo de dos creadores de la propia compañía. “El color del cuerpo”, de Carolina Bravo, y “Cuaderno de composición”, de Cristian Contreras, serán estrenadas este jueves 27 de septiembre.

Ambos han destacado como intérpretes solistas y ahora mostrarán al público su faceta creadora como coreógrafos invitados del Tercer Ciclo de la Temporada 2012, un programa doble que estará en cartelera hasta el 13 de octubre, a las 20:00 horas (domingo 19 hrs.), en el Teatro Universidad de Chile.  Los jueves son “populares” con entradas 2×1.

La oportunidad de trabajar como coreógrafos con su propia compañía surgió de un interés personal y de la acogida que brindaron a la idea los bailarines del BANCH,  el director artístico de la compañía, Gigi Caciuleanu y el director del Centro de  Extensión Artística y Cultural (CEAC), Ernesto Ottone. Este apoyo se convirtió en una convocatoria a los bailarines de la compañía interesados en crear una obra para el BANCH. Desde el instante que supieron que sus obras eran las elegidas, (septiembre de 2011) comenzaron a trabajar en sus proyectos.

Carolina Bravo convocó a sus compañeros para que, con su oficio, aportaran lo suyo: “No me complica estar en el rol de coreógrafa, me parece bello porque aun siendo pares, verlos bailar me motiva para generar una coreografía. La diferencia es que ahora se están entregando como un material para mi trabajo coreográfico. Esa entrega me conmueve y a la vez provoca la posibilidad de que yo, que soy sólo una compañera suya, pueda abrir un poco más sus cuerpos y dar cuenta de lo que veo en ellos”, manifiesta.

Para Cristian Contreras, la experiencia “ha sido vertiginosa y motivadora. Primero tengo sentimientos de mucha admiración por todos mis compañeros porque son buenos bailarines y también en su faceta humana. Me emociona la disposición que tiene cada uno de ellos, han sido muy generosos en este proceso”.

Cuerpos, colores, voces y electroacústica

Carolina Bravo afirma que “El color del cuerpo” nace de una idea sencilla: percibir el cuerpo como nuestra identidad. “El lugar que soy en este mundo, por el que me reconocen y con el que me relaciono; ese gesto, aquella manera de mirar, de moverse. Cada uno de nosotros puede hacer brillar su color, único, singular, propio. Y querer danzar esos colores, es también dejar su huella sencilla y efímera”, explica sobre el concepto de su obra.

Agrega que su motivación para hacer esta obra es su deseo de trabajar con sus compañeros: “Me parece exquisito referirme a sus cuerpos, pero no sólo al físico. Estoy hablando de la persona que habita en esos cuerpos que, además, generan un solo cuerpo, una compañía de danza. Intento revelar lo que veo, con mis límites, porque no lo puedo ver todo, pero me interesa decirlo porque encuentro que es precioso”, dice.

Para desarrollar su proyecto coreográfico, solicitó música original al compositor José Miguel Candela, quien escribió una obra para voces y electroacústica especialmente para este ballet: “Esto le da una textura muy humana a la coreografía. Para mí es valiosísimo trabajar con él y apreciar como traduce en sonoridad mis ideas; como va creando atmósferas que tienen cualidades, colores distintos. Tuvimos que elegir dos voces, masculina y femenina, en diálogo con la electroacústica. Son las de Patricia Pino y José Miguel Candela”, detalla.

Única y particular caligrafía

Cristian Contreras “escribe” en su “Cuaderno de composición” una historia personal y lo hace de manera simple, porque siente que se ha perdido ese valor en el arte, donde todo se tiende a complejizar: “Mi búsqueda va por construir un nexo conmigo, mis compañeros, los artistas y el público”, explica.

“Cuaderno de composición -señala- es la historia de un hombre con una mujer y su relación con la vida.  Una historia que se proyecta de manera dinámica en escena en torno a música de Piazzolla, de Johann Sebastian Bach y música original escrita para la obra por Julio Pérez. Una historia donde el coreógrafo quiere que se note la idea de multiplicidad del ser humano. En algunos casos a través de una misma mujer en distintos estados y en otros, en una mujer multiplicada en otras diferentes”.

La idea de “Cuaderno de composición” surgió de su época escolar, en la que le gustaba mucho hacer caligrafía. Cristian Contreras asocia esa experiencia al componer esta obra con su propia caligrafía: “La necesidad de crear nos llama a sacarle punta al lápiz, para escribir nuestras propias líneas alimentados, por cierto, de la experiencia de haber sido instrumento noble de no pocos creadores. Esta retroalimentación existe, vive y nos hace parte de la perfectibilidad como ser humano y principalmente como artista, pero, a fin de cuentas lo que quiero escribir ahora  es mi  única y particular caligrafía”, expresa.

Coreógrafos y bailarines

Intérpretes, coreógrafos y profesores de danza, Carolina Bravo y Cristian Contreras integran el Ballet Nacional Chileno como solistas desde 2003 y 2001, respectivamente.

Ambos han participado en la mayoría de los montajes de danza de la compañía, obteniendo el Premio Altazor como Mejores Bailarines el año 2007: ella por la obra “Colores” y él por “Valparaíso Vals”, las dos de Gigi Caciuleanu.

Carolina Bravo se formó en la Academia de Humanismo Cristiano con el recordado maestro Patricio Bunster, quien fue primer bailarín y director del BANCH. Desde 1996 ha bailado bajo distintas direcciones en varias compañías independientes como Otux, De ree, Movimiento y Colectivo de Arte La Vitrina.

Cristián Contreras inició su carrera como bailarín con el grupo Karas y luego realizó sus estudios formales en la Escuela de Danza del Teatro Municipal, llegando a integrar el Ballet Contemporáneo de Santiago y el Ballet de Cámara de esa compañía.

Entradas desde $2.000 a $6.000 público general; estudiantes desde $1.500. Venta en ticketek.cl y en boletería del teatro (Providencia 043, Metro Baquedano, fonos 9782480-81). Jueves populares con entradas 2×1.

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