Bárbara Figueroa, Presidenta de la CUT:
“Debemos avanzar hacia el voto universal en las elecciones de la CUT”
Partidaria de una asamblea constituyente, asegura también que una convergencia de toda la oposición en las elecciones presidenciales depende un acuerdo programático, más allá del nombre de Michelle Bachelet.
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Miércoles 26 de septiembre 2012 20:32 hrs.
Primera mujer que alcanza la presidencia de la principal organización sindical chilena, la profesora Bárbara Figueroa, militante comunista, es firme partidaria de una política amplia de convergencia social y política para las elecciones presidenciales y parlamentarias, “pero en torno a plataformas programáticas más que respecto a nombres. Si es Bachelet u otro no es el punto, porque eso debe resolverse con la gente sobre la base de acuerdos programáticos, y las organizaciones sociales deben mantener su autonomía para vigilar esos procesos”, afirma enfática.
Partidaria de una asamblea constituyente y dispuesta a dialogar con el mundo social y político sin exclusiones, desdramatiza la permanencia del anterior presidente de la organización en la actual directiva. “La CUT es más importante que una persona y la presencia de Arturo Martínez en el consejo directivo no implica que la CUT no puede cambiar. La mayoría de nosotros no somos precisamente la continuidad, pero en el consejo deben estar representadas las fuerzas reales de la organización y él sacó un número importante de votos”, señala Bárbara Figueroa.
Atrás quedaron las denuncias de irregularidades en el proceso eleccionario y las fricciones con destacados dirigentes de su propia lista, como el dirigente de los trabajadores contratistas del cobre, Cristián Cuevas. Al respecto, Figueroa señala no preocuparse por la existencia de debates descarnados y profundos al interior de la central, más aún, asegura que todos están por avanzar en la unidad del movimiento sindical y que las discrepancias y diferencias son sanas en la medida que se mantenga el ideario y proyecto común.
“Nuestra preocupación actual es fortalecer la CUT, subir a la mesa la agenda de los trabajadores y reposicionar nuestra voz en el debate nacional. Para eso debemos conversar más con las organizaciones sociales, hacer una ofensiva con el mundo parlamentario, no encapsularnos, estar abiertos a servir a todos los trabajadores y sus intereses”, dice la presidenta de la CUT.
Los principales temas de esa agenda laboral son la sindicalización automática, derecho universal a negociación colectiva, derecho a huelga sin reemplazo, entre otros, así como un impulso decidido a ampliar los procesos de participación en las organizaciones adheridas a la CUT. “Debemos hacer mayores esfuerzos de democratización, avanzar hacia las CUT comunales, hacia el voto universal garantizado en los procesos eleccionarios. Yo soy partidaria del voto universal”, afirma.
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Primera mujer que alcanza la presidencia de la principal organización sindical chilena, la profesora Bárbara Figueroa, militante comunista, es firme partidaria de una política amplia de convergencia social y política para las elecciones presidenciales y parlamentarias, “pero en torno a plataformas programáticas más que respecto a nombres. Si es Bachelet u otro no es el punto, porque eso debe resolverse con la gente sobre la base de acuerdos programáticos, y las organizaciones sociales deben mantener su autonomía para vigilar esos procesos”, afirma enfática.
Partidaria de una asamblea constituyente y dispuesta a dialogar con el mundo social y político sin exclusiones, desdramatiza la permanencia del anterior presidente de la organización en la actual directiva. “La CUT es más importante que una persona y la presencia de Arturo Martínez en el consejo directivo no implica que la CUT no puede cambiar. La mayoría de nosotros no somos precisamente la continuidad, pero en el consejo deben estar representadas las fuerzas reales de la organización y él sacó un número importante de votos”, señala Bárbara Figueroa.
Atrás quedaron las denuncias de irregularidades en el proceso eleccionario y las fricciones con destacados dirigentes de su propia lista, como el dirigente de los trabajadores contratistas del cobre, Cristián Cuevas. Al respecto, Figueroa señala no preocuparse por la existencia de debates descarnados y profundos al interior de la central, más aún, asegura que todos están por avanzar en la unidad del movimiento sindical y que las discrepancias y diferencias son sanas en la medida que se mantenga el ideario y proyecto común.
“Nuestra preocupación actual es fortalecer la CUT, subir a la mesa la agenda de los trabajadores y reposicionar nuestra voz en el debate nacional. Para eso debemos conversar más con las organizaciones sociales, hacer una ofensiva con el mundo parlamentario, no encapsularnos, estar abiertos a servir a todos los trabajadores y sus intereses”, dice la presidenta de la CUT.
Los principales temas de esa agenda laboral son la sindicalización automática, derecho universal a negociación colectiva, derecho a huelga sin reemplazo, entre otros, así como un impulso decidido a ampliar los procesos de participación en las organizaciones adheridas a la CUT. “Debemos hacer mayores esfuerzos de democratización, avanzar hacia las CUT comunales, hacia el voto universal garantizado en los procesos eleccionarios. Yo soy partidaria del voto universal”, afirma.
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Primera mujer que alcanza la presidencia de la principal organización sindical chilena, la profesora Bárbara Figueroa, militante comunista, es firme partidaria de una política amplia de convergencia social y política para las elecciones presidenciales y parlamentarias, “pero en torno a plataformas programáticas más que respecto a nombres. Si es Bachelet u otro no es el punto, porque eso debe resolverse con la gente sobre la base de acuerdos programáticos, y las organizaciones sociales deben mantener su autonomía para vigilar esos procesos”, afirma enfática.
Partidaria de una asamblea constituyente y dispuesta a dialogar con el mundo social y político sin exclusiones, desdramatiza la permanencia del anterior presidente de la organización en la actual directiva. “La CUT es más importante que una persona y la presencia de Arturo Martínez en el consejo directivo no implica que la CUT no puede cambiar. La mayoría de nosotros no somos precisamente la continuidad, pero en el consejo deben estar representadas las fuerzas reales de la organización y él sacó un número importante de votos”, señala Bárbara Figueroa.
Atrás quedaron las denuncias de irregularidades en el proceso eleccionario y las fricciones con destacados dirigentes de su propia lista, como el dirigente de los trabajadores contratistas del cobre, Cristián Cuevas. Al respecto, Figueroa señala no preocuparse por la existencia de debates descarnados y profundos al interior de la central, más aún, asegura que todos están por avanzar en la unidad del movimiento sindical y que las discrepancias y diferencias son sanas en la medida que se mantenga el ideario y proyecto común.
“Nuestra preocupación actual es fortalecer la CUT, subir a la mesa la agenda de los trabajadores y reposicionar nuestra voz en el debate nacional. Para eso debemos conversar más con las organizaciones sociales, hacer una ofensiva con el mundo parlamentario, no encapsularnos, estar abiertos a servir a todos los trabajadores y sus intereses”, dice la presidenta de la CUT.
Los principales temas de esa agenda laboral son la sindicalización automática, derecho universal a negociación colectiva, derecho a huelga sin reemplazo, entre otros, así como un impulso decidido a ampliar los procesos de participación en las organizaciones adheridas a la CUT. “Debemos hacer mayores esfuerzos de democratización, avanzar hacia las CUT comunales, hacia el voto universal garantizado en los procesos eleccionarios. Yo soy partidaria del voto universal”, afirma.
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