Preocupación provocó en los institutos y Centros de Formación Técnica privados la decisión del Ministerio de Educación de no entregar becas y créditos a las instituciones que no se encuentren acreditadas, a partir del año 2013.
Situación que, a juicio de los CFT’s, redundará en el cierre de muchos institutos, lo que perjudicaría a cerca de 80 mil estudiantes que se encuentran matriculados en centros que no cuentan con estos certificados de calidad.
Rodrigo Cerda, presidente del Consejo Nacional de Instituciones Privadas de Educación Superior (Conifos), afirmó esta situación se origina debido a que el proceso de acreditación es muy caro para las instituciones medianas o pequeñas, por lo que han pedido ayuda para financiarlo.
“La crítica de nuestra parte pasa, fundamentalmente, por la falta de tiempo que le están dando a las instituciones y la falta de apoyo permanente a los CFT. Estamos hablando que un proceso de acreditación cuesta, a lo menos, unos 200 millones de pesos. Hemos planteado que el Estado y el Mineduc, debieran tener una política de apoyo a las instituciones y no de plantear que aquellas instituciones que no estén acreditadas tengan que cerrar”, explicó Cerda.
Según el académico del Observatorio Chileno de Políticas Educativas (Opech), Mario Sobarzo, este tema debiera abrir el debate sobre la creación de centros de formación estatales, ya que “el único que existe es en Lota y en el resto del país los estudiantes chilenos no tienen derecho a tener una educación pública de calidad, porque han sido expropiados de eso por un centralismo mal entendido, que es el centralismo del capital”
“Mientras eso no cambie vamos a seguir discutiendo por los proceso de acreditación, que ya sabemos cómo operan, lo hemos visto en el último tiempo en el proceso de la Universidad del Mar, la salida de algunos consejeros, etc. Es un sistema que está absolutamente colapsado”, sostuvo el especialista.
Sobarzo, agregó, que el hecho de que estos planteles no cuenten con los recursos para abrir un proceso de acreditación, habla de la calidad de enseñanza que se está entregando a sus estudiantes, que “no son los que ellos ofrecen”, remarcando que si no existe una mejoría en este aspecto, “discutir si ellos pueden o no acreditarse es hacerles un juego que no es relevante respecto al tema educativo”.
En la actualidad, hay 61 centros de formación técnica en funcionamiento, de los cuales sólo 11 se encuentran acreditados. Similar situación se vive en los institutos, ya que de las 42 instituciones en funcionamiento, 17 cuentan con el certificado de calidad.
Según informó el Mineduc, la medida afectará sólo a los matriculados a primer año, ya que los alumnos antiguos mantendrán el beneficio, siempre y cuando, cumplan con los requisitos académicos necesarios.
Preocupación provocó en los institutos y Centros de Formación Técnica privados la decisión del Ministerio de Educación de no entregar becas y créditos a las instituciones que no se encuentren acreditadas, a partir del año 2013.
Situación que, a juicio de los CFT’s, redundará en el cierre de muchos institutos, lo que perjudicaría a cerca de 80 mil estudiantes que se encuentran matriculados en centros que no cuentan con estos certificados de calidad.
Rodrigo Cerda, presidente del Consejo Nacional de Instituciones Privadas de Educación Superior (Conifos), afirmó esta situación se origina debido a que el proceso de acreditación es muy caro para las instituciones medianas o pequeñas, por lo que han pedido ayuda para financiarlo.
“La crítica de nuestra parte pasa, fundamentalmente, por la falta de tiempo que le están dando a las instituciones y la falta de apoyo permanente a los CFT. Estamos hablando que un proceso de acreditación cuesta, a lo menos, unos 200 millones de pesos. Hemos planteado que el Estado y el Mineduc, debieran tener una política de apoyo a las instituciones y no de plantear que aquellas instituciones que no estén acreditadas tengan que cerrar”, explicó Cerda.
Según el académico del Observatorio Chileno de Políticas Educativas (Opech), Mario Sobarzo, este tema debiera abrir el debate sobre la creación de centros de formación estatales, ya que “el único que existe es en Lota y en el resto del país los estudiantes chilenos no tienen derecho a tener una educación pública de calidad, porque han sido expropiados de eso por un centralismo mal entendido, que es el centralismo del capital”
“Mientras eso no cambie vamos a seguir discutiendo por los proceso de acreditación, que ya sabemos cómo operan, lo hemos visto en el último tiempo en el proceso de la Universidad del Mar, la salida de algunos consejeros, etc. Es un sistema que está absolutamente colapsado”, sostuvo el especialista.
Sobarzo, agregó, que el hecho de que estos planteles no cuenten con los recursos para abrir un proceso de acreditación, habla de la calidad de enseñanza que se está entregando a sus estudiantes, que “no son los que ellos ofrecen”, remarcando que si no existe una mejoría en este aspecto, “discutir si ellos pueden o no acreditarse es hacerles un juego que no es relevante respecto al tema educativo”.
En la actualidad, hay 61 centros de formación técnica en funcionamiento, de los cuales sólo 11 se encuentran acreditados. Similar situación se vive en los institutos, ya que de las 42 instituciones en funcionamiento, 17 cuentan con el certificado de calidad.
Según informó el Mineduc, la medida afectará sólo a los matriculados a primer año, ya que los alumnos antiguos mantendrán el beneficio, siempre y cuando, cumplan con los requisitos académicos necesarios.
Preocupación provocó en los institutos y Centros de Formación Técnica privados la decisión del Ministerio de Educación de no entregar becas y créditos a las instituciones que no se encuentren acreditadas, a partir del año 2013.
Situación que, a juicio de los CFT’s, redundará en el cierre de muchos institutos, lo que perjudicaría a cerca de 80 mil estudiantes que se encuentran matriculados en centros que no cuentan con estos certificados de calidad.
Rodrigo Cerda, presidente del Consejo Nacional de Instituciones Privadas de Educación Superior (Conifos), afirmó esta situación se origina debido a que el proceso de acreditación es muy caro para las instituciones medianas o pequeñas, por lo que han pedido ayuda para financiarlo.
“La crítica de nuestra parte pasa, fundamentalmente, por la falta de tiempo que le están dando a las instituciones y la falta de apoyo permanente a los CFT. Estamos hablando que un proceso de acreditación cuesta, a lo menos, unos 200 millones de pesos. Hemos planteado que el Estado y el Mineduc, debieran tener una política de apoyo a las instituciones y no de plantear que aquellas instituciones que no estén acreditadas tengan que cerrar”, explicó Cerda.
Según el académico del Observatorio Chileno de Políticas Educativas (Opech), Mario Sobarzo, este tema debiera abrir el debate sobre la creación de centros de formación estatales, ya que “el único que existe es en Lota y en el resto del país los estudiantes chilenos no tienen derecho a tener una educación pública de calidad, porque han sido expropiados de eso por un centralismo mal entendido, que es el centralismo del capital”
“Mientras eso no cambie vamos a seguir discutiendo por los proceso de acreditación, que ya sabemos cómo operan, lo hemos visto en el último tiempo en el proceso de la Universidad del Mar, la salida de algunos consejeros, etc. Es un sistema que está absolutamente colapsado”, sostuvo el especialista.
Sobarzo, agregó, que el hecho de que estos planteles no cuenten con los recursos para abrir un proceso de acreditación, habla de la calidad de enseñanza que se está entregando a sus estudiantes, que “no son los que ellos ofrecen”, remarcando que si no existe una mejoría en este aspecto, “discutir si ellos pueden o no acreditarse es hacerles un juego que no es relevante respecto al tema educativo”.
En la actualidad, hay 61 centros de formación técnica en funcionamiento, de los cuales sólo 11 se encuentran acreditados. Similar situación se vive en los institutos, ya que de las 42 instituciones en funcionamiento, 17 cuentan con el certificado de calidad.
Según informó el Mineduc, la medida afectará sólo a los matriculados a primer año, ya que los alumnos antiguos mantendrán el beneficio, siempre y cuando, cumplan con los requisitos académicos necesarios.
