La figura y el ejemplo del sacerdote Pierre Dubois, cuyo funeral se realizó de forma multitudinaria este lunes, cobran fuerza en un momento clave para la Iglesia, ya que la semana pasada la Conferencia Episcopal emitió una Carta Pastoral, reconociendo la pérdida de credibilidad por parte de la institución en Chile.
El documento cuestiona el modelo de desarrollo del país, basado en una economía neoliberal que terminó por profundizar la desigualdad y la pobreza, aspectos que motivaban el actuar de Dubois.
Según el vicario para la Pastoral Social y de los Trabajadores, presbítero Andrés Moro, dicha carta llama a recobrar el ejemplo del párroco de la población La Victoria, aunque reconoció las contradicciones que, naturalmente, se darían en la Iglesia cuando se trata de pobreza.
“Muchas veces la Iglesia está invitada a ser un signo de contradicción. Cuando escogemos una mirada desde los más pobres, en una cultura como la nuestra, donde influye mucho el individualismo y el egoísmo, la Iglesia aparece a contracorriente pero, al fin y al cabo, la Iglesia siempre puede ser un experto en humanidad, porque tenemos un Dios que se hace hombre y se encarna en los más pobres”, explicó Moro.
Por otra parte, el religioso Alfonso Baeza, que realizó la homilía en la ceremonia de la Catedral Metropolitana, también destacó el contenido de la Carta Pastoral, asegurando que esta lleva por la senda que Pierre Dubois habría marcado.
Aun así, el ex vicario de la Pastoral Social, expresó que el fallecido sacerdote mostraba un compromiso social que rozaba con lo político y que la Iglesia carece.
“Ahora no falta más que meterse en el cómo, que es lo que hacía el padre Pierre, que impulsaba la organización de la gente. Cuando se pasaba hambre, organizó por cuadra el ‘vaso de leche’ y tenía reuniones con gente de los sindicatos. Eso falta, explicitar más el compromiso”, aseguró Baeza.
En efecto, Baeza recordó que Dubois estuvo, en sus últimos días, cerca y preocupado de la situación del pueblo mapuche y del movimiento estudiantil, lo que interpreta el actuar y sentir del sacerdote.
Esta mezcla entre sentir social y religioso, lo resumió el padre Mariano Puga, quien despidió al sacerdote diciendo que “todo el mundo sabía del padre Pierre. Todos sabían quién era el padre Pierre y eso es lo que pasa cuando un cura se hechiza por amor a Jesús y el Evangelio, y se hechiza por amor al pueblo y su esperanza de un pueblo nuevo”, sostuvo.
Incluso, el Arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, calificó a Dubois como “un testimonio muy hermoso de los que significa la misión de la Iglesia y que vivió y sirvió hasta su últimos días a los más pobres”, ejemplo que según el padre Alfonso Baeza y el sacerdote Andrés Moro, influye en el nuevo rumbo que la Carta Pastoral busca adoptar.
La figura y el ejemplo del sacerdote Pierre Dubois, cuyo funeral se realizó de forma multitudinaria este lunes, cobran fuerza en un momento clave para la Iglesia, ya que la semana pasada la Conferencia Episcopal emitió una Carta Pastoral, reconociendo la pérdida de credibilidad por parte de la institución en Chile.
El documento cuestiona el modelo de desarrollo del país, basado en una economía neoliberal que terminó por profundizar la desigualdad y la pobreza, aspectos que motivaban el actuar de Dubois.
Según el vicario para la Pastoral Social y de los Trabajadores, presbítero Andrés Moro, dicha carta llama a recobrar el ejemplo del párroco de la población La Victoria, aunque reconoció las contradicciones que, naturalmente, se darían en la Iglesia cuando se trata de pobreza.
“Muchas veces la Iglesia está invitada a ser un signo de contradicción. Cuando escogemos una mirada desde los más pobres, en una cultura como la nuestra, donde influye mucho el individualismo y el egoísmo, la Iglesia aparece a contracorriente pero, al fin y al cabo, la Iglesia siempre puede ser un experto en humanidad, porque tenemos un Dios que se hace hombre y se encarna en los más pobres”, explicó Moro.
Por otra parte, el religioso Alfonso Baeza, que realizó la homilía en la ceremonia de la Catedral Metropolitana, también destacó el contenido de la Carta Pastoral, asegurando que esta lleva por la senda que Pierre Dubois habría marcado.
Aun así, el ex vicario de la Pastoral Social, expresó que el fallecido sacerdote mostraba un compromiso social que rozaba con lo político y que la Iglesia carece.
“Ahora no falta más que meterse en el cómo, que es lo que hacía el padre Pierre, que impulsaba la organización de la gente. Cuando se pasaba hambre, organizó por cuadra el ‘vaso de leche’ y tenía reuniones con gente de los sindicatos. Eso falta, explicitar más el compromiso”, aseguró Baeza.
En efecto, Baeza recordó que Dubois estuvo, en sus últimos días, cerca y preocupado de la situación del pueblo mapuche y del movimiento estudiantil, lo que interpreta el actuar y sentir del sacerdote.
Esta mezcla entre sentir social y religioso, lo resumió el padre Mariano Puga, quien despidió al sacerdote diciendo que “todo el mundo sabía del padre Pierre. Todos sabían quién era el padre Pierre y eso es lo que pasa cuando un cura se hechiza por amor a Jesús y el Evangelio, y se hechiza por amor al pueblo y su esperanza de un pueblo nuevo”, sostuvo.
Incluso, el Arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, calificó a Dubois como “un testimonio muy hermoso de los que significa la misión de la Iglesia y que vivió y sirvió hasta su últimos días a los más pobres”, ejemplo que según el padre Alfonso Baeza y el sacerdote Andrés Moro, influye en el nuevo rumbo que la Carta Pastoral busca adoptar.
La figura y el ejemplo del sacerdote Pierre Dubois, cuyo funeral se realizó de forma multitudinaria este lunes, cobran fuerza en un momento clave para la Iglesia, ya que la semana pasada la Conferencia Episcopal emitió una Carta Pastoral, reconociendo la pérdida de credibilidad por parte de la institución en Chile.
El documento cuestiona el modelo de desarrollo del país, basado en una economía neoliberal que terminó por profundizar la desigualdad y la pobreza, aspectos que motivaban el actuar de Dubois.
Según el vicario para la Pastoral Social y de los Trabajadores, presbítero Andrés Moro, dicha carta llama a recobrar el ejemplo del párroco de la población La Victoria, aunque reconoció las contradicciones que, naturalmente, se darían en la Iglesia cuando se trata de pobreza.
“Muchas veces la Iglesia está invitada a ser un signo de contradicción. Cuando escogemos una mirada desde los más pobres, en una cultura como la nuestra, donde influye mucho el individualismo y el egoísmo, la Iglesia aparece a contracorriente pero, al fin y al cabo, la Iglesia siempre puede ser un experto en humanidad, porque tenemos un Dios que se hace hombre y se encarna en los más pobres”, explicó Moro.
Por otra parte, el religioso Alfonso Baeza, que realizó la homilía en la ceremonia de la Catedral Metropolitana, también destacó el contenido de la Carta Pastoral, asegurando que esta lleva por la senda que Pierre Dubois habría marcado.
Aun así, el ex vicario de la Pastoral Social, expresó que el fallecido sacerdote mostraba un compromiso social que rozaba con lo político y que la Iglesia carece.
“Ahora no falta más que meterse en el cómo, que es lo que hacía el padre Pierre, que impulsaba la organización de la gente. Cuando se pasaba hambre, organizó por cuadra el ‘vaso de leche’ y tenía reuniones con gente de los sindicatos. Eso falta, explicitar más el compromiso”, aseguró Baeza.
En efecto, Baeza recordó que Dubois estuvo, en sus últimos días, cerca y preocupado de la situación del pueblo mapuche y del movimiento estudiantil, lo que interpreta el actuar y sentir del sacerdote.
Esta mezcla entre sentir social y religioso, lo resumió el padre Mariano Puga, quien despidió al sacerdote diciendo que “todo el mundo sabía del padre Pierre. Todos sabían quién era el padre Pierre y eso es lo que pasa cuando un cura se hechiza por amor a Jesús y el Evangelio, y se hechiza por amor al pueblo y su esperanza de un pueblo nuevo”, sostuvo.
Incluso, el Arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, calificó a Dubois como “un testimonio muy hermoso de los que significa la misión de la Iglesia y que vivió y sirvió hasta su últimos días a los más pobres”, ejemplo que según el padre Alfonso Baeza y el sacerdote Andrés Moro, influye en el nuevo rumbo que la Carta Pastoral busca adoptar.
