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Bienes Nacionales: ¿El futuro ministerio de la igualdad?

Columna de opinión por Julio Hurtado
Martes 2 de octubre 2012 13:14 hrs.


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Hace un par de semanas atrás, en la prensa, apareció la petición de un grupo de pobladores, quienes reclamaban ante la Universidad de Chile, nuestra universidad, para que esta institución vendiera a los pobladores un terreno que también es requerido por empresas inmobiliarias.

Los pobladores quieren quedarse en sus actuales lugares de residencia. Temen, como es obvio, ser expulsados a vivir en la periferia.

Cabe señalar que frente a esa demanda hubo una muy adecuada respuesta de una alta funcionara de esta casa de estudios en el sentido que se estudiaría seriamente esta petición. No podía ser de otra manera la reacción de la universidad pública, laica, y pluralista de nuestro país. La Universidad de Chile, que es la universidad de Chile, no puede responder frente a una situación como esta, como respondería cualquier institución.

En ese sentido, una favorable resolución de este tema significaría una señal política a nivel nacional muy poderosa, ya que puede marcar una pauta, que significaría un potente mensaje político, tendiente a aminorar la segregación social y espacial en nuestras ciudades, evitando la expulsión de pobres a la periferia y avanzando en terminar con la construcción de guetos urbanos de pobreza.

La situación planteada nos convoca a discutir el papel de las instituciones públicas en la construcción de la ciudad chilena, especialmente en la tarea de eliminar la segregación.

En ese contexto, el Ministerio de Bienes Nacionales podría  entregar los terrenos urbanos que posee, especialmente aquellos que se encuentran en lugares centrales de las ciudades, para la construcción de vivienda social. De esta manera, este ministerio se podría convertir en el ministerio de la igualdad.

Así el Ministerio de Bienes Nacionales tendría la oportunidad de superar el triple estigma histórico que posee: de ser un cargo de pago a favores políticos de nivel secundario, de ser un organismo que sirve de facilitador para negocios privados y especulación inmobiliaria, y de ser un organismo que administra deficientemente una gran cantidad de bienes inmuebles.

Reitero que una situación como la planteada en el sentido de reorientar las acciones del Ministerio de Bienes Nacionales,  podría constituir, además de un aporte real y material en la construcción de viviendas sociales dignamente ubicadas, una fuerte señal política de parte del gobierno, y de la sociedad en su conjunto, para terminar con la segregación urbana.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.