El futuro del grupo MPX – controlado por el empresario brasileño Eike Batista y la alemana E.ON – en nuestro país está en revisión después del fallo de la Corte Suprema a la construcción del complejo, que hubiese sido la termoeléctrica más grande de Latinoamérica.
Es factible que la empresa decida abandonar Chile si no se puede avanzar en un proyecto en la Hacienda Castilla, la que cuenta con una ubicación estratégica, considerando que existe una bahía donde se podría desarrollar un puerto.
Por esto, la firma estaría evaluando las señales del gobierno, como la opción de reducir el tamaño de sus plantas o las propuestas que hizo a las mineras de contar con centrales que usen gas natural licuado.
Ideas que no convencieron a Lucio Cuenca, director del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA). “Hay que entender que en este tiempo, el del cambio climático y de los gases efecto invernadero, seguir usando cualquier tipo de derivados de los hidrocarburos, como el gas natural y el de petróleo licuado no es garantía de que sea inofensivo para el medio ambiente y la salud de la población”, afirmó.
La propuesta de usar este combustible genera dudas, ya que no sería tan fácil reconvertirse, porque significa generar otros estudios y un nuevo proceso ambiental lo que implicaría tres años más en el proceso de tramitación. Además, este mercado no estaría desarrollado a nivel mundial, por lo que ejecutivos habrían afirmado que la mayor dificultad de MPX es el riesgo que asumirían en esta inversión.
Por su parte, la directora de Chile Sustentable, Sara Larraín, no compartió el análisis y consideró factible su utilización. Sin embargo, añadió que este “combustible de transición”, sigue teniendo costos.
“El mercado internacional de gas natural licuado es conocido. Hoy ha bajado los precios. Los proyectos construidos en gas natural se están cotizando entre 110 y 120 dólares el MWh. Claramente es entre un 10 y 20 por ciento más que el carbón. No obstante, desde una perspectiva ambiental y de costos sociales, obviamente que ese porcentaje es muy insignificante en relación a los costos”, aseguró la ambientalista.
Considerando que la planta estaría en las cercanías del desierto florido y de importantes ecosistemas marinos, la comunidad, que se ha opuesto con fuerza a Castilla, instó a MPX a trabajar con energías renovables.
“Si pretenden seguir con el proyecto, creo que deberían hacerlo de acuerdo a los estándares medioambientales. Podrían elegir energía eólica o mareomotriz y eso generaría el apoyo de la ciudadanía completa. Nosotros nunca hemos estado en contra del desarrollo del país, pero el tipo de energía que ellos utilizan es un retroceso para lograr ese objetivo”, sentenció Jorge Morales, vocero de los vecinos de El Totoral.
Sara Larraín afirmó que Eike Batista cuenta con inversiones importantes en ERNC en Brasil, lo que facilita invertir en Chile en energías limpias. Por otro lado, la comunidad se declaró “atenta y vigilante” de los pasos de MPX, con el respaldo de un triunfo judicial sobre la mesa.
El futuro del grupo MPX – controlado por el empresario brasileño Eike Batista y la alemana E.ON – en nuestro país está en revisión después del fallo de la Corte Suprema a la construcción del complejo, que hubiese sido la termoeléctrica más grande de Latinoamérica.
Es factible que la empresa decida abandonar Chile si no se puede avanzar en un proyecto en la Hacienda Castilla, la que cuenta con una ubicación estratégica, considerando que existe una bahía donde se podría desarrollar un puerto.
Por esto, la firma estaría evaluando las señales del gobierno, como la opción de reducir el tamaño de sus plantas o las propuestas que hizo a las mineras de contar con centrales que usen gas natural licuado.
Ideas que no convencieron a Lucio Cuenca, director del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA). “Hay que entender que en este tiempo, el del cambio climático y de los gases efecto invernadero, seguir usando cualquier tipo de derivados de los hidrocarburos, como el gas natural y el de petróleo licuado no es garantía de que sea inofensivo para el medio ambiente y la salud de la población”, afirmó.
La propuesta de usar este combustible genera dudas, ya que no sería tan fácil reconvertirse, porque significa generar otros estudios y un nuevo proceso ambiental lo que implicaría tres años más en el proceso de tramitación. Además, este mercado no estaría desarrollado a nivel mundial, por lo que ejecutivos habrían afirmado que la mayor dificultad de MPX es el riesgo que asumirían en esta inversión.
Por su parte, la directora de Chile Sustentable, Sara Larraín, no compartió el análisis y consideró factible su utilización. Sin embargo, añadió que este “combustible de transición”, sigue teniendo costos.
“El mercado internacional de gas natural licuado es conocido. Hoy ha bajado los precios. Los proyectos construidos en gas natural se están cotizando entre 110 y 120 dólares el MWh. Claramente es entre un 10 y 20 por ciento más que el carbón. No obstante, desde una perspectiva ambiental y de costos sociales, obviamente que ese porcentaje es muy insignificante en relación a los costos”, aseguró la ambientalista.
Considerando que la planta estaría en las cercanías del desierto florido y de importantes ecosistemas marinos, la comunidad, que se ha opuesto con fuerza a Castilla, instó a MPX a trabajar con energías renovables.
“Si pretenden seguir con el proyecto, creo que deberían hacerlo de acuerdo a los estándares medioambientales. Podrían elegir energía eólica o mareomotriz y eso generaría el apoyo de la ciudadanía completa. Nosotros nunca hemos estado en contra del desarrollo del país, pero el tipo de energía que ellos utilizan es un retroceso para lograr ese objetivo”, sentenció Jorge Morales, vocero de los vecinos de El Totoral.
Sara Larraín afirmó que Eike Batista cuenta con inversiones importantes en ERNC en Brasil, lo que facilita invertir en Chile en energías limpias. Por otro lado, la comunidad se declaró “atenta y vigilante” de los pasos de MPX, con el respaldo de un triunfo judicial sobre la mesa.
El futuro del grupo MPX – controlado por el empresario brasileño Eike Batista y la alemana E.ON – en nuestro país está en revisión después del fallo de la Corte Suprema a la construcción del complejo, que hubiese sido la termoeléctrica más grande de Latinoamérica.
Es factible que la empresa decida abandonar Chile si no se puede avanzar en un proyecto en la Hacienda Castilla, la que cuenta con una ubicación estratégica, considerando que existe una bahía donde se podría desarrollar un puerto.
Por esto, la firma estaría evaluando las señales del gobierno, como la opción de reducir el tamaño de sus plantas o las propuestas que hizo a las mineras de contar con centrales que usen gas natural licuado.
Ideas que no convencieron a Lucio Cuenca, director del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA). “Hay que entender que en este tiempo, el del cambio climático y de los gases efecto invernadero, seguir usando cualquier tipo de derivados de los hidrocarburos, como el gas natural y el de petróleo licuado no es garantía de que sea inofensivo para el medio ambiente y la salud de la población”, afirmó.
La propuesta de usar este combustible genera dudas, ya que no sería tan fácil reconvertirse, porque significa generar otros estudios y un nuevo proceso ambiental lo que implicaría tres años más en el proceso de tramitación. Además, este mercado no estaría desarrollado a nivel mundial, por lo que ejecutivos habrían afirmado que la mayor dificultad de MPX es el riesgo que asumirían en esta inversión.
Por su parte, la directora de Chile Sustentable, Sara Larraín, no compartió el análisis y consideró factible su utilización. Sin embargo, añadió que este “combustible de transición”, sigue teniendo costos.
“El mercado internacional de gas natural licuado es conocido. Hoy ha bajado los precios. Los proyectos construidos en gas natural se están cotizando entre 110 y 120 dólares el MWh. Claramente es entre un 10 y 20 por ciento más que el carbón. No obstante, desde una perspectiva ambiental y de costos sociales, obviamente que ese porcentaje es muy insignificante en relación a los costos”, aseguró la ambientalista.
Considerando que la planta estaría en las cercanías del desierto florido y de importantes ecosistemas marinos, la comunidad, que se ha opuesto con fuerza a Castilla, instó a MPX a trabajar con energías renovables.
“Si pretenden seguir con el proyecto, creo que deberían hacerlo de acuerdo a los estándares medioambientales. Podrían elegir energía eólica o mareomotriz y eso generaría el apoyo de la ciudadanía completa. Nosotros nunca hemos estado en contra del desarrollo del país, pero el tipo de energía que ellos utilizan es un retroceso para lograr ese objetivo”, sentenció Jorge Morales, vocero de los vecinos de El Totoral.
Sara Larraín afirmó que Eike Batista cuenta con inversiones importantes en ERNC en Brasil, lo que facilita invertir en Chile en energías limpias. Por otro lado, la comunidad se declaró “atenta y vigilante” de los pasos de MPX, con el respaldo de un triunfo judicial sobre la mesa.
