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Año XVI, 29 de marzo de 2024


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Comunidades indígenas alertan sobre efectos de contaminación minera en Arica

Distintas organizaciones advirtieron el grave peligro de contaminación en que está la comuna, debido a que los desechos mineros del sector Alto Copaquilla podrían infiltrarse en las napas subterráneas y contaminar las aguas, los alimentos y en suma, a toda la población. Además, anunciaron una serie de acciones a nivel nacional e inpara terminar con esta contaminación.

Paula Correa

  Viernes 19 de octubre 2012 14:44 hrs. 
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Las comunidades aymara que habitan en los alrededores del valle de Azapa denunciaron la presencia de millones de toneladas de plomo, cianuro, arsénico, cadmio, aluminio y otros metales pesados nocivos para la salud, que estarían cerca de los afluentes de la cuenca hidrográfica del río San José y trasladarían estos elementos tóxicos hasta Arica.

Esta situación vulnera garantías constitucionales como el derecho a la vida, a vivir en un ambiente libre de contaminación, la protección de la salud que debe garantizar el Estado y atenta también contra normas internacionales como el Convenio 169 de la OIT.

Así lo indicó César Huanca, presidente del Consejo Territorial de Chapiquiña, quien agregó que “nuestra preocupación, como comunidad indígena, es primero defender los derechos y, a la vez, proteger la naturaleza donde estamos habitando por miles de años. Pero la contaminación de Copaquilla es realmente alarmante, porque no solamente afecta a nuestras comunidades, que ya han sido discriminadas por la política de Estado, ya que no hay una preocupación real por estos territorios”.

Los comuneros rechazaron las expresiones de Francisca Buitano, seremi de Medio Ambiente, y la declaración emitida por el seremi de Salud, Luis Sandrock, sobre la inexistencia de contaminación sobre la cuenca de Copaquilla, lo que se contradice con el informe de la Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medio Ambiente (BIDEMA) y otro informe del Colegio Médico.

Este último documento fue realizado por el toxicólogo de la Universidad de Chile, Andrei Tchernichin, quien confirmó la presencia de metales pesados en el sector y el temor de los dirigentes aymara: “Tomamos muestras en el valle de Azapa y encontramos arsénico por diez veces la norma. También encontramos arsénico en Livilcar, que queda por debajo de Copaquilla, también superando en diez veces la norma chilena. El riesgo es que las napas contaminadas, a la larga, contaminen todo el valle de Azapa”, explicó.

El especialista añadió que el arsénico produce cáncer al pulmón, a la vejiga, al riñón, al hígado y cáncer a la piel. Además, añadió que la exposición a los primeros años aumenta la moralidad por bronquitis y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

El conflicto no es nuevo, sino que data de unos 20 años. En este contexto, los dirigentes enviaron misivas a la ministra de Medio Ambiente, María Ignacia Benítez, pero no han tenido respuestas.

También entregaron a la Contraloría Regional información sobre la contaminación de la cuenca, pero aseguran que las autoridades no los han escuchado.

“Dijeron que iban a tomar medidas, pero ya estamos en 2012 y ni siquiera vemos una medida de reparación o para sacar estos relaves y llevarlos a un sitio más seguro, donde no contaminen el medio ambiente y los recursos hídricos. Creemos que la autoridad no está cumpliendo, hay abandono de deberes y se estaría vulnerando la ley, entonces la situación es grave”, señaló el presidente de la Coordinadora Aymara en Defensa de los Recursos Naturales, Richard Fernández.

Los dirigentes afirmaron que seguirán adelante con las denuncias y enviarán una misiva al Presidente Sebastián Piñera solicitándole que tome medidas urgentes.

También se dirigirá la información al Consejo de Defensa del Estado (CDE), al Relator de Naciones Unidas para los Pueblos Indígenas, al Alto Comisionado de los Derechos Humanos, a la Organización Internacional del Trabajo, al Consejo de Derechos Humanos, a la Convención sobre el Racismo, Xenofobia y Formas de Intolerancia y a las Comisiones de Medio Ambiente y Derechos Humanos de la Cámara y el Senado.

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