El Instituto Nacional de Derechos Humanos presentó una querella criminal por el delito de apremios ilegítimos o torturas cometidos por personal de la 36 comisaría de Carabineros, en contra de una joven de 15 años detenida durante una manifestación estudiantil.
El requerimiento, presentado en contra de quienes resulten responsables, establece que la aplicación de tormentos, “además de un delito, constituye una violación grave a los DD.HH. reconocidos por tratados internacionales vigentes en Chile”.
Según el relato proporcionado por la víctima, una funcionaria de Carabineros, que no pudo identificar, la condujo a una habitación y “en ese lugar le ordenó sacarse la ropa, luego levantarse los sostenes, bajarse los calzones a la altura de las rodillas y, finalmente, la conminó a hacer tres sentadillas para luego volver a vestirse”.
Pablo Toro, vocero de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES), organización que denunció esta vulneración, valoró la querella “debido a la nula intención de las autoridades por investigar el hecho”.
“Las autoridades de Carabineros han expresado que hay protocolos, que ellos van a velar porque esto no siga sucediendo, pero sigue pasando igual, entonces es deber de las organizaciones de DD.HH. y estudiantiles denunciar estos hechos, para que de una vez por todas dejen de ocurrir”, explicó.
Según consigna la querella, luego de una entrevista con un subteniente de guardia, la menor afectada y su madre, el capitán a cargo de la comisaría concurrió a conversar con los funcionarios del Instituto de DD.HH. para explicarles que aquellos procedimientos de revisión personal eran parte del protocolo y que en ningún momento la funcionaria policial tocó a la niña.
“Finamente, la menor fue liberada aproximadamente a las dos de la mañana del 24 de agosto y no hubo lectura de derechos durante su detención” señala el documento.
El Instituto Nacional de Derechos Humanos presentó una querella criminal por el delito de apremios ilegítimos o torturas cometidos por personal de la 36 comisaría de Carabineros, en contra de una joven de 15 años detenida durante una manifestación estudiantil.
El requerimiento, presentado en contra de quienes resulten responsables, establece que la aplicación de tormentos, “además de un delito, constituye una violación grave a los DD.HH. reconocidos por tratados internacionales vigentes en Chile”.
Según el relato proporcionado por la víctima, una funcionaria de Carabineros, que no pudo identificar, la condujo a una habitación y “en ese lugar le ordenó sacarse la ropa, luego levantarse los sostenes, bajarse los calzones a la altura de las rodillas y, finalmente, la conminó a hacer tres sentadillas para luego volver a vestirse”.
Pablo Toro, vocero de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES), organización que denunció esta vulneración, valoró la querella “debido a la nula intención de las autoridades por investigar el hecho”.
“Las autoridades de Carabineros han expresado que hay protocolos, que ellos van a velar porque esto no siga sucediendo, pero sigue pasando igual, entonces es deber de las organizaciones de DD.HH. y estudiantiles denunciar estos hechos, para que de una vez por todas dejen de ocurrir”, explicó.
Según consigna la querella, luego de una entrevista con un subteniente de guardia, la menor afectada y su madre, el capitán a cargo de la comisaría concurrió a conversar con los funcionarios del Instituto de DD.HH. para explicarles que aquellos procedimientos de revisión personal eran parte del protocolo y que en ningún momento la funcionaria policial tocó a la niña.
“Finamente, la menor fue liberada aproximadamente a las dos de la mañana del 24 de agosto y no hubo lectura de derechos durante su detención” señala el documento.
El Instituto Nacional de Derechos Humanos presentó una querella criminal por el delito de apremios ilegítimos o torturas cometidos por personal de la 36 comisaría de Carabineros, en contra de una joven de 15 años detenida durante una manifestación estudiantil.
El requerimiento, presentado en contra de quienes resulten responsables, establece que la aplicación de tormentos, “además de un delito, constituye una violación grave a los DD.HH. reconocidos por tratados internacionales vigentes en Chile”.
Según el relato proporcionado por la víctima, una funcionaria de Carabineros, que no pudo identificar, la condujo a una habitación y “en ese lugar le ordenó sacarse la ropa, luego levantarse los sostenes, bajarse los calzones a la altura de las rodillas y, finalmente, la conminó a hacer tres sentadillas para luego volver a vestirse”.
Pablo Toro, vocero de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES), organización que denunció esta vulneración, valoró la querella “debido a la nula intención de las autoridades por investigar el hecho”.
“Las autoridades de Carabineros han expresado que hay protocolos, que ellos van a velar porque esto no siga sucediendo, pero sigue pasando igual, entonces es deber de las organizaciones de DD.HH. y estudiantiles denunciar estos hechos, para que de una vez por todas dejen de ocurrir”, explicó.
Según consigna la querella, luego de una entrevista con un subteniente de guardia, la menor afectada y su madre, el capitán a cargo de la comisaría concurrió a conversar con los funcionarios del Instituto de DD.HH. para explicarles que aquellos procedimientos de revisión personal eran parte del protocolo y que en ningún momento la funcionaria policial tocó a la niña.
“Finamente, la menor fue liberada aproximadamente a las dos de la mañana del 24 de agosto y no hubo lectura de derechos durante su detención” señala el documento.
