Según anunciaron a través de un comunicado, los presos políticos mapuche de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul y Ramón Llanquileo, iniciaron una nueva huelga de hambre líquida en la Cárcel de Ángol.
Las demandas adjuntas a esta nueva medida de presión, de carácter indefinido, refieren a la libertad de todos los presos políticos de la etnia; reparación de la condena por hechos de los que ya habían sido absueltos; derecho a beneficios carcelarios, como condiciones dignas y acceso a la salud; y el reconocimiento de la condición de “presos políticos” de todos los comuneros en prisión.
La pareja de Héctor Llaitul, Pamela Pesoa, confirmó la información a Radio Universidad de Chile, explicando que lo fundamental de las peticiones tiene que ver con la reparación de las violaciones de los principios jurídicos durante el proceso.
“Hay que partir del hecho que ellos están condenados a ocho años en el caso de Ramón y a quince en el de Héctor Llaitul, en un juicio que todos sabemos que no fue un debido proceso, se aplicó la ley Antiterrorista, se utilizaron testigos secretos y, además, ellos fueron doblemente procesados. La demanda central en esta nueva huelga de hambre es que la justicia chilena pueda corregir esta grave violación a un principio jurídico básico”, afirmó la pareja de Llaitul.
Pamela Pesoa agregó que es lamentable que los comuneros tengan que acudir a una nueva huelga, debido a los errores que ha cometido la Corte Suprema y la justicia chilena en sus casos.
“Todas las huelgas que ellos han hecho han ganado una parte en la demanda que han planteado. Esperaron, y nosotros también, que la Corte Suprema hubiese anulado este juicio y hubiese reparado todas las injusticias que se habían cometido durante el proceso. Sin embargo, la Corte Suprema avaló este juicio y solamente rebajó las condenas, pero cometió el gran error de validarlas cuando ellos ya habían sido absueltos por ese mismo hecho”, indicó Pamela Pesoa.
Cabe recordar que en otras ocasiones varios comuneros mapuche han recurrido a la medida presión para demandar, entre otras cosas, la derogación de la ley antiterrorista y reparaciones por las irregularidades cometidas en los procesos en su contra.
Según anunciaron a través de un comunicado, los presos políticos mapuche de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul y Ramón Llanquileo, iniciaron una nueva huelga de hambre líquida en la Cárcel de Ángol.
Las demandas adjuntas a esta nueva medida de presión, de carácter indefinido, refieren a la libertad de todos los presos políticos de la etnia; reparación de la condena por hechos de los que ya habían sido absueltos; derecho a beneficios carcelarios, como condiciones dignas y acceso a la salud; y el reconocimiento de la condición de “presos políticos” de todos los comuneros en prisión.
La pareja de Héctor Llaitul, Pamela Pesoa, confirmó la información a Radio Universidad de Chile, explicando que lo fundamental de las peticiones tiene que ver con la reparación de las violaciones de los principios jurídicos durante el proceso.
“Hay que partir del hecho que ellos están condenados a ocho años en el caso de Ramón y a quince en el de Héctor Llaitul, en un juicio que todos sabemos que no fue un debido proceso, se aplicó la ley Antiterrorista, se utilizaron testigos secretos y, además, ellos fueron doblemente procesados. La demanda central en esta nueva huelga de hambre es que la justicia chilena pueda corregir esta grave violación a un principio jurídico básico”, afirmó la pareja de Llaitul.
Pamela Pesoa agregó que es lamentable que los comuneros tengan que acudir a una nueva huelga, debido a los errores que ha cometido la Corte Suprema y la justicia chilena en sus casos.
“Todas las huelgas que ellos han hecho han ganado una parte en la demanda que han planteado. Esperaron, y nosotros también, que la Corte Suprema hubiese anulado este juicio y hubiese reparado todas las injusticias que se habían cometido durante el proceso. Sin embargo, la Corte Suprema avaló este juicio y solamente rebajó las condenas, pero cometió el gran error de validarlas cuando ellos ya habían sido absueltos por ese mismo hecho”, indicó Pamela Pesoa.
Cabe recordar que en otras ocasiones varios comuneros mapuche han recurrido a la medida presión para demandar, entre otras cosas, la derogación de la ley antiterrorista y reparaciones por las irregularidades cometidas en los procesos en su contra.
Según anunciaron a través de un comunicado, los presos políticos mapuche de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul y Ramón Llanquileo, iniciaron una nueva huelga de hambre líquida en la Cárcel de Ángol.
Las demandas adjuntas a esta nueva medida de presión, de carácter indefinido, refieren a la libertad de todos los presos políticos de la etnia; reparación de la condena por hechos de los que ya habían sido absueltos; derecho a beneficios carcelarios, como condiciones dignas y acceso a la salud; y el reconocimiento de la condición de “presos políticos” de todos los comuneros en prisión.
La pareja de Héctor Llaitul, Pamela Pesoa, confirmó la información a Radio Universidad de Chile, explicando que lo fundamental de las peticiones tiene que ver con la reparación de las violaciones de los principios jurídicos durante el proceso.
“Hay que partir del hecho que ellos están condenados a ocho años en el caso de Ramón y a quince en el de Héctor Llaitul, en un juicio que todos sabemos que no fue un debido proceso, se aplicó la ley Antiterrorista, se utilizaron testigos secretos y, además, ellos fueron doblemente procesados. La demanda central en esta nueva huelga de hambre es que la justicia chilena pueda corregir esta grave violación a un principio jurídico básico”, afirmó la pareja de Llaitul.
Pamela Pesoa agregó que es lamentable que los comuneros tengan que acudir a una nueva huelga, debido a los errores que ha cometido la Corte Suprema y la justicia chilena en sus casos.
“Todas las huelgas que ellos han hecho han ganado una parte en la demanda que han planteado. Esperaron, y nosotros también, que la Corte Suprema hubiese anulado este juicio y hubiese reparado todas las injusticias que se habían cometido durante el proceso. Sin embargo, la Corte Suprema avaló este juicio y solamente rebajó las condenas, pero cometió el gran error de validarlas cuando ellos ya habían sido absueltos por ese mismo hecho”, indicó Pamela Pesoa.
Cabe recordar que en otras ocasiones varios comuneros mapuche han recurrido a la medida presión para demandar, entre otras cosas, la derogación de la ley antiterrorista y reparaciones por las irregularidades cometidas en los procesos en su contra.
