En Avenida Grecia con calle Los Jardines se emplaza una imponente construcción: la Clínica Ñuñoa. Si bien ya se puede apreciar su infraestructura, ésta no sería más que “una cáscara”, ya que no habría avances en su interior y ni se contaría tampoco con el mobiliario que se requiere para su funcionamiento.
El recinto, de cinco pisos de altura y dos subterráneos, fue diseñado por la alcaldía para prestar atenciones de salud de alta complejidad, que implicó una inversión de 25 millones de dólares para una construcción total de 23 mil 300 metros cuadrados, que debió haber estado operativa en julio de este año.
Moisés Scherman, de la Red Ciudadana por Nuñoa, afirmó que el alcalde Pedro Sabat aprobó un presupuesto de cuatro mil 600 millones de pesos para la primera etapa de la clínica, sin la aprobación del Concejo Municipal y que, después, no pudo mantener el nivel de recursos que se requería para mantenerla.
“Ese elefante blanco sigue parado y es lo que hoy requerimos los ñuñoínos, y no solamente los ñuñoínos, sino comunas aledañas como Macul y Peñalolén que, prácticamente, no tienen centros asistenciales. Que esa clínica se ponga al servicio de la comunidad, que puedan ser atendidos los sectores que más lo necesitan, que libere un poco la presión de lo que es hoy la Posta de Urgencia del Salvador y los déficits que hay en los actuales dos consultorios de Ñuñoa también”, agregó Sherman sobre
La construcción fue paralizada después de que dos licitaciones para su administración no lograran convocar interesados, y que en febrero la Municipalidad de Ñuñoa y el Ministerio de Salud firmaran un protocolo para traspasar el recinto a la red pública, que implicaba además que el Gobierno se haría cargo del equipamiento y la puesta en marcha, lo que no ha ocurrido.
Frente a esto, la diputada RN e hija del edil de Ñuñoa, Marcela Sabat, afirmó que la obra está estancada en la Dirección de Presupuestos y que pedirán una audiencia al Presidente Sebastián Piñera para que los esto se agilice. Además, se mostró sumamente molesta, ya que los fondos para echar a andar el proyecto no fueron contemplados en el presupuesto 2013.
Según la ex presidenta de la Federación Oriente de la Confederación Nacional de Funcionarios de la Salud Municipalizada (Confusam), Jacqueline Baltras, la situación es complicada, ya que el modelo de esta clínica es público-privado, pero aún no está claro quien la administrará ni cómo funcionará.
“Lo difícil de esto es poder definir bien hacia dónde van a ir esos recursos y quién se va a beneficiar, si hay lucro el municipio tiene que ver qué parte toma, porque si va estar lucrando un privado quién va a ser y a beneficio de qué si, en el fondo, el beneficio va a salir de las mismas arcas municipales. Acá los recursos si son de la municipalidad todos los ñuñoínos debieran beneficiarse, es lo que más ha generado polémica, porque eso no está claro, no está definido”, sostuvo la es presidenta de la Federación Oriente de Confusam.
Desde Federación Nacional de Trabajadores de la Salud (Fenats), en tanto, indicaron que existe información confusa y rumores permanentes sobre quién se instalaría en el lugar, lo que ha generado preocupación e inquietud en los gremios de la salud y la ciudadanía. En este sentido, afirmaron que el proceso de construcción y licitación del establecimiento ha sido poco transparente e irregular y, añadieron, que en este caso se debió realizar una consulta ciudadana.