Fortalecer la unidad nacional, salvaguardar el territorio y garantizar la seguridad. Eso fue lo que le pidió el nuevo mandatario mexicano, Enrique Peña Nieto, a las Fuerzas Armadas.
Después de recibir este sábado 1° de diciembre la banda presidencial en el Congreso y dar su primer discurso en la sede de gobierno (para evitar las protestas dentro y fuera del parlamento), Peña Nieto recibió los honores militares como comandante supremo de las Fuerzas Armadas.
En el acto, Peña Nieto ordenó a los militares que “en el desempeño de sus funciones y servicios actúen invariablemente con integridad, orden y estricto respeto a los derechos humanos”. Y agregó que “la Armada, el Ejército y la Fuerza Aérea ratifican su compromiso con la construcción de un México en paz, incluyente, próspero y en crecimiento”.
Previamente, en su primer discurso como mandatario había asegurado que “México necesita vivir en paz” y abogado por un cambio en el paradigma de la lucha antidrogas. Según el nuevo jefe del Ejecutivo, esa lucha se centrará en atender a las víctimas. “El delito no sólo se combate con la fuerza, es imprescindible que el Estado restablezca el tejido social”, subrayó.
Seguridad y pobreza, temas claves
La seguridad será uno de los temas claves de la gestión del líder priísta ante la violencia que ha crecido y se ha generalizado en casi todo el país, a causa de la guerra que protagonizan los cárteles del narcotráfico por el control del territorio.
Según diversas ONGs cerca de 60.000 personas murieron durante la gestión del antecesor de Peña Nieto, Felipe Calderón, quien decidió incluir por primera vez a los militares en la lucha interna contra los narcos.
El programa integral de prevención del delito de Peña Nieto incluye trasladar las funciones de la Secretaría de Seguridad Pública a la de Gobernación. Según el nuevo mandatario el cambio debería mejorar la gestión de la seguridad. También anticipó el reemplazo de la Secretaría de la Función Pública por una Comisión Nacional Anticorrupción.
En su primer discurso, el mandatario enumeró los cinco ejes de su gobierno, entre los que destacan el restablecimiento de la paz y el combate a la pobreza, acompañados de 13 acciones concretas como una cruzada nacional contra el hambre, la apertura a la competencia del sector de telecomunicaciones, y una reforma que enviará al Congreso para crear un sistema nacional de evaluación educativa.
Prometió también que el retorno del PRI al gobierno (que dominó el poder en México entre 1929 y 2000), no significa reimplementar prácticas autoritarias y excluyentes.
Fortalecer la unidad nacional, salvaguardar el territorio y garantizar la seguridad. Eso fue lo que le pidió el nuevo mandatario mexicano, Enrique Peña Nieto, a las Fuerzas Armadas.
Después de recibir este sábado 1° de diciembre la banda presidencial en el Congreso y dar su primer discurso en la sede de gobierno (para evitar las protestas dentro y fuera del parlamento), Peña Nieto recibió los honores militares como comandante supremo de las Fuerzas Armadas.
En el acto, Peña Nieto ordenó a los militares que “en el desempeño de sus funciones y servicios actúen invariablemente con integridad, orden y estricto respeto a los derechos humanos”. Y agregó que “la Armada, el Ejército y la Fuerza Aérea ratifican su compromiso con la construcción de un México en paz, incluyente, próspero y en crecimiento”.
Previamente, en su primer discurso como mandatario había asegurado que “México necesita vivir en paz” y abogado por un cambio en el paradigma de la lucha antidrogas. Según el nuevo jefe del Ejecutivo, esa lucha se centrará en atender a las víctimas. “El delito no sólo se combate con la fuerza, es imprescindible que el Estado restablezca el tejido social”, subrayó.
Seguridad y pobreza, temas claves
La seguridad será uno de los temas claves de la gestión del líder priísta ante la violencia que ha crecido y se ha generalizado en casi todo el país, a causa de la guerra que protagonizan los cárteles del narcotráfico por el control del territorio.
Según diversas ONGs cerca de 60.000 personas murieron durante la gestión del antecesor de Peña Nieto, Felipe Calderón, quien decidió incluir por primera vez a los militares en la lucha interna contra los narcos.
El programa integral de prevención del delito de Peña Nieto incluye trasladar las funciones de la Secretaría de Seguridad Pública a la de Gobernación. Según el nuevo mandatario el cambio debería mejorar la gestión de la seguridad. También anticipó el reemplazo de la Secretaría de la Función Pública por una Comisión Nacional Anticorrupción.
En su primer discurso, el mandatario enumeró los cinco ejes de su gobierno, entre los que destacan el restablecimiento de la paz y el combate a la pobreza, acompañados de 13 acciones concretas como una cruzada nacional contra el hambre, la apertura a la competencia del sector de telecomunicaciones, y una reforma que enviará al Congreso para crear un sistema nacional de evaluación educativa.
Prometió también que el retorno del PRI al gobierno (que dominó el poder en México entre 1929 y 2000), no significa reimplementar prácticas autoritarias y excluyentes.
Fortalecer la unidad nacional, salvaguardar el territorio y garantizar la seguridad. Eso fue lo que le pidió el nuevo mandatario mexicano, Enrique Peña Nieto, a las Fuerzas Armadas.
Después de recibir este sábado 1° de diciembre la banda presidencial en el Congreso y dar su primer discurso en la sede de gobierno (para evitar las protestas dentro y fuera del parlamento), Peña Nieto recibió los honores militares como comandante supremo de las Fuerzas Armadas.
En el acto, Peña Nieto ordenó a los militares que “en el desempeño de sus funciones y servicios actúen invariablemente con integridad, orden y estricto respeto a los derechos humanos”. Y agregó que “la Armada, el Ejército y la Fuerza Aérea ratifican su compromiso con la construcción de un México en paz, incluyente, próspero y en crecimiento”.
Previamente, en su primer discurso como mandatario había asegurado que “México necesita vivir en paz” y abogado por un cambio en el paradigma de la lucha antidrogas. Según el nuevo jefe del Ejecutivo, esa lucha se centrará en atender a las víctimas. “El delito no sólo se combate con la fuerza, es imprescindible que el Estado restablezca el tejido social”, subrayó.
Seguridad y pobreza, temas claves
La seguridad será uno de los temas claves de la gestión del líder priísta ante la violencia que ha crecido y se ha generalizado en casi todo el país, a causa de la guerra que protagonizan los cárteles del narcotráfico por el control del territorio.
Según diversas ONGs cerca de 60.000 personas murieron durante la gestión del antecesor de Peña Nieto, Felipe Calderón, quien decidió incluir por primera vez a los militares en la lucha interna contra los narcos.
El programa integral de prevención del delito de Peña Nieto incluye trasladar las funciones de la Secretaría de Seguridad Pública a la de Gobernación. Según el nuevo mandatario el cambio debería mejorar la gestión de la seguridad. También anticipó el reemplazo de la Secretaría de la Función Pública por una Comisión Nacional Anticorrupción.
En su primer discurso, el mandatario enumeró los cinco ejes de su gobierno, entre los que destacan el restablecimiento de la paz y el combate a la pobreza, acompañados de 13 acciones concretas como una cruzada nacional contra el hambre, la apertura a la competencia del sector de telecomunicaciones, y una reforma que enviará al Congreso para crear un sistema nacional de evaluación educativa.
Prometió también que el retorno del PRI al gobierno (que dominó el poder en México entre 1929 y 2000), no significa reimplementar prácticas autoritarias y excluyentes.
