Los Observadores de Derechos Humanos también pusieron acento en la violencia policial y lo que consideran una “represión indiscriminada de la protesta social”. Para ello realizaron una intervención cultural en el lanzamiento del Informe Anual de Derechos Humanos con la muestra gráfica de casos de violencia y tortura en la marchas.
Además, entregaron su propio informe, el que da cuenta del seguimiento y monitoreo a 263 manifestaciones a lo largo del país.
Respecto de algunas de las conclusiones de este trabajo se refirió la vocera de los Observadores, Marta Cisternas: “Aquí hay una política orquestada desde el Estado, de criminalizar la protesta social y esto es algo que para nosotros es una señal de impunidad que no es de ahora, esta es una señal de impunidad, y es una conclusión del informe, que se arrastra desde la dictadura.
La vocera del grupo vinculado a temas de DD.HH. añadió que “en el informe aparece el análisis de todas las causas de violaciones a los derechos humanos, que no han sido investigadas o que no han tenido justicia como corresponde. Nosotros desde un sitio de memoria, como es la Casa Memoria José Domingo Cañas, tenemos bastante que decir sobre esta ligazón de lo que fue la dictadura y las consecuencias que tenemos en el presente”.
La mujer añadió que la mayor parte de los represores que operaron en la DINA eran Carabineros y hay una política que se repite y que tienen que ver con la Doctrina de Seguridad Nacional, con la formación de la ideología que entrega la Escuela de Las Américas, en la que Chile se sigue formando, y la lógica imperante del “Enemigo Interno”.
En ese sentido, la dirigente de la Casa de Memoria José Domingo Cañas criticó la puesta en marcha de la capacitación de Derechos Humanos que se está impartiendo al personal de Carabineros.
“Realmente es muy pobre, tenemos el programa, pero no tenemos el contenido. Nosotros lo solicitamos a Carabineros formalmente, pero lo que nos llegó fue sólo el programa y el programa es bastante escueto, son muy pocas horas de formación y lo que abarca es la Declaración Universal de los Derechos Humanos y eso es la base de todo lo que viene después, pero sí ellos no manejan los Tratados Internacionales, que Chile está suscrito y todo lo que tiene que ver con jurisprudencia internacional, la verdad es que no vamos a llegar a ninguna parte”.
Así los observadores están exigiendo que se den avances reales, es decir, que se ponga fin a la violencia, los abusos y tortura por parte de los agentes policiales del Estado contra los manifestantes, así como que se respeten los derechos fundamentales, lo que necesariamente dará pie al fin de esta peligrosa criminalización de la protesta.
Los Observadores de Derechos Humanos también pusieron acento en la violencia policial y lo que consideran una “represión indiscriminada de la protesta social”. Para ello realizaron una intervención cultural en el lanzamiento del Informe Anual de Derechos Humanos con la muestra gráfica de casos de violencia y tortura en la marchas.
Además, entregaron su propio informe, el que da cuenta del seguimiento y monitoreo a 263 manifestaciones a lo largo del país.
Respecto de algunas de las conclusiones de este trabajo se refirió la vocera de los Observadores, Marta Cisternas: “Aquí hay una política orquestada desde el Estado, de criminalizar la protesta social y esto es algo que para nosotros es una señal de impunidad que no es de ahora, esta es una señal de impunidad, y es una conclusión del informe, que se arrastra desde la dictadura.
La vocera del grupo vinculado a temas de DD.HH. añadió que “en el informe aparece el análisis de todas las causas de violaciones a los derechos humanos, que no han sido investigadas o que no han tenido justicia como corresponde. Nosotros desde un sitio de memoria, como es la Casa Memoria José Domingo Cañas, tenemos bastante que decir sobre esta ligazón de lo que fue la dictadura y las consecuencias que tenemos en el presente”.
La mujer añadió que la mayor parte de los represores que operaron en la DINA eran Carabineros y hay una política que se repite y que tienen que ver con la Doctrina de Seguridad Nacional, con la formación de la ideología que entrega la Escuela de Las Américas, en la que Chile se sigue formando, y la lógica imperante del “Enemigo Interno”.
En ese sentido, la dirigente de la Casa de Memoria José Domingo Cañas criticó la puesta en marcha de la capacitación de Derechos Humanos que se está impartiendo al personal de Carabineros.
“Realmente es muy pobre, tenemos el programa, pero no tenemos el contenido. Nosotros lo solicitamos a Carabineros formalmente, pero lo que nos llegó fue sólo el programa y el programa es bastante escueto, son muy pocas horas de formación y lo que abarca es la Declaración Universal de los Derechos Humanos y eso es la base de todo lo que viene después, pero sí ellos no manejan los Tratados Internacionales, que Chile está suscrito y todo lo que tiene que ver con jurisprudencia internacional, la verdad es que no vamos a llegar a ninguna parte”.
Así los observadores están exigiendo que se den avances reales, es decir, que se ponga fin a la violencia, los abusos y tortura por parte de los agentes policiales del Estado contra los manifestantes, así como que se respeten los derechos fundamentales, lo que necesariamente dará pie al fin de esta peligrosa criminalización de la protesta.
Los Observadores de Derechos Humanos también pusieron acento en la violencia policial y lo que consideran una “represión indiscriminada de la protesta social”. Para ello realizaron una intervención cultural en el lanzamiento del Informe Anual de Derechos Humanos con la muestra gráfica de casos de violencia y tortura en la marchas.
Además, entregaron su propio informe, el que da cuenta del seguimiento y monitoreo a 263 manifestaciones a lo largo del país.
Respecto de algunas de las conclusiones de este trabajo se refirió la vocera de los Observadores, Marta Cisternas: “Aquí hay una política orquestada desde el Estado, de criminalizar la protesta social y esto es algo que para nosotros es una señal de impunidad que no es de ahora, esta es una señal de impunidad, y es una conclusión del informe, que se arrastra desde la dictadura.
La vocera del grupo vinculado a temas de DD.HH. añadió que “en el informe aparece el análisis de todas las causas de violaciones a los derechos humanos, que no han sido investigadas o que no han tenido justicia como corresponde. Nosotros desde un sitio de memoria, como es la Casa Memoria José Domingo Cañas, tenemos bastante que decir sobre esta ligazón de lo que fue la dictadura y las consecuencias que tenemos en el presente”.
La mujer añadió que la mayor parte de los represores que operaron en la DINA eran Carabineros y hay una política que se repite y que tienen que ver con la Doctrina de Seguridad Nacional, con la formación de la ideología que entrega la Escuela de Las Américas, en la que Chile se sigue formando, y la lógica imperante del “Enemigo Interno”.
En ese sentido, la dirigente de la Casa de Memoria José Domingo Cañas criticó la puesta en marcha de la capacitación de Derechos Humanos que se está impartiendo al personal de Carabineros.
“Realmente es muy pobre, tenemos el programa, pero no tenemos el contenido. Nosotros lo solicitamos a Carabineros formalmente, pero lo que nos llegó fue sólo el programa y el programa es bastante escueto, son muy pocas horas de formación y lo que abarca es la Declaración Universal de los Derechos Humanos y eso es la base de todo lo que viene después, pero sí ellos no manejan los Tratados Internacionales, que Chile está suscrito y todo lo que tiene que ver con jurisprudencia internacional, la verdad es que no vamos a llegar a ninguna parte”.
Así los observadores están exigiendo que se den avances reales, es decir, que se ponga fin a la violencia, los abusos y tortura por parte de los agentes policiales del Estado contra los manifestantes, así como que se respeten los derechos fundamentales, lo que necesariamente dará pie al fin de esta peligrosa criminalización de la protesta.
