Organizaciones acuden a la justicia para evitar daño patrimonial en construcción de Línea 3 de Metro
Organizaciones de defensa del patrimonio, insistieron en solicitar a la justicia que se detenga el trabajo para la construcción de la línea 3 del tren subterráneo de Santiago. La razón es que acusan serios daños a zonas patrimoniales, en especial en el Barrio de avenida Matta y cuestionan la forma en que se aprobó el trazado del Metro.
Jueves 13 de diciembre 2012 10:16 hrs.
Vecinos y organizaciones no gubernamentales llegaron a la Corte de Apelaciones de Santiago para ratificar su firma en un recurso de protección que persigue evitar que la Línea 3 del Metro de Santiago se construya en lugares donde afectaría gravemente el entorno.
Así lo explicó el abogado Luis Mariano Rendón, quien indicó que la empresa realizó maniobras para pasar con una simple declaración de impacto ambiental, pervirtiendo el sistema de evaluación ambiental: “Metro separó lo que llaman piques y galerías, es decir, los hoyos para la construcción de las estaciones y respiraderos, de la construcción de los túneles, como si fueran cosas distintas, cuando es una misma obra. Es peor que en el caso de Castilla, porque al menos ahí hubo dos estudios de impacto ambiental, aunque separados. Aquí la construcción de una línea de Metro que afecta a varias comunas de la capital, que implica la remoción de miles de toneladas de tierra, pasa con una simple declaración de impacto ambiental y eso es simplemente pervertir todo el sistema de evaluación que existe en el país”, dijo.
Por su parte, Rosario Carvajal, presidenta de la Asociación Chilena de Barrios y Zonas Patrimoniales, describió los daños que causará el actual trazado de la línea: “Una de las zonas más afectadas es Matta Sur, donde se afectaría a un restaurant histórico que es el San Remo, y también un hogar de ancianos, en que ni siquiera fueron notificados. Por eso hemos interpuesto este recurso de protección en contra del Consejo de Monumentos Nacionales y en contra de la presidenta del Consejo de Evaluación Ambiental”, explicó.
Rosario Carvajal añadió que todo tipo de proyectos urbanos debería contar con la participación vinculante de los vecinos: “Lamentablemente, Metro nunca ha tenido sensibilidad ni conciencia de los valores patrimoniales que está interviniendo. Ya tenemos la experiencia del barrio Yungay, donde se demolieron manzanas completas y, peor aun, eso dio paso a la especulación inmobiliaria. Sabemos que donde va el proyecto de Metro, detrás van los intereses inmobiliarios, entonces nos parece que eso no debe suceder. Se deben generar espacios de participación vinculantes. No es posible que la gente que va a tener que salir de esos inmuebles no haya sido ni siquiera notificada. Hay una falta de respeto y una vulneración absoluta de los derechos de los vecinos y ciudadanos”, afirmó.
El recurso de protección fue acogido a trámite y el Consejo de Monumentos Nacionales tiene cinco días para informar sobre este caso al tribunal de alzada.
Vecinos y organizaciones no gubernamentales llegaron a la Corte de Apelaciones de Santiago para ratificar su firma en un recurso de protección que persigue evitar que la Línea 3 del Metro de Santiago se construya en lugares donde afectaría gravemente el entorno.
Así lo explicó el abogado Luis Mariano Rendón, quien indicó que la empresa realizó maniobras para pasar con una simple declaración de impacto ambiental, pervirtiendo el sistema de evaluación ambiental: “Metro separó lo que llaman piques y galerías, es decir, los hoyos para la construcción de las estaciones y respiraderos, de la construcción de los túneles, como si fueran cosas distintas, cuando es una misma obra. Es peor que en el caso de Castilla, porque al menos ahí hubo dos estudios de impacto ambiental, aunque separados. Aquí la construcción de una línea de Metro que afecta a varias comunas de la capital, que implica la remoción de miles de toneladas de tierra, pasa con una simple declaración de impacto ambiental y eso es simplemente pervertir todo el sistema de evaluación que existe en el país”, dijo.
Por su parte, Rosario Carvajal, presidenta de la Asociación Chilena de Barrios y Zonas Patrimoniales, describió los daños que causará el actual trazado de la línea: “Una de las zonas más afectadas es Matta Sur, donde se afectaría a un restaurant histórico que es el San Remo, y también un hogar de ancianos, en que ni siquiera fueron notificados. Por eso hemos interpuesto este recurso de protección en contra del Consejo de Monumentos Nacionales y en contra de la presidenta del Consejo de Evaluación Ambiental”, explicó.
Rosario Carvajal añadió que todo tipo de proyectos urbanos debería contar con la participación vinculante de los vecinos: “Lamentablemente, Metro nunca ha tenido sensibilidad ni conciencia de los valores patrimoniales que está interviniendo. Ya tenemos la experiencia del barrio Yungay, donde se demolieron manzanas completas y, peor aun, eso dio paso a la especulación inmobiliaria. Sabemos que donde va el proyecto de Metro, detrás van los intereses inmobiliarios, entonces nos parece que eso no debe suceder. Se deben generar espacios de participación vinculantes. No es posible que la gente que va a tener que salir de esos inmuebles no haya sido ni siquiera notificada. Hay una falta de respeto y una vulneración absoluta de los derechos de los vecinos y ciudadanos”, afirmó.
El recurso de protección fue acogido a trámite y el Consejo de Monumentos Nacionales tiene cinco días para informar sobre este caso al tribunal de alzada.
Vecinos y organizaciones no gubernamentales llegaron a la Corte de Apelaciones de Santiago para ratificar su firma en un recurso de protección que persigue evitar que la Línea 3 del Metro de Santiago se construya en lugares donde afectaría gravemente el entorno.
Así lo explicó el abogado Luis Mariano Rendón, quien indicó que la empresa realizó maniobras para pasar con una simple declaración de impacto ambiental, pervirtiendo el sistema de evaluación ambiental: “Metro separó lo que llaman piques y galerías, es decir, los hoyos para la construcción de las estaciones y respiraderos, de la construcción de los túneles, como si fueran cosas distintas, cuando es una misma obra. Es peor que en el caso de Castilla, porque al menos ahí hubo dos estudios de impacto ambiental, aunque separados. Aquí la construcción de una línea de Metro que afecta a varias comunas de la capital, que implica la remoción de miles de toneladas de tierra, pasa con una simple declaración de impacto ambiental y eso es simplemente pervertir todo el sistema de evaluación que existe en el país”, dijo.
Por su parte, Rosario Carvajal, presidenta de la Asociación Chilena de Barrios y Zonas Patrimoniales, describió los daños que causará el actual trazado de la línea: “Una de las zonas más afectadas es Matta Sur, donde se afectaría a un restaurant histórico que es el San Remo, y también un hogar de ancianos, en que ni siquiera fueron notificados. Por eso hemos interpuesto este recurso de protección en contra del Consejo de Monumentos Nacionales y en contra de la presidenta del Consejo de Evaluación Ambiental”, explicó.
Rosario Carvajal añadió que todo tipo de proyectos urbanos debería contar con la participación vinculante de los vecinos: “Lamentablemente, Metro nunca ha tenido sensibilidad ni conciencia de los valores patrimoniales que está interviniendo. Ya tenemos la experiencia del barrio Yungay, donde se demolieron manzanas completas y, peor aun, eso dio paso a la especulación inmobiliaria. Sabemos que donde va el proyecto de Metro, detrás van los intereses inmobiliarios, entonces nos parece que eso no debe suceder. Se deben generar espacios de participación vinculantes. No es posible que la gente que va a tener que salir de esos inmuebles no haya sido ni siquiera notificada. Hay una falta de respeto y una vulneración absoluta de los derechos de los vecinos y ciudadanos”, afirmó.
El recurso de protección fue acogido a trámite y el Consejo de Monumentos Nacionales tiene cinco días para informar sobre este caso al tribunal de alzada.
