Cuatro ex trabajadores de la planta de Agrosuper en Freirina cumplen diez días en huelga de hambre en la catedral de Vallenar y hace tres días dejaron de consumir líquidos en protesta por el cierre de la compañía, que los dejó si sus puestos de trabajo.
La planta faenadora de cerdos dejó de funcionar los primeros días de diciembre, cuando en respuesta a las protestas de los vecinos y las exigencias impuestas por las autoridades para darle permiso de operación, la empresa anunció el cierre definitivo y empezó a despedir a sus funcionarios.
Respecto del estado de salud de los huelguistas, Francisco García, enfermero del Hospital de Vallenar señaló que “Ellos sufren de dolores abdominales, calambres, hipoglicemia. Hay que ver cómo se da la condición de ellos. No es mucho lo que podemos hacer, porque la situación de ellos es completamente voluntaria y deben asumir las consecuencias”
En tanto, el dirigente de la Brigada SOS Huasco, Juan Carlos Labrín, enfatizó que “los problemas que sufren los trabajadores que perdieron su fuente laboral, es solucionable. El problema de los olores y el agua es un tema álgido. Los trabajadores de Freirina son cerca de 80 personas que serán reubicados en empleos del Valle del Huasco”.
Además, el líder de los habitantes de la zona acalaró que el problema nunca ha sido con los trabajadores, sino con quienes calificó de “delincuentes medioambientales”.
Cuatro ex trabajadores de la planta de Agrosuper en Freirina cumplen diez días en huelga de hambre en la catedral de Vallenar y hace tres días dejaron de consumir líquidos en protesta por el cierre de la compañía, que los dejó si sus puestos de trabajo.
La planta faenadora de cerdos dejó de funcionar los primeros días de diciembre, cuando en respuesta a las protestas de los vecinos y las exigencias impuestas por las autoridades para darle permiso de operación, la empresa anunció el cierre definitivo y empezó a despedir a sus funcionarios.
Respecto del estado de salud de los huelguistas, Francisco García, enfermero del Hospital de Vallenar señaló que “Ellos sufren de dolores abdominales, calambres, hipoglicemia. Hay que ver cómo se da la condición de ellos. No es mucho lo que podemos hacer, porque la situación de ellos es completamente voluntaria y deben asumir las consecuencias”
En tanto, el dirigente de la Brigada SOS Huasco, Juan Carlos Labrín, enfatizó que “los problemas que sufren los trabajadores que perdieron su fuente laboral, es solucionable. El problema de los olores y el agua es un tema álgido. Los trabajadores de Freirina son cerca de 80 personas que serán reubicados en empleos del Valle del Huasco”.
Además, el líder de los habitantes de la zona acalaró que el problema nunca ha sido con los trabajadores, sino con quienes calificó de “delincuentes medioambientales”.
Cuatro ex trabajadores de la planta de Agrosuper en Freirina cumplen diez días en huelga de hambre en la catedral de Vallenar y hace tres días dejaron de consumir líquidos en protesta por el cierre de la compañía, que los dejó si sus puestos de trabajo.
La planta faenadora de cerdos dejó de funcionar los primeros días de diciembre, cuando en respuesta a las protestas de los vecinos y las exigencias impuestas por las autoridades para darle permiso de operación, la empresa anunció el cierre definitivo y empezó a despedir a sus funcionarios.
Respecto del estado de salud de los huelguistas, Francisco García, enfermero del Hospital de Vallenar señaló que “Ellos sufren de dolores abdominales, calambres, hipoglicemia. Hay que ver cómo se da la condición de ellos. No es mucho lo que podemos hacer, porque la situación de ellos es completamente voluntaria y deben asumir las consecuencias”
En tanto, el dirigente de la Brigada SOS Huasco, Juan Carlos Labrín, enfatizó que “los problemas que sufren los trabajadores que perdieron su fuente laboral, es solucionable. El problema de los olores y el agua es un tema álgido. Los trabajadores de Freirina son cerca de 80 personas que serán reubicados en empleos del Valle del Huasco”.
Además, el líder de los habitantes de la zona acalaró que el problema nunca ha sido con los trabajadores, sino con quienes calificó de “delincuentes medioambientales”.
