Por tres votos contra dos, la comisión de Constitución del Senado votó a favor de ingresar a Sala la insistencia presentada en 2005, que establece una Reforma Constitucional al sistema binominal. En esta oportunidad, se podrá ver cuáles son los parlamentarios que están en efectiva postura por realizar cambios al sistema de asignación de cupos en el Parlamento.
Uno de los que votó en contra fue el UDI Hernán Larraín, quien presentó un proyecto con nuevos mecanismos de representación, e incluso aumentando la cantidad de escaños por distrito.
A su juicio, la reforma en discusión abusa de centralismo y no es representativa: “El contenido del proyecto no es adecuado, porque no solamente impactaría en el sistema binominal, cuestión que no necesariamente es favorable, porque puede introducir un germen de inestabilidad e ingobernabilidad no deseado, sino además porque buscaría un Senado centralista, algo que a todas luces no es lo que las regiones de Chile quieren”.
La votación del martes tiene especial relevancia, de momento en que varios senadores del oficialismo, como Lily Pérez, Francisco Chahuán y Alberto Espina, se han mostrado a favor. La insistencia fue presentada por el entonces presidente Ricardo Lagos, por lo que existe atención en la postura de los senadores de la Concertación.
Sin embargo, el independiente Carlos Bianchi restó importancia a estos proyectos, quien señaló que un año de elecciones es motivo para sumar ideas, pero no un compromiso: “Este es otro voladero más de luces, otra mentira más, otro engaño al país, otra vez la misma situación de un año eleccionario y surgen voces con deseo de cambiar el binominal, siendo este el instrumento que les ha permitido estar en los cargos que están. Pero pasados los meses, se vuelve a constatar que ese interés no era más que una señal política”.
Bianchi fue más allá y apuntó a las coaliciones presentes en el Congreso, quienes no tienen una real voluntad política de discutir cambios al binominal, y apuntó que “esto lo van a seguir entrampando Alianza y Concertación en las comisiones donde se tienen que discutir estas materias, esto es así. Hay parlamentarios que, habiendo salido terceros, están en el cargo y obviamente eso no les sirve modificar la ley, entonces no la van a cambiar. Esto va más allá de aspectos técnicos o proyectos, va por real voluntad de quienes estamos en los cargos, de avanzar en cambiar el binominal, y esa situación no es así”.
Encuestas recientes denotan una nueva postura de la ciudadanía, que se muestra a favor de cambiar el binominal. Manuel Aris, investigador de la Fundación Ciudadano Inteligente, señaló que la presión social es la herramienta que permite poner demandas en la agenda.
Aris apuntó que “la presión de la ciudadanía es seguir insistiendo a través de la presión social, ya que los canales institucionales no están respondiendo. Nosotros hemos observado estos últimos años un aumento en la presión que el mismo sistema político está haciendo para implementar estas reformas, esperamos que al menos se pueda discutir para que se dé una respuesta en base a argumentos y no a una negativa previa a cualquier tipo de debate”.
La Reforma Constitucional fue declarada inadmisible en el Parlamento, luego que la Cámara de Diputados votara en rechazo a la medida. Este martes, el sistema binominal se juega una nueva oportunidad de cambio en el hemiciclo del Senado.
Por tres votos contra dos, la comisión de Constitución del Senado votó a favor de ingresar a Sala la insistencia presentada en 2005, que establece una Reforma Constitucional al sistema binominal. En esta oportunidad, se podrá ver cuáles son los parlamentarios que están en efectiva postura por realizar cambios al sistema de asignación de cupos en el Parlamento.
Uno de los que votó en contra fue el UDI Hernán Larraín, quien presentó un proyecto con nuevos mecanismos de representación, e incluso aumentando la cantidad de escaños por distrito.
A su juicio, la reforma en discusión abusa de centralismo y no es representativa: “El contenido del proyecto no es adecuado, porque no solamente impactaría en el sistema binominal, cuestión que no necesariamente es favorable, porque puede introducir un germen de inestabilidad e ingobernabilidad no deseado, sino además porque buscaría un Senado centralista, algo que a todas luces no es lo que las regiones de Chile quieren”.
La votación del martes tiene especial relevancia, de momento en que varios senadores del oficialismo, como Lily Pérez, Francisco Chahuán y Alberto Espina, se han mostrado a favor. La insistencia fue presentada por el entonces presidente Ricardo Lagos, por lo que existe atención en la postura de los senadores de la Concertación.
Sin embargo, el independiente Carlos Bianchi restó importancia a estos proyectos, quien señaló que un año de elecciones es motivo para sumar ideas, pero no un compromiso: “Este es otro voladero más de luces, otra mentira más, otro engaño al país, otra vez la misma situación de un año eleccionario y surgen voces con deseo de cambiar el binominal, siendo este el instrumento que les ha permitido estar en los cargos que están. Pero pasados los meses, se vuelve a constatar que ese interés no era más que una señal política”.
Bianchi fue más allá y apuntó a las coaliciones presentes en el Congreso, quienes no tienen una real voluntad política de discutir cambios al binominal, y apuntó que “esto lo van a seguir entrampando Alianza y Concertación en las comisiones donde se tienen que discutir estas materias, esto es así. Hay parlamentarios que, habiendo salido terceros, están en el cargo y obviamente eso no les sirve modificar la ley, entonces no la van a cambiar. Esto va más allá de aspectos técnicos o proyectos, va por real voluntad de quienes estamos en los cargos, de avanzar en cambiar el binominal, y esa situación no es así”.
Encuestas recientes denotan una nueva postura de la ciudadanía, que se muestra a favor de cambiar el binominal. Manuel Aris, investigador de la Fundación Ciudadano Inteligente, señaló que la presión social es la herramienta que permite poner demandas en la agenda.
Aris apuntó que “la presión de la ciudadanía es seguir insistiendo a través de la presión social, ya que los canales institucionales no están respondiendo. Nosotros hemos observado estos últimos años un aumento en la presión que el mismo sistema político está haciendo para implementar estas reformas, esperamos que al menos se pueda discutir para que se dé una respuesta en base a argumentos y no a una negativa previa a cualquier tipo de debate”.
La Reforma Constitucional fue declarada inadmisible en el Parlamento, luego que la Cámara de Diputados votara en rechazo a la medida. Este martes, el sistema binominal se juega una nueva oportunidad de cambio en el hemiciclo del Senado.
Por tres votos contra dos, la comisión de Constitución del Senado votó a favor de ingresar a Sala la insistencia presentada en 2005, que establece una Reforma Constitucional al sistema binominal. En esta oportunidad, se podrá ver cuáles son los parlamentarios que están en efectiva postura por realizar cambios al sistema de asignación de cupos en el Parlamento.
Uno de los que votó en contra fue el UDI Hernán Larraín, quien presentó un proyecto con nuevos mecanismos de representación, e incluso aumentando la cantidad de escaños por distrito.
A su juicio, la reforma en discusión abusa de centralismo y no es representativa: “El contenido del proyecto no es adecuado, porque no solamente impactaría en el sistema binominal, cuestión que no necesariamente es favorable, porque puede introducir un germen de inestabilidad e ingobernabilidad no deseado, sino además porque buscaría un Senado centralista, algo que a todas luces no es lo que las regiones de Chile quieren”.
La votación del martes tiene especial relevancia, de momento en que varios senadores del oficialismo, como Lily Pérez, Francisco Chahuán y Alberto Espina, se han mostrado a favor. La insistencia fue presentada por el entonces presidente Ricardo Lagos, por lo que existe atención en la postura de los senadores de la Concertación.
Sin embargo, el independiente Carlos Bianchi restó importancia a estos proyectos, quien señaló que un año de elecciones es motivo para sumar ideas, pero no un compromiso: “Este es otro voladero más de luces, otra mentira más, otro engaño al país, otra vez la misma situación de un año eleccionario y surgen voces con deseo de cambiar el binominal, siendo este el instrumento que les ha permitido estar en los cargos que están. Pero pasados los meses, se vuelve a constatar que ese interés no era más que una señal política”.
Bianchi fue más allá y apuntó a las coaliciones presentes en el Congreso, quienes no tienen una real voluntad política de discutir cambios al binominal, y apuntó que “esto lo van a seguir entrampando Alianza y Concertación en las comisiones donde se tienen que discutir estas materias, esto es así. Hay parlamentarios que, habiendo salido terceros, están en el cargo y obviamente eso no les sirve modificar la ley, entonces no la van a cambiar. Esto va más allá de aspectos técnicos o proyectos, va por real voluntad de quienes estamos en los cargos, de avanzar en cambiar el binominal, y esa situación no es así”.
Encuestas recientes denotan una nueva postura de la ciudadanía, que se muestra a favor de cambiar el binominal. Manuel Aris, investigador de la Fundación Ciudadano Inteligente, señaló que la presión social es la herramienta que permite poner demandas en la agenda.
Aris apuntó que “la presión de la ciudadanía es seguir insistiendo a través de la presión social, ya que los canales institucionales no están respondiendo. Nosotros hemos observado estos últimos años un aumento en la presión que el mismo sistema político está haciendo para implementar estas reformas, esperamos que al menos se pueda discutir para que se dé una respuesta en base a argumentos y no a una negativa previa a cualquier tipo de debate”.
La Reforma Constitucional fue declarada inadmisible en el Parlamento, luego que la Cámara de Diputados votara en rechazo a la medida. Este martes, el sistema binominal se juega una nueva oportunidad de cambio en el hemiciclo del Senado.
