Experto en educación: “Para no cambiar los problemas de fondo se culpa a la PSU”

Rodrigo Cornejo, investigador del Observatorio Chileno de Políticas Educativas (Opech), indicó que el problema no pasa por la medición, sino que se relaciona con que el sistema actual es un verdadero “apartheid” en el que la profunda segregación se manifiesta desde la preescolaridad. El doctor en psicología afirmó que es necesario que el país piense en un “proyecto educativo” y que el Estado debe trabajar en función de eso.

Rodrigo Cornejo, investigador del Observatorio Chileno de Políticas Educativas (Opech), indicó que el problema no pasa por la medición, sino que se relaciona con que el sistema actual es un verdadero “apartheid” en el que la profunda segregación se manifiesta desde la preescolaridad. El doctor en psicología afirmó que es necesario que el país piense en un “proyecto educativo” y que el Estado debe trabajar en función de eso.

Este jueves el Ministerio de Educación dio a conocer un informe internacional realizado por la empresa Pearson que, entre sus principales conclusiones arrojó que la Prueba de Selección Universitaria (PSU) aumenta las brechas sociales en el ingreso y que no cumple con los estándares internacionales de medición.

En conversación con la tercera edición de Radio Análisis, el investigador del Observatorio Chileno de Políticas Educativas (Opech), Rodrigo Cornejo, indicó que le llama “profundamente la atención que se haya pagado una cifra cercana a un millón de dólares en una auditoría externa para que nos dijera lo mismo que ya sabíamos desde hace al menos diez años”.

El experto indicó que con la PSU se “traicionó” una vez más una promesa política en torno a la educación. “Cuando se reemplazó la Prueba de Aptitud Académica (PAA) se dijo que iba a disminuir las brechas sociales, cuando se comenzaron a privatizar los colegios se dijo que iba a subir la calidad, cuando eso mismo pasó con la educación superior se dijo que les iba a permitir a los más pobres a estudiar y suman y siguen promesas que no se cumplen”, afirmó.

En esa línea, el doctor en psicología precisó que “este es un sistema altamente segregado desde el inicio, incluso desde la preescolaridad. Tenemos un sistema de apartheid. Hay caminos recorridos distintos para los niños según su capacidad adquisitiva y eso es impresentable en cualquier país del mundo y más aún en uno que aspira al desarrollo”.

Por lo mismo, Cornejo indicó que “para no cambiar lo de fondo se le echa la culpa a la prueba”.

“Primero tenemos que aceptar que tenemos un sistema segregado que pasa por la destrucción de la educación pública. Si nosotros construimos una educación pública parvularia y básica fuerte, que tenga una inversión prioritaria de parte del Estado vamos a ver cómo se va a ver la cancha”.

Por lo mismo, lamentó el anuncio de cierre de colegios municipales porque, a su juicio, es una medida que va en la dirección contraria lo que necesita el país. “Lo más lamentable es que no son alcaldes que representan a una corriente ideológica muy extremista en términos mercantiles y las consecuencias que tiene eso para el tejido social son brutales”.

Cornejo se refirió también al proyecto de ley que prohibía los aportes fiscales a los establecimientos con fines de lucro, que finalmente quedó entrampado en el Congreso. “Fue un saludo a la bandera. No tenía un camino claro y quedó truncado. Por el contrario, el proyecto que se está discutiendo ahora es el de la subvención a las clases medias, que es una ridiculez por donde lo mires porque en el fondo se le dan más recursos a los colegios que tienen a los niños más ricos”.

Respecto de las eventuales soluciones a la segregación en educación, el experto afirmó que “lo que este país tiene que hacer es reconstruir un proyecto de educación y una vez que lo tenga claro el Estado se tiene que poner en función de ese proyecto. Por eso cuando el ministro se refiere a los estándares, lo que este país tiene que sentarse a discutir es qué tipo de educación quiere, que sistema nacional articulado va a construir para ser decente. Eso es lo que tenemos que pensar y en ese marco se piensa el sistema de acceso. No se trata de pagarle a otra consultora para que nos diga cuáles son los estándares. Chile tiene una tradición de buenos investigadores. Lo que hace el DEMRE técnicamente es bueno, lo que pasa es que es como un sofá roto. Hay que fijarse en las necesidades y en los niveles de segregación que tiene este país”.

Cornejo llamó a mirar ejemplos Latinoamericanos como el sistema propedéutico de la Universidad de Buenos Aires, el mecanismo de cuotas sociales de Brasil o el sistema boliviano que incluye la interculturalidad.

“Yo cambiaría la utilización de la palabra estándar por lo que es pertinente socialmente”, concluyó.

 





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