Las afirmaciones vertidas este viernes por la ministra de Comunicaciones de Bolivia, Amanda Dávila, quien acusó un “estancamiento” en las relaciones bilaterales luego de que tres soldados de ese país estuvieran presos en Chile, tuvieron rápida respuesta del gobierno de Sebastián Piñera, a través del canciller Alfredo Moreno.
Amanda Dávila señaló que “no existe posibilidad de acercamiento ni de diálogo por las tensiones que se han producido, no de ahora sino desde el momento en que el Presidente Piñera entra al Gobierno e interrumpe una relación de acercamiento que se estaba dando entre los dos países que se estaba dando con el gobierno de Michelle Bachelet”.
Moreno, por su parte, respondió señalando: “Hemos tenido soldados que ingresaron a nuestro país con arma de guerra, probablemente disparando. Esto no puede volver a suceder y la responsabilidad recae sobre las autoridades bolivianas que deben instruir a sus soldados, a sus policías, esa es la manera de evitar que esto vuelva a repetirse en el futuro”.
A este intercambio de declaraciones se suman las reacciones que en Chile el mundo político hizo públicas durante el fin de semana. Mientras que el senador de la UDI Juan Antonio Coloma dijo que “era Evo Morales el que tenía que pedir perdón” a Chile, el candidato presidencial del partido Progresista, Marco Enriquez-Ominami, señaló que el Gobierno de Piñera no debe seguir “metiendo las patas en materia diplomática”.
Enríquez-Ominami añadió además que “los nacionalismos de Chile y Bolivia no le hacen bien a ambos países y Bolivia es un pueblo hermano, por lo tanto, la tarea de los presidentes es ponderar las peleas, moderar el lenguaje, ser prudentes en las relaciones diplomáticas y no ser una especie de agitador político”.
Así las cosas, la analista internacional Paz Milet ve difícil que las relaciones entre ambas naciones se relajen. Sería necesario,dijo, que Chile diera señales en cuanto a reanudar un diálogo que debiera ser “sin exclusiones”.
Sin embargo, la especialista añadió que “se ve difícil ese escenario, porque Evo dice que ha estado en un diálogo en que siente que no ha tenido ningún resultado. Yo creo que Chile tiene que trabajar en dar señales de que se están dando todas las facilidades para el acceso al Pacífico y que también está abierto a un diálogo con Bolivia”.
La académica del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile señaló a nuestra emisora que las presiones internas en Bolivia han hecho que Evo Morales haga esfuerzos por multilateralizar el tema de la salida al mar y presionar por una respuesta antes del término del gobierno de Piñera.
Paz Milet agregó que en este sentido al presidente de Bolivia no se le ha hecho fácil, pues la política exterior de Chile ha estado inmersa en otros conflictos, como el diferendo con Perú en la Corte de La Haya. Pese a lo anterior, recalcó que la presión interna en Bolivia se mantendrá, por lo que auguró que “podemos esperar nuevas situaciones de tensión, sobre todo desde Bolivia”.
Es por esto que la académica de nuestra casa de estudios señaló que Chile tiene que trabajar en dar señales en el sentido de dar facilidades para el acceso al mar y retomar un diálogo que debiera ser “sin exclusiones”.