Senadores y diputados son los menos “creíbles” para los jóvenes chilenos
Los parlamentarios fueron los peores evaluados tanto en credibilidad como en confianza, según el Índice de Confianza Pública correspondiente a febrero de 2013. Si bien, en promedio los integrantes del Congreso obtuvieron los resultados más bajos, éstos son aún más desfavorables entre las personas de menores ingresos y de menos edad.
radio.uchile.cl
Martes 5 de marzo 2013 8:11 hrs.
Compartir en
Sólo un 6 por ciento de credibilidad alcanzan senadores y diputados entre la población de 18 a 32 años. Esa fue una de las principales conclusiones del Índice de Confianza Pública correspondiente a febrero de 2013, desarrollado por Asia Marketing.
La encuesta– que mide los niveles de credibilidad y confianza que se generan en este grupo tanto en política, economía, religión, educación, salud, seguridad y familia- ubicó a los parlamentarios en el fondo del conteo, siendo los peores evaluados en estos ámbitos.
Según arrojó el estudio, la credibilidad de los legisladores ha mantenido una tendencia a la baja, cayendo cuatro puntos porcentuales desde diciembre de 2012, cuando el indicador alcanzó un 10 por ciento. Si se mide en relación a enero, la caída es de 9 puntos porcentuales, ya que en ese periodo los integrantes del Parlamento lograron un 15 por ciento de credibilidad.
Este indicador también disminuye de acuerdo a la edad de los encuestados. De hecho, sólo un 5 por ciento de los jóvenes entre 18 y 26 años le cree a los congresistas, mientras que en el tramo entre los 27 y 34 años un 7 por ciento les concede este punto.
A nivel socioeconómico, no se presentan diferencias y tanto en el grupo de ingresos medios- altos como en el de medios-bajos, la credibilidad en los parlamentarios se mantiene en un 6 por ciento.
El cuestionario indica además que las mujeres creen más en el Parlamento (7 por ciento) que los hombres (5 por ciento).
En relación a la confianza, senadores y diputados logran un leve incremento y obtienen un 10 por ciento de respuestas favorables. Sin embargo, se mantienen al final del conteo debajo de los partidos políticos de oposición y de gobierno e incluso de los sacerdotes católicos.
La mayor brecha en este punto se da a nivel etario y socioeconómico, ya que la confianza en los parlamentarios de la población entre 27 y 34 años alcanza un 14 por ciento, mientras que en la de 18 a 26 sólo llega a un 7 por ciento. En cuanto a las personas de mayores recursos, la confianza alcanza un 16 por ciento, mientras que para las de menores ingresos ésta logra un 8 por ciento.
Tanto en credibilidad como confianza las instituciones mejores evaluadas son la familia, Carabineros, PDI, las clínicas de salud privada y el movimiento estudiantil.
El estudio se realizó con una muestra de 360 personas y tiene un 95 por ciento de confianza.
Sólo un 6 por ciento de credibilidad alcanzan senadores y diputados entre la población de 18 a 32 años. Esa fue una de las principales conclusiones del Índice de Confianza Pública correspondiente a febrero de 2013, desarrollado por Asia Marketing.
La encuesta– que mide los niveles de credibilidad y confianza que se generan en este grupo tanto en política, economía, religión, educación, salud, seguridad y familia- ubicó a los parlamentarios en el fondo del conteo, siendo los peores evaluados en estos ámbitos.
Según arrojó el estudio, la credibilidad de los legisladores ha mantenido una tendencia a la baja, cayendo cuatro puntos porcentuales desde diciembre de 2012, cuando el indicador alcanzó un 10 por ciento. Si se mide en relación a enero, la caída es de 9 puntos porcentuales, ya que en ese periodo los integrantes del Parlamento lograron un 15 por ciento de credibilidad.
Este indicador también disminuye de acuerdo a la edad de los encuestados. De hecho, sólo un 5 por ciento de los jóvenes entre 18 y 26 años le cree a los congresistas, mientras que en el tramo entre los 27 y 34 años un 7 por ciento les concede este punto.
A nivel socioeconómico, no se presentan diferencias y tanto en el grupo de ingresos medios- altos como en el de medios-bajos, la credibilidad en los parlamentarios se mantiene en un 6 por ciento.
El cuestionario indica además que las mujeres creen más en el Parlamento (7 por ciento) que los hombres (5 por ciento).
En relación a la confianza, senadores y diputados logran un leve incremento y obtienen un 10 por ciento de respuestas favorables. Sin embargo, se mantienen al final del conteo debajo de los partidos políticos de oposición y de gobierno e incluso de los sacerdotes católicos.
La mayor brecha en este punto se da a nivel etario y socioeconómico, ya que la confianza en los parlamentarios de la población entre 27 y 34 años alcanza un 14 por ciento, mientras que en la de 18 a 26 sólo llega a un 7 por ciento. En cuanto a las personas de mayores recursos, la confianza alcanza un 16 por ciento, mientras que para las de menores ingresos ésta logra un 8 por ciento.
Tanto en credibilidad como confianza las instituciones mejores evaluadas son la familia, Carabineros, PDI, las clínicas de salud privada y el movimiento estudiantil.
El estudio se realizó con una muestra de 360 personas y tiene un 95 por ciento de confianza.
Sólo un 6 por ciento de credibilidad alcanzan senadores y diputados entre la población de 18 a 32 años. Esa fue una de las principales conclusiones del Índice de Confianza Pública correspondiente a febrero de 2013, desarrollado por Asia Marketing.
La encuesta– que mide los niveles de credibilidad y confianza que se generan en este grupo tanto en política, economía, religión, educación, salud, seguridad y familia- ubicó a los parlamentarios en el fondo del conteo, siendo los peores evaluados en estos ámbitos.
Según arrojó el estudio, la credibilidad de los legisladores ha mantenido una tendencia a la baja, cayendo cuatro puntos porcentuales desde diciembre de 2012, cuando el indicador alcanzó un 10 por ciento. Si se mide en relación a enero, la caída es de 9 puntos porcentuales, ya que en ese periodo los integrantes del Parlamento lograron un 15 por ciento de credibilidad.
Este indicador también disminuye de acuerdo a la edad de los encuestados. De hecho, sólo un 5 por ciento de los jóvenes entre 18 y 26 años le cree a los congresistas, mientras que en el tramo entre los 27 y 34 años un 7 por ciento les concede este punto.
A nivel socioeconómico, no se presentan diferencias y tanto en el grupo de ingresos medios- altos como en el de medios-bajos, la credibilidad en los parlamentarios se mantiene en un 6 por ciento.
El cuestionario indica además que las mujeres creen más en el Parlamento (7 por ciento) que los hombres (5 por ciento).
En relación a la confianza, senadores y diputados logran un leve incremento y obtienen un 10 por ciento de respuestas favorables. Sin embargo, se mantienen al final del conteo debajo de los partidos políticos de oposición y de gobierno e incluso de los sacerdotes católicos.
La mayor brecha en este punto se da a nivel etario y socioeconómico, ya que la confianza en los parlamentarios de la población entre 27 y 34 años alcanza un 14 por ciento, mientras que en la de 18 a 26 sólo llega a un 7 por ciento. En cuanto a las personas de mayores recursos, la confianza alcanza un 16 por ciento, mientras que para las de menores ingresos ésta logra un 8 por ciento.
Tanto en credibilidad como confianza las instituciones mejores evaluadas son la familia, Carabineros, PDI, las clínicas de salud privada y el movimiento estudiantil.
El estudio se realizó con una muestra de 360 personas y tiene un 95 por ciento de confianza.
La encuesta– que mide los niveles de credibilidad y confianza que se generan en este grupo tanto en política, economía, religión, educación, salud, seguridad y familia- ubicó a los parlamentarios en el fondo del conteo, siendo los peores evaluados en estos ámbitos.
