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Suicidios en la banca italiana en medio de escándalos por fraude y corrupción

El ejecutivo fue portavoz de la fundación Monte dei Paschi di Siena, el mayor accionista del banco, entre 2001 y 2005 y continuó en el cargo cuando, el 2006, Giuseppe Mussari, presidente de la fundación, se convirtió en presidente del banco. Mussari y la anterior cúpula de la entidad está siendo indagada por engaño a los reguladores italianos y enfrenta acusaciones de manipulación de mercado y entrega de información falsa en torno al acuerdo mediante el cual el BMPS compró, en 2007, Antonveneta, al Santander de España. La operación se cerró en 9 mil millones de euros, no obstante que el hispano había comprado Antonveneta por 6 mil millones, sólo dos meses antes.

Roberto Meza

  Jueves 7 de marzo 2013 13:59 hrs. 
banco siena

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La policía italiana informó que el responsable de comunicaciones del tradicional banco italiano Monte dei Paschi di Siena (BMPS), David Rossi, de 51 años, saltó desde su oficina hacia un patio interior de la entidad, falleciendo en el acto. El BMPS, el banco más antiguo del mundo en operación -fundado en 1472- está siendo investigado por corrupción y fraude. Y aunque Rossi no estaba imputado, su domicilio había sido allanado en pesquisas por la ocultación hecha por el banco de millonarias pérdidas entre 2006 y 2009. En su despacho, Rossi dejó una nota en que podía leerse “he hecho una locura”, según los medios italianos.

El ejecutivo fue portavoz de la fundación Monte dei Paschi di Siena, el mayor accionista del banco, entre 2001 y 2005 y continuó en el cargo cuando, el 2006, Giuseppe Mussari, presidente de la fundación, se convirtió en presidente del banco. Mussari y la anterior cúpula de la entidad está siendo indagada por engaño a los reguladores italianos y enfrenta acusaciones de manipulación de mercado y entrega de información falsa en torno al acuerdo mediante el cual el BMPS compró, en 2007, Antonveneta, al Santander de España. La operación se cerró en 9 mil millones de euros, no obstante que el hispano había comprado Antonveneta por 6 mil millones, sólo dos meses antes.

Junto a esta operación, BMPS reconoció en febrero pasado pérdidas por 730 millones de euros a raíz de operaciones con productos derivados, entre 2006 y 2009, aunque en su momento no las informó a las autoridades normativas. La revelación estalló justo cuando el Gobierno italiano autorizaba ayudas multimillonarias para garantizar la viabilidad de la entidad. Las pérdidas de dicho periodo se añaden a las que el BMPS ya acumula, de cerca de 2 mil millones de euros.

El BMPS, que nació antes que Colón llegara a América, tiene 3 mil sucursales, 33 mil empleados y 4,5 millones de clientes. Pero también cayó en la borrachera de los derivados, que no solo involucra a sus directivos anteriores, sino también a Mario Draghi y al Deustche Bank, por ocultar información y por préstamos fraudulentos. En efecto, con el BMPS especulando en mercados de alto riesgo, el estallido de la crisis y la quiebra de Lehman Brothers, en septiembre de 2008, lo pillaron en mal pie, poniéndolo en serios aprietos. De allí que en diciembre de ese mismo año, sus ejecutivos se vieran obligados a pedir un crédito socorro al Deutsche Bank, por 1.500 millones de euros. La operación, realizada en secreto y denominada Proyecto Santorini, mitigó una merma de 400 millones de euros generada por la gestión de derivados.

Pero el tsunami de pérdidas acumuladas obligó al BMPS a pedir otro rescate el 2009, esta vez al gobierno italiano, por otros 1.900 millones de euros. Y en 2012, un tercero, por 500 millones, acumulando 3.900 millones de euros entre las operaciones con el Banco de Italia y el Deutsche Bank (DB). Para hacer frente a este agujero, los actuales directivos gestionan la emisión de los 3.900 millones de euros en “Bonos Monti”, con los que el Gobierno busca ayudar a la recapitalización de la centenaria organización financiera. Desde el inicio de la crisis el BMPS ha perdido 90% de su valor.

Pero la reciente develación del secreto préstamo socorro de 1.500 millones de euros pedidos al Deutsche Bank el 2008 (Proyecto Santorini) ha provocado un nuevo terremoto financiero, y además, político, pues quien estaba al mando del Banco de Italia y encabezaba las operaciones ante el DB era nada menos que el presidente del Central italiano, Mario Draghi, quien, a  mayor abundamiento, es hoy el actual presidente del Banco Central de Europa.

 

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