En conversación con el programa Semáforo de nuestra emisora, el ex presidente del PS se refirió al dilatado silencio de la ex Presidenta Michelle Bachelet que -según él – se extiende incluso hasta hoy, cuando ya oficializó su renuncia a ONU Mujeres.
El ex senador por la región de Atacama manifestó su preocupación ante el mutismo “casi absoluto” de la ex jefa de Estado y también de la coalición opositora, en especial, respecto del rumbo programático que seguirá un eventual segundo periodo de la ex mandataria. “Hace varios días Michelle Bachelet dejó de estar vinculada a un organismo internacional. En el momento en que llega al país, se convierte en una figura pública y debe dar a conocer sus opiniones sobre los temas que le preocupan a los chilenos”, comentó Núñez. En ese sentido, aseveró que este silencio podría interpretarse como una estrategia política para no abordar los temas contingentes del país.
El ex parlamentario agregó que “en general, el sistema político chileno está atravesando uno de los momento de mayor desprestigio y desconfianza de parte de la sociedad civil y, enfrentados a esa situación, los partidos tienen la obligación, incluyendo los de derecha, de abrirse a la sociedad. Esto va más allá de la militancia. La gente debe sentir que los programas que le proponen y que las soluciones que piensan implementar una vez que lleguen al gobierno, se relacionan con el país concreto y real, con los trabajadores, los estudiantes, las dueñas de casa, los campesinos, que tienen algún tipo de demanda”.
En entrevista con Patricio López, el ex líder del Partido Socialista dijo que todo el sistema político chileno, incluso los partidos de la Concertación en sus cuatro gobiernos, tienen pendiente generar perspectivas de mediano y largo plazo para concretar transformaciones sociales profundas. Esto, sin embargo, sin caer en medidas irresponsables o populismos, dijo.
Según Ricardo Núñez, las principales obligaciones de los partidos políticos y de los candidatos presidenciales son la confección de la plantilla parlamentaria, la definición de los mecanismos para realizar las primarias y la elaboración de un programa que dé cuenta de las necesidades reales del país.
A juicio del ex parlamentario, una de las principales dificultades para llevar adelante transformaciones de fondo es el sistema binominal. Sin embargo, reconoció que las demandas por cambios profundos en Salud, Educación y en el sistema previsional también deberían ser prioritarios.
En esa línea, el ex senador afirmó que hoy no hay ningún parlamentario que esté dispuesto a abrir el debate sobre una Asamblea Constituyente que defina los rumbos que quiere tomar Chile como sociedad. “No solamente los partidos no lo han hecho, sino que también el resto de las instituciones como las universidades”, comentó.
Ricardo Núñez enfatizó que dentro del trabajo que deben realizar los partidos políticos en este año electoral se incluye la discusión sobre cómo proponer un programa para los próximos cuatro años que, al mismo tiempo, abra perspectivas para llevar adelante transformaciones que impacten en un período histórico más largo.
Finalmente, el ex líder del PS afirmó que la tienda política tiene que recobrar su capacidad de proponer temas de futuro, de vanguardia, de conducción, para hablar más allá de su militancia y dirigirse a las nuevas generaciones de chilenos, que quieren cambios. “Los partidos, a pesar del desprestigio, son todavía un buen medio como para reponer el debate necesario para la transformación que Chile requiere”, concluyó.
En conversación con el programa Semáforo de nuestra emisora, el ex presidente del PS se refirió al dilatado silencio de la ex Presidenta Michelle Bachelet que -según él – se extiende incluso hasta hoy, cuando ya oficializó su renuncia a ONU Mujeres.
El ex senador por la región de Atacama manifestó su preocupación ante el mutismo “casi absoluto” de la ex jefa de Estado y también de la coalición opositora, en especial, respecto del rumbo programático que seguirá un eventual segundo periodo de la ex mandataria. “Hace varios días Michelle Bachelet dejó de estar vinculada a un organismo internacional. En el momento en que llega al país, se convierte en una figura pública y debe dar a conocer sus opiniones sobre los temas que le preocupan a los chilenos”, comentó Núñez. En ese sentido, aseveró que este silencio podría interpretarse como una estrategia política para no abordar los temas contingentes del país.
El ex parlamentario agregó que “en general, el sistema político chileno está atravesando uno de los momento de mayor desprestigio y desconfianza de parte de la sociedad civil y, enfrentados a esa situación, los partidos tienen la obligación, incluyendo los de derecha, de abrirse a la sociedad. Esto va más allá de la militancia. La gente debe sentir que los programas que le proponen y que las soluciones que piensan implementar una vez que lleguen al gobierno, se relacionan con el país concreto y real, con los trabajadores, los estudiantes, las dueñas de casa, los campesinos, que tienen algún tipo de demanda”.
En entrevista con Patricio López, el ex líder del Partido Socialista dijo que todo el sistema político chileno, incluso los partidos de la Concertación en sus cuatro gobiernos, tienen pendiente generar perspectivas de mediano y largo plazo para concretar transformaciones sociales profundas. Esto, sin embargo, sin caer en medidas irresponsables o populismos, dijo.
Según Ricardo Núñez, las principales obligaciones de los partidos políticos y de los candidatos presidenciales son la confección de la plantilla parlamentaria, la definición de los mecanismos para realizar las primarias y la elaboración de un programa que dé cuenta de las necesidades reales del país.
A juicio del ex parlamentario, una de las principales dificultades para llevar adelante transformaciones de fondo es el sistema binominal. Sin embargo, reconoció que las demandas por cambios profundos en Salud, Educación y en el sistema previsional también deberían ser prioritarios.
En esa línea, el ex senador afirmó que hoy no hay ningún parlamentario que esté dispuesto a abrir el debate sobre una Asamblea Constituyente que defina los rumbos que quiere tomar Chile como sociedad. “No solamente los partidos no lo han hecho, sino que también el resto de las instituciones como las universidades”, comentó.
Ricardo Núñez enfatizó que dentro del trabajo que deben realizar los partidos políticos en este año electoral se incluye la discusión sobre cómo proponer un programa para los próximos cuatro años que, al mismo tiempo, abra perspectivas para llevar adelante transformaciones que impacten en un período histórico más largo.
Finalmente, el ex líder del PS afirmó que la tienda política tiene que recobrar su capacidad de proponer temas de futuro, de vanguardia, de conducción, para hablar más allá de su militancia y dirigirse a las nuevas generaciones de chilenos, que quieren cambios. “Los partidos, a pesar del desprestigio, son todavía un buen medio como para reponer el debate necesario para la transformación que Chile requiere”, concluyó.
En conversación con el programa Semáforo de nuestra emisora, el ex presidente del PS se refirió al dilatado silencio de la ex Presidenta Michelle Bachelet que -según él – se extiende incluso hasta hoy, cuando ya oficializó su renuncia a ONU Mujeres.
El ex senador por la región de Atacama manifestó su preocupación ante el mutismo “casi absoluto” de la ex jefa de Estado y también de la coalición opositora, en especial, respecto del rumbo programático que seguirá un eventual segundo periodo de la ex mandataria. “Hace varios días Michelle Bachelet dejó de estar vinculada a un organismo internacional. En el momento en que llega al país, se convierte en una figura pública y debe dar a conocer sus opiniones sobre los temas que le preocupan a los chilenos”, comentó Núñez. En ese sentido, aseveró que este silencio podría interpretarse como una estrategia política para no abordar los temas contingentes del país.
El ex parlamentario agregó que “en general, el sistema político chileno está atravesando uno de los momento de mayor desprestigio y desconfianza de parte de la sociedad civil y, enfrentados a esa situación, los partidos tienen la obligación, incluyendo los de derecha, de abrirse a la sociedad. Esto va más allá de la militancia. La gente debe sentir que los programas que le proponen y que las soluciones que piensan implementar una vez que lleguen al gobierno, se relacionan con el país concreto y real, con los trabajadores, los estudiantes, las dueñas de casa, los campesinos, que tienen algún tipo de demanda”.
En entrevista con Patricio López, el ex líder del Partido Socialista dijo que todo el sistema político chileno, incluso los partidos de la Concertación en sus cuatro gobiernos, tienen pendiente generar perspectivas de mediano y largo plazo para concretar transformaciones sociales profundas. Esto, sin embargo, sin caer en medidas irresponsables o populismos, dijo.
Según Ricardo Núñez, las principales obligaciones de los partidos políticos y de los candidatos presidenciales son la confección de la plantilla parlamentaria, la definición de los mecanismos para realizar las primarias y la elaboración de un programa que dé cuenta de las necesidades reales del país.
A juicio del ex parlamentario, una de las principales dificultades para llevar adelante transformaciones de fondo es el sistema binominal. Sin embargo, reconoció que las demandas por cambios profundos en Salud, Educación y en el sistema previsional también deberían ser prioritarios.
En esa línea, el ex senador afirmó que hoy no hay ningún parlamentario que esté dispuesto a abrir el debate sobre una Asamblea Constituyente que defina los rumbos que quiere tomar Chile como sociedad. “No solamente los partidos no lo han hecho, sino que también el resto de las instituciones como las universidades”, comentó.
Ricardo Núñez enfatizó que dentro del trabajo que deben realizar los partidos políticos en este año electoral se incluye la discusión sobre cómo proponer un programa para los próximos cuatro años que, al mismo tiempo, abra perspectivas para llevar adelante transformaciones que impacten en un período histórico más largo.
Finalmente, el ex líder del PS afirmó que la tienda política tiene que recobrar su capacidad de proponer temas de futuro, de vanguardia, de conducción, para hablar más allá de su militancia y dirigirse a las nuevas generaciones de chilenos, que quieren cambios. “Los partidos, a pesar del desprestigio, son todavía un buen medio como para reponer el debate necesario para la transformación que Chile requiere”, concluyó.
