Independientes y posibles inhabilitados definen destino de acusación contra Beyer en el Senado

Tal y como aconteció con los diputados, el sufragio de cada uno de los senadores será fundamental para que la Cámara Alta ratifique o deseche la acusación constitucional contra el ministro de Educación, Harald Beyer, aprobada este jueves. Eso sí, a diferencia de la composición de la Cámara, en el Senado existe una mayoría clara de la oposición, por lo que el oficialismo ya inició una arremetida para inhabilitar a los parlamentarios del bloque opositor con participación en el sistema de educación superior privado.

Tal y como aconteció con los diputados, el sufragio de cada uno de los senadores será fundamental para que la Cámara Alta ratifique o deseche la acusación constitucional contra el ministro de Educación, Harald Beyer, aprobada este jueves. Eso sí, a diferencia de la composición de la Cámara, en el Senado existe una mayoría clara de la oposición, por lo que el oficialismo ya inició una arremetida para inhabilitar a los parlamentarios del bloque opositor con participación en el sistema de educación superior privado.

Sólo minutos antes de que se iniciara la sesión en la sala de la Cámara de Diputados, el independiente René Alinco, ratificó su voto a favor de la acusación constitucional en contra del ministro de Educación, Harald Beyer. Esta resolución terminó siendo determinante para el libelo acusatorio, aprobado por 58 votos a favor y 56 en contra.

De esta forma, la acusación pasa al Senado donde, a diferencia de la Corporación, existe una clara mayoría de parlamentarios de oposición: Cinco del Partido Socialista; nueve de la Democracia Cristiana; uno del Partido Radical y cuatro del PPD, al que se suma Alejandro Navarro, del Movimiento Amplio Social, MAS.

Esto totaliza 20 senadores opositores, versus los ocho de Renovación Nacional y misma cantidad de legisladores de la UDI. También están los independientes Carlos Cantero, ex RN, y Carlos Bianchi, quien se ha alineado más de una vez con la oposición al momento de validar su preferencia.

Dada esta composición, todos los esfuerzos del Gobierno y la Alianza estuvieron centrados en la Cámara de Diputados. Por lo mismo, una vez aprobada la acusación, desde el gremialismo, el jefe de la bancada, Gustavo Hasbún, y el presidente de la UDI, Patricio Melero, amenazaron con solicitar la inhabilidad de senadores de oposición.

“Vamos a emplazar a varios senadores, entre ellos Juan Antonio Gómez, por haber sido parte de la directiva de la Universidad del Mar. Le pediremos a Soledad Alvear que se inhabilite porque Gutemberg Martínez –su esposo – es dueño de la Universidad Miguel de Cervantes y también a Andrés Zaldívar. Aquí hay varios senadores que tienen conflictos de interés”, dijo Hasbún.

Por su parte, Melero cuestionó la “independencia” de quienes “han dirigido instituciones donde hubo lucro y que avalaron un sistema de educación que jamás fue fiscalizado”. El dirigente gremialista agregó que espera que no se repita “otra expresión de incoherencia e injusticia en el Senado”.

Estos llamados a inhabilidades efectuados por el oficialismo fueron desestimados por el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Andrés Fielbaum, quien recordó que la comisión evaluadora del libelo estuvo integrada por el UDI Cristián Letelier, ex autoridad de la Universidad Santo Tomás.

Harald Beyer, quien está suspendido de sus funciones hasta que se pronuncie la Cámara Alta, se limitó a pedir a los senadores que analicen la acusación desde su arista jurídica y no política.

“Espero que el Senado considere los casos y vea los antecedentes. Que actúe con alturas de miras. Eso es lo que uno espera para que no se incurra en la misma politiquería de la Cámara”, señaló el secretario de Estado.

Desde la Cámara, el diputado de la Izquierda Ciudadana, Sergio Aguiló, llamó a “ratificar la acusación constitucional”.

“Este paso que dimos y que es histórico, está en manos de 38 senadores. Les pedimos con humildad, que terminen de concluir este proceso votando a favor de la educación y reivindicando el fin al lucro y el derecho a la enseñanza como una garantía esencial”, manifestó Aguiló.

Este llamado no es antojadizo, ya que no son pocos los senadores de oposición que están analizando sus definiciones, determinando variables como la pertinencia del libelo versus lo “hipócrita” que tendría el texto, dada las omisiones en la materia durante 20 años de gobiernos de la Concertación.

Se estima que el Senado podría tomar razón de la acusación el próximo martes, desde allí tienen seis días hábiles para dirimir la destitución o permanencia del ministro Beyer en su cargo.

Sólo al momento de la votación se conocerá la definición de los congresistas, quienes no se pueden referir por ser ahora “jueces” del libelo acusatorio.





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