Puede que la retórica belicista de Corea del Norte sea sólo eso, palabras, gesticulación. Sin embargo los días pasan y la tensión con el vecino surcoreano y con Washington no decae, si no todo lo contrario. Este viernes, la agencia surcoreana Yonhap aseguró que Corea del Norte transportó un segundo misil de medio alcance a su costa oriental y lo dispuso sobre un lanzamisiles móvil.
“Se ha confirmado que Corea del Norte transportó por tren, al comienzo de la semana, dos misiles Musudan de medio alcance hacia la costa este y los instaló en vehículos equipados de un dispositivo de lanzamiento”, declaró un alto responsable gubernamental en Seúl, citado por la agencia surcoreana.
El misil Musudan posee teóricamente un alcance de 3.000 kilómetros, o sea la capacidad de llegar a Japón. De transportar una carga ligera, podría alcanzar la isla estadounidense de Guam en el Pacífico, señalada como un objetivo por los norcoreanos.
Por su parte, una responsable de la marina de guerra afirmó que dos destructores surcoreanos equipados con radares perfeccionados fueron desplegados, uno en la costa este y otro en la costa oeste. “Si el Norte lanza un misil, seguiremos su trayectoria”, aseveró el militar.
Pyongyang multiplica las amenazas apocalípticas desde hace unas semanas, furioso por las sanciones tomadas por la ONU tras el nuevo ensayo nuclear de febrero y las actuales maniobras militares de Estados Unidos y Corea del Sur.
Presión diplomática
En el campo diplomático, el Reino Unido anunció este viernes que Corea del Norte ya no garantizaría la seguridad de las embajadas en Pyongyang a partir del 10 de abril. Pocas horas antes, Moscú anunciaba que el régimen de Kim Jong-un propuso a Rusia que “considere” evacuar su embajada debido al agravamiento de la situación en la península coreana.
Entretanto, Berlín convocó el viernes por la mañana a su embajador en Corea del Norte para comunicarle “su inquietud” por la gravedad de la crisis. Un día antes, la Unión Europea pidió a Pyongyang este jueves que no “alimente las tensiones” y que se “comprometa” en favor de la paz y la seguridad renunciando a la reactivación de su reactor nuclear en la central de Yongbyon.
Se ignora si Corea del Norte dará el paso fatal de un ataque, en todo caso éste podría ocurrir el 15 de abril, aniversario del nacimiento del fundador del régimen comunista, Kim Il-Sung, que falleció en 1994.
Por lo pronto, Corea del Norte ya hizo saber que su ejército cuenta con la autorización final para lanzar un ataque contra Estados Unidos utilizando eventualmente armas nucleares.
Puede que la retórica belicista de Corea del Norte sea sólo eso, palabras, gesticulación. Sin embargo los días pasan y la tensión con el vecino surcoreano y con Washington no decae, si no todo lo contrario. Este viernes, la agencia surcoreana Yonhap aseguró que Corea del Norte transportó un segundo misil de medio alcance a su costa oriental y lo dispuso sobre un lanzamisiles móvil.
“Se ha confirmado que Corea del Norte transportó por tren, al comienzo de la semana, dos misiles Musudan de medio alcance hacia la costa este y los instaló en vehículos equipados de un dispositivo de lanzamiento”, declaró un alto responsable gubernamental en Seúl, citado por la agencia surcoreana.
El misil Musudan posee teóricamente un alcance de 3.000 kilómetros, o sea la capacidad de llegar a Japón. De transportar una carga ligera, podría alcanzar la isla estadounidense de Guam en el Pacífico, señalada como un objetivo por los norcoreanos.
Por su parte, una responsable de la marina de guerra afirmó que dos destructores surcoreanos equipados con radares perfeccionados fueron desplegados, uno en la costa este y otro en la costa oeste. “Si el Norte lanza un misil, seguiremos su trayectoria”, aseveró el militar.
Pyongyang multiplica las amenazas apocalípticas desde hace unas semanas, furioso por las sanciones tomadas por la ONU tras el nuevo ensayo nuclear de febrero y las actuales maniobras militares de Estados Unidos y Corea del Sur.
Presión diplomática
En el campo diplomático, el Reino Unido anunció este viernes que Corea del Norte ya no garantizaría la seguridad de las embajadas en Pyongyang a partir del 10 de abril. Pocas horas antes, Moscú anunciaba que el régimen de Kim Jong-un propuso a Rusia que “considere” evacuar su embajada debido al agravamiento de la situación en la península coreana.
Entretanto, Berlín convocó el viernes por la mañana a su embajador en Corea del Norte para comunicarle “su inquietud” por la gravedad de la crisis. Un día antes, la Unión Europea pidió a Pyongyang este jueves que no “alimente las tensiones” y que se “comprometa” en favor de la paz y la seguridad renunciando a la reactivación de su reactor nuclear en la central de Yongbyon.
Se ignora si Corea del Norte dará el paso fatal de un ataque, en todo caso éste podría ocurrir el 15 de abril, aniversario del nacimiento del fundador del régimen comunista, Kim Il-Sung, que falleció en 1994.
Por lo pronto, Corea del Norte ya hizo saber que su ejército cuenta con la autorización final para lanzar un ataque contra Estados Unidos utilizando eventualmente armas nucleares.
Puede que la retórica belicista de Corea del Norte sea sólo eso, palabras, gesticulación. Sin embargo los días pasan y la tensión con el vecino surcoreano y con Washington no decae, si no todo lo contrario. Este viernes, la agencia surcoreana Yonhap aseguró que Corea del Norte transportó un segundo misil de medio alcance a su costa oriental y lo dispuso sobre un lanzamisiles móvil.
“Se ha confirmado que Corea del Norte transportó por tren, al comienzo de la semana, dos misiles Musudan de medio alcance hacia la costa este y los instaló en vehículos equipados de un dispositivo de lanzamiento”, declaró un alto responsable gubernamental en Seúl, citado por la agencia surcoreana.
El misil Musudan posee teóricamente un alcance de 3.000 kilómetros, o sea la capacidad de llegar a Japón. De transportar una carga ligera, podría alcanzar la isla estadounidense de Guam en el Pacífico, señalada como un objetivo por los norcoreanos.
Por su parte, una responsable de la marina de guerra afirmó que dos destructores surcoreanos equipados con radares perfeccionados fueron desplegados, uno en la costa este y otro en la costa oeste. “Si el Norte lanza un misil, seguiremos su trayectoria”, aseveró el militar.
Pyongyang multiplica las amenazas apocalípticas desde hace unas semanas, furioso por las sanciones tomadas por la ONU tras el nuevo ensayo nuclear de febrero y las actuales maniobras militares de Estados Unidos y Corea del Sur.
Presión diplomática
En el campo diplomático, el Reino Unido anunció este viernes que Corea del Norte ya no garantizaría la seguridad de las embajadas en Pyongyang a partir del 10 de abril. Pocas horas antes, Moscú anunciaba que el régimen de Kim Jong-un propuso a Rusia que “considere” evacuar su embajada debido al agravamiento de la situación en la península coreana.
Entretanto, Berlín convocó el viernes por la mañana a su embajador en Corea del Norte para comunicarle “su inquietud” por la gravedad de la crisis. Un día antes, la Unión Europea pidió a Pyongyang este jueves que no “alimente las tensiones” y que se “comprometa” en favor de la paz y la seguridad renunciando a la reactivación de su reactor nuclear en la central de Yongbyon.
Se ignora si Corea del Norte dará el paso fatal de un ataque, en todo caso éste podría ocurrir el 15 de abril, aniversario del nacimiento del fundador del régimen comunista, Kim Il-Sung, que falleció en 1994.
Por lo pronto, Corea del Norte ya hizo saber que su ejército cuenta con la autorización final para lanzar un ataque contra Estados Unidos utilizando eventualmente armas nucleares.
