Un 77 por ciento de la población vulnerable de Santiago, considera que la corrupción en nuestro país es alta o muy alta, así se desprende del décimo estudio anual de “percepción de la población pobre de Santiago sobre probidad y corrupción en Chile al año 2012 y visión evolutiva desde el año 2003”, elaborado por la Universidad Católica Silva Henríquez.
Si bien, los índices negativos respecto de esta materia se han mantenido altos durante los diez años que comprende el estudio, desde el año 2010 a la fecha ha sostenido un alza progresiva de alrededor de 13 puntos.
A juicio del encargado de la investigación, el académico, Marcelo Yáñez, existe hoy una sociedad más empoderada y más exigente, que hace algunos años.
En este sentido, el investigador señaló que “la gente cada vez es más negativa en términos de la imagen que tiene en materia de corrupción y esto es una cosa que ya se está generalizando a todo nivel. De manera creciente se podría pensar que la gente toma conciencia de que situaciones que en otros tiempos ocurrieron y que no las relacionó a hechos de corrupción, hoy sí la está calificando como corrupción. También se podría pensar que la gente está siendo más exigente o más cuestionadora de toda la institucionalidad y hay bastante evidencia que es así”.
Dentro de los resultados del estudio, se desprende además una baja generalizada de todos los estamentos que componen al Estado, siendo los peor evaluados en cuanto a probidad.
Por ejemplo, cuando se solicitó a los encuestados evaluar de uno a siete a los distintos componentes de la sociedad, los partidos políticos obtuvieron un 2,7, mientras que el Estado obtuvo un 2,9 y los tribunales de justicia un 3,1.
Para Marcelo Yañez, existe una frustración por parte de la ciudadanía hacia el actual sistema: “De acuerdo a la percepción de la gente, en estos diez años, las personas claramente han visto frustradas sus expectativas con el sistema y con la institucionalidad, por lo tanto, el tipo de medida o expectativa que la gente tiene claramente apunta hacia un actuar más drástico de parte de la institucionalidad respecto de estos temas. El problema es que la gente, a su vez, perciba que eso no siga ocurriendo. Lo que está claro es que una mayoría de la gente sigue esperando que la solución provenga dentro de la institucionalidad que tenemos, y no que provenga de otras fórmulas que puedan ser mucho más complejas todavía en el sentido que puedan poner en riesgo la estabilidad del país”.
En otros resultados, Un 64,0% de los entrevistados considera que “No se castiga de manera ejemplar a los corruptos”, proporción que decrece 17,8 puntos porcentuales del año previo. Por el contrario, 23,6% cree que sí, nivel que crece 10,3 puntos en el mismo período.
Además, un 73,5% de los entrevistados está de acuerdo con que “La corrupción está en todos los niveles de la administración pública”, porcentaje que baja, eso sí, 13 puntos porcentuales desde 2011.
Un 77 por ciento de la población vulnerable de Santiago, considera que la corrupción en nuestro país es alta o muy alta, así se desprende del décimo estudio anual de “percepción de la población pobre de Santiago sobre probidad y corrupción en Chile al año 2012 y visión evolutiva desde el año 2003”, elaborado por la Universidad Católica Silva Henríquez.
Si bien, los índices negativos respecto de esta materia se han mantenido altos durante los diez años que comprende el estudio, desde el año 2010 a la fecha ha sostenido un alza progresiva de alrededor de 13 puntos.
A juicio del encargado de la investigación, el académico, Marcelo Yáñez, existe hoy una sociedad más empoderada y más exigente, que hace algunos años.
En este sentido, el investigador señaló que “la gente cada vez es más negativa en términos de la imagen que tiene en materia de corrupción y esto es una cosa que ya se está generalizando a todo nivel. De manera creciente se podría pensar que la gente toma conciencia de que situaciones que en otros tiempos ocurrieron y que no las relacionó a hechos de corrupción, hoy sí la está calificando como corrupción. También se podría pensar que la gente está siendo más exigente o más cuestionadora de toda la institucionalidad y hay bastante evidencia que es así”.
Dentro de los resultados del estudio, se desprende además una baja generalizada de todos los estamentos que componen al Estado, siendo los peor evaluados en cuanto a probidad.
Por ejemplo, cuando se solicitó a los encuestados evaluar de uno a siete a los distintos componentes de la sociedad, los partidos políticos obtuvieron un 2,7, mientras que el Estado obtuvo un 2,9 y los tribunales de justicia un 3,1.
Para Marcelo Yañez, existe una frustración por parte de la ciudadanía hacia el actual sistema: “De acuerdo a la percepción de la gente, en estos diez años, las personas claramente han visto frustradas sus expectativas con el sistema y con la institucionalidad, por lo tanto, el tipo de medida o expectativa que la gente tiene claramente apunta hacia un actuar más drástico de parte de la institucionalidad respecto de estos temas. El problema es que la gente, a su vez, perciba que eso no siga ocurriendo. Lo que está claro es que una mayoría de la gente sigue esperando que la solución provenga dentro de la institucionalidad que tenemos, y no que provenga de otras fórmulas que puedan ser mucho más complejas todavía en el sentido que puedan poner en riesgo la estabilidad del país”.
En otros resultados, Un 64,0% de los entrevistados considera que “No se castiga de manera ejemplar a los corruptos”, proporción que decrece 17,8 puntos porcentuales del año previo. Por el contrario, 23,6% cree que sí, nivel que crece 10,3 puntos en el mismo período.
Además, un 73,5% de los entrevistados está de acuerdo con que “La corrupción está en todos los niveles de la administración pública”, porcentaje que baja, eso sí, 13 puntos porcentuales desde 2011.
Un 77 por ciento de la población vulnerable de Santiago, considera que la corrupción en nuestro país es alta o muy alta, así se desprende del décimo estudio anual de “percepción de la población pobre de Santiago sobre probidad y corrupción en Chile al año 2012 y visión evolutiva desde el año 2003”, elaborado por la Universidad Católica Silva Henríquez.
Si bien, los índices negativos respecto de esta materia se han mantenido altos durante los diez años que comprende el estudio, desde el año 2010 a la fecha ha sostenido un alza progresiva de alrededor de 13 puntos.
A juicio del encargado de la investigación, el académico, Marcelo Yáñez, existe hoy una sociedad más empoderada y más exigente, que hace algunos años.
En este sentido, el investigador señaló que “la gente cada vez es más negativa en términos de la imagen que tiene en materia de corrupción y esto es una cosa que ya se está generalizando a todo nivel. De manera creciente se podría pensar que la gente toma conciencia de que situaciones que en otros tiempos ocurrieron y que no las relacionó a hechos de corrupción, hoy sí la está calificando como corrupción. También se podría pensar que la gente está siendo más exigente o más cuestionadora de toda la institucionalidad y hay bastante evidencia que es así”.
Dentro de los resultados del estudio, se desprende además una baja generalizada de todos los estamentos que componen al Estado, siendo los peor evaluados en cuanto a probidad.
Por ejemplo, cuando se solicitó a los encuestados evaluar de uno a siete a los distintos componentes de la sociedad, los partidos políticos obtuvieron un 2,7, mientras que el Estado obtuvo un 2,9 y los tribunales de justicia un 3,1.
Para Marcelo Yañez, existe una frustración por parte de la ciudadanía hacia el actual sistema: “De acuerdo a la percepción de la gente, en estos diez años, las personas claramente han visto frustradas sus expectativas con el sistema y con la institucionalidad, por lo tanto, el tipo de medida o expectativa que la gente tiene claramente apunta hacia un actuar más drástico de parte de la institucionalidad respecto de estos temas. El problema es que la gente, a su vez, perciba que eso no siga ocurriendo. Lo que está claro es que una mayoría de la gente sigue esperando que la solución provenga dentro de la institucionalidad que tenemos, y no que provenga de otras fórmulas que puedan ser mucho más complejas todavía en el sentido que puedan poner en riesgo la estabilidad del país”.
En otros resultados, Un 64,0% de los entrevistados considera que “No se castiga de manera ejemplar a los corruptos”, proporción que decrece 17,8 puntos porcentuales del año previo. Por el contrario, 23,6% cree que sí, nivel que crece 10,3 puntos en el mismo período.
Además, un 73,5% de los entrevistados está de acuerdo con que “La corrupción está en todos los niveles de la administración pública”, porcentaje que baja, eso sí, 13 puntos porcentuales desde 2011.
