Pérdida de beneficios del Mineduc por "requintilización" afecta a miles de universitarios

El subsecretario de Educación, Fernando Rojas, explicó que el ministerio tiene la obligación de fiscalizar que los beneficiados cumplan con los requisitos socioeconómicos, pero para los estudiantes esto refleja una lógica implícita de que para poder estudiar en la Universidad hay que tener dinero.

El subsecretario de Educación, Fernando Rojas, explicó que el ministerio tiene la obligación de fiscalizar que los beneficiados cumplan con los requisitos socioeconómicos, pero para los estudiantes esto refleja una lógica implícita de que para poder estudiar en la Universidad hay que tener dinero.

Según el Ministerio de Educación, son 2.700 los estudiantes universitarios que han perdido sus becas como resultado del proceso de reasignación de beneficios que se emprendió desde fines del año pasado, donde todos los estudiantes tuvieron que repostular a las becas que les fueron asignadas al ingresar a la Universidad.

El subsecretario de Educación, Fernando Rojas, aclaró que no se modificaron los requisitos para acceder a las ayudas estudiantiles, pero que la cartera tiene la obligación de verificar que quienes postulan a los beneficios cumplan con las condiciones necesarias. “Hemos identificado del orden de 2.500 jóvenes a nivel nacional que pierden o su beca o su crédito porque no cumplen con los requisitos socioeconómicos para recibirlo”, añadió.

Pero los estudiantes denuncian que desde 2007 las becas eran reasignadas automáticamente, considerando solo criterios académicos como el máximo de semestres para ser beneficiario o el porcentaje de aprobación de asignaturas cursadas. Sin embargo, en el Ministerio explican que el mantenimiento de la situación socioeconómica siempre fue una condición para las becas.

El presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, Diego Vela, apunta a que el accionar del Ministerio no toma en cuenta la realidad de los miles de estudiantes que perdieron sus beneficios debido al proceso de requintilización, muchos de los cuales no podrán continuar con sus estudios.

“Lo que es más grave aún es que esa lógica no se da solamente en el caso de las becas, sino que es la lógica de que la posibilidad de educarse depende de la cantidad de plata que uno tiene y es la razón por la cual justifican que no exista gratuidad en el sistema”, denuncia Vela.

Para el dirigente de la FEUC “esto refleja la necesidad que tenemos como país de avanzar a que la educación sea comprendida como un derecho y eso parte por asegurar la gratuidad del sistema en todos sus niveles, algo sobre lo que este gobierno y también los distintos candidatos han mirado hacia el lado y no han respondido realmente”.

En tanto, para el presidente de la FECH, Andrés Fielbaum, el problema también pasa por la arbitrariedad de la división por quintiles, que no refleja la vulnerabilidad de las familias chilenas.

Los primeros tres quintiles son los que pueden acceder a más becas del Ministerio. Para ello, la familia debe tener un ingreso per cápita igual o inferior a 181.703 pesos. El traspaso del tercer al cuarto quintil implica la pérdida de la posibilidad de obtener seis becas, mientras que quienes pasen del cuarto al quinto quintil pierden todos los beneficios.

En ese sentido, Fielbaum recuerda que el porcentaje de familias que puede pagar la educación superior de sus hijos en Chile “corresponde aproximadamente al 2 o 3% de las familias y por tanto al final del día es casi como que, por haber mejorado un poquito sus ingresos, terminan siendo más castigados que beneficiados”.

“Este tema en general se enmarca y refleja con mucha claridad por qué la educación debe ser concebida como un derecho y gratuita. Al final del día, depende de qué formulario ocupa el Gobierno si uno puede o no seguir estudiando”, critica Fielbaum.

A través de las Direcciones de Bienestar, las Federaciones de Estudiantes se están organizando para apelar la decisión del Ministerio. “Hasta el momento nosotros estamos haciendo un catastro de pérdida de beneficios específicamente por la requintilización. Hoy día la Dirección de Bienestar Estudiantil (DBE) va a apelar, porque son alrededor de 300 compañeros los que están afectados en la Universidad de Chile”, explica la delegada de bienestar FECH Nicole Cardoch.

Los estudiantes afectados pueden participar del catastro ingresando sus datos en el sitio web www.bienestarfech.wordpress.com. “Tenemos fe en que la dirección pueda cambiar y que esos 300 compañeros no pierdan el beneficio, que es lo más importante para la DBE hoy día”, expresa Cardoch.

Cabe señalar que la cifra de estudiantes que perdieron sus beneficios puede aumentar, debido a que todavía no se dan los resultados de todas las postulaciones, las que se conocerán recién el 5 de junio.

Por ello, los dirigentes estudiantiles suman esta causa a las múltiples demandas que se expresarán en la marcha del miércoles 8 de mayo. “Y también es una última oportunidad para el Presidente Piñera, en su discurso del 21 de mayo, de hacerse cargo de los procesos de fondo que están generando esta injusticia y no seguir siendo cómplice de esta lógica de negocio y empresariado que existe en la educación”, enfatiza Diego Vela.





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