Cerca de 200 estudiantes liderados por el presidente de la FECH, Andrés Fielbaum, llegaron hasta las dependencias de la Junaeb para manifestar su preocupación por las “irregularidades” en la entrega de becas.
Según indicó el dirigente, la pérdida de beneficios que afecta a cerca de 2.700 universitarios debido a la requintilización ejercida por el Mineduc ratifica la importancia de la demanda por una educación gratuita.
“La gratuidad es dignidad, es libertad, es no depender de la buena voluntad del gobierno de turno de entregar becas y condicionarlas a no movilizarse, a las notas, etc., sino a garantizarla en tanto derecho. Las becas y la gratuidad son dos formas distintas de concebir la educación”.
De acuerdo a lo que explicaron desde el Gobierno esta reasignación se explica porque los estudiantes no cumplen con los requisitos socioeconómicos para mantener los beneficios.
Y es que los primeros tres quintiles son los que pueden acceder a más becas del Ministerio. Para ello, la familia debe tener un ingreso per cápita igual o inferior a 181.703 pesos. El traspaso del tercer al cuarto quintil implica la pérdida de la posibilidad de obtener seis becas, mientras que quienes pasen del cuarto al quinto quintil pierden todos los beneficios.
En ese sentido, Fielbaum recuerda que el porcentaje de familias que puede pagar la educación superior de sus hijos en Chile “corresponde aproximadamente al 2 o 3% de las familias y por tanto al final del día es casi como que, por haber mejorado un poquito sus ingresos, terminan siendo más castigados que beneficiados”.