El 9 de mayo se celebra el Día de Europa, conmemorando la Declaración de Schuman de 1950, considerada el primer paso para la conformación de la Unión Europea. Por esta razón, embajadores de la zona en Chile anunciaron una serie de visitas a universidades y colegios.
Ante la oportunidad, la delegación de embajadores de Europa se refirió a la situación del “Viejo Continente”, describiendo una especie de punto de partida de la recuperación de la zona luego de la crisis, que argumentaron con sólidas cifras económicas.
La crisis económica no es tan sólo eso y ha llevado a la actual configuración (minoritaria, por ahora) de polos antieuropeos, nacionalistas y xenófobos, los que el embajador de Francia, Marc Giaconini, aseguró serán contrarrestados por la mayoría de los ciudadanos.
“Lo que me parece importante es el momento de verdad, cuando se pide a la gente Europa sí o no la mayoría absoluta dice sí, Europa. Entonces, hay críticas, siempre es difícil en un periodo de crisis aceptar recortes pero yo pienso que fundamentalmente los europeos cree que Europa es la solución, no el problema”, expresó Giaconini.
El nacionalismo es una preocupación mayúscula en el continente y la crisis económica, las medidas de amortiguación y las políticas de austeridad han alimentado preocupantes polos nacionalsocialistas en Grecia y ultraderechistas en Francia.
Sin duda que se arrastra una crisis institucional, lo que para el embajador de la UE, Dochao Moreno, implica que la que la democracia está “en tela de juicio, porque muchas veces las ciudadanías ven que las políticas de austeridad vienen ya sea por gobiernos socialdemócratas como gobiernos conservadores y al final hay una especie de descrédito de la política en general”.
“Creo que esa es una labor de los partidos políticos, de los gobiernos, de las autoridades públicas, de acercarse más al ciudadano, de escuchar las voces que se están viviendo en las calles de Atenas, de Madrid, de Barcelona o de Roma”, manifestó Moreno.
Las políticas de austeridad están en tela de juicio ante el malestar social, las salidas alternativas a la crisis (como Islandia) y las propuestas que hizo el presidente francés François Hollande relacionadas con mayor crecimiento económico.
En este caso, el ministro consejero de la embajada alemana, Daniel Kriener, reconoció la necesidad de impulsar la actividad en algunos países.
“Como país ahora no necesitamos crecer, pero sabemos que otros países sí lo necesitan y que es difícil encontrar un equilibrio entre un presupuesto equilibrado a largo plazo y fomentar el crecimiento al mismo tiempo”, dijo Kriener.
Ante todo esto, ha sido cuestionada la socialdemocracia y el Estado de Bienestar, considerando el alto gasto público que esto implica, pero el embajador de España, Íñigo de Palacio, asegura que todas las medidas apuntan a la defensa de este modelo.
“En Europa el Estado de Bienestar es un principio básico de la cohesión social. Y por más que la crisis afecte a nuestros Estados y a nuestros sistemas fiscales haremos todos los esfuerzos por defenderlo. Y de hecho, nuestras economías, lo único que pensamos es en el momento en que la economía se recupere para poder volver a ofrecer determinados servicios a las poblaciones”, manifestó.
Los embajadores enfatizaron que la UE es “un proyecto de paz” y aseguraron que la economía del bloque sigue siendo fuerte, recordando que, por ejemplo, las multinacionales españolas que invierten en Chile (como Endesa), significanun alivio para las arcas ibéricas.
Los diplomáticos creen que la crisis está pasando a ser un “declive relativo”, asegurando que “Más Europa” y el fortalecimiento de la Unión es la solución principal.