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Dificultades y desafíos de ser madre en Chile

Ser mamá es una de las experiencias más gratificantes que una mujer puede tener, pero en Chile esa decisión no está exenta de dificultades. Los altos costos de la salud, el acceso al trabajo y la compatibilidad con los tiempos de la familia evidencian la necesidad de avanzar en políticas públicas que permitan a las mujeres vivir su maternidad y no morir en el intento.

Oriana Miranda

  Domingo 12 de mayo 2013 9:04 hrs. 
Día de la Madre

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Hoy, Chile y otros países del mundo conmemoran el día de la madre, ocasión para celebrar a las mujeres que ejercen su derecho a la maternidad.

Pero más allá de los “te quiero”, las flores y los chocolates que enmarcarán esta jornada, en nuestro país existen numerosas dificultades para el ejercicio de ese derecho. Los altos costos de la salud y el parto, la discriminación de las isapres, la difícil inserción de la mujer en el mundo del trabajo y cómo compatibilizar el mismo con el hecho de ser madre son las principales trabas con las que se encuentran las mujeres que optan por la maternidad, las que según especialistas incidirían en las bajas tasas de natalidad en Chile.

Para la presidenta de la Corporación Humanas, Carolina Carrera, el principal desafío de las madres que trabajan es la compatibilidad entre aquella labor y las tareas domésticas. “En Chile no existe corresponsabilidad y por tanto las mujeres que trabajan cumplen una doble jornada, es decir, trabajan fuera del hogar remuneradamente pero eso no les quita el trabajo no remunerado que les toca hacer en forma paralela y que recae todo sobre ellas en sus hogares”.

“Además está el tema del cuidado infantil,  los horarios de los jardines infantiles y los colegios, y cómo ello repercute en la posibilidad de acceder al mercado laboral y poder dedicar el tiempo que se requiere al trabajo sin tener la preocupación continua de estar preocupada de su segundo trabajo, que es la casa”, precisa Carrera.

Efectivamente, el “Estudio sobre las principales preocupaciones y anhelos de las madres de hoy en Chile”, realizado por el Sernam en 2012, revela que en el 63,2% de los casos, el encargado de llevar y traer a los hijos del colegio o jardín infantil es la misma madre que trabaja, seguido por los hijos con un 17% y su pareja o marido con un 16.5%.

Cantidad v/s calidad

Según la Encuesta Nacional de Empleo, elaborada por el INE, la tasa de participación femenina en el mercado laboral es de un 47.6% durante el primer trimestre de 2013, mientras los hombres alcanzan un 72,1%. Pese a la diferencia de género, hace tres años la participación de las mujeres era de un 41,9%, lo que demuestra que están insertándose cada vez con más fuerza en el mundo laboral.

Sin embargo, lo cuestionable son las condiciones en las que lo están haciendo. La mayoría de las mujeres que trabajan lo hacen sujetas a la subcontratación, lo que les impide el goce de los derechos en los que ha avanzado la ley.

Uno de ellos es el pre y el post natal, el cual es considerado un avance significativo para el bienestar de la madre y el recién nacido. No obstante, con él “se reforzó la concepción de que la maternidad es tema de la mujer y punto, porque solo si la mujer y su pareja quieren se puede procesar el permiso para el padre y eso tiene consecuencias negativas. Del total de cientos de miles de permisos que se han otorgado, solo 130 o 140 son para hombres que lo han pedido. Es algo que es muy importante cuando se podría compartir, pero no se está compartiendo”, advierte Teresa Valdés, coordinadora del Observatorio Género y Equidad.

“En general comparándolo con los hombres, la inserción laboral femenina es más precaria, tanto en términos de que cerca del 27% de las mujeres ingresan ya sea por trabajo por cuenta propia, personal de servicio doméstico o familiar no remunerado, lo cual está relacionado con empleos con alta probabilidad de ser desprotegidos e inestables. Es decir, sumando a la carga de trabajo que ya tienen en el hogar, ingresando al mercado laboral lo hacen en trabajos más inestables”, evidencia Alexander Páez, investigador de la Fundación Sol.

Páez también hace hincapié en la desigualdad que persigue a las mujeres en el trabajo, donde siguen ganando mucho menos que los hombres por desempeñar la misma labor, incluso pese a que en promedio tienen mayores niveles de educación. “Hay una discriminación asociada al hecho de ser mujer. La condición de ser mujer implica de por sí ganar menos salarios y trabajar más que los hombres”, expresa.

Desigualdad de género

Pero esa distinción no se expresa solo en el ámbito laboral. Para los expertos, las desigualdades de Chile en general se evidencian con mayor intensidad en las mujeres que son madres. En ese sentido, Teresa Valdés apunta a la discriminación que sufren las mujeres en los planes de las isapres.

“Tener hijos no es un aporte a la sociedad sino que es un riesgo para el negocio de los señores de las isapres, debido a lo cual a las mujeres les cobran más por los planes porque se presume que tienen una probabilidad de estar embarazadas y eso tiene una serie de costos asociados para las aseguradoras. Entonces el producto les sale más caro, es un contrasentido, de verdad esto es absolutamente contra la maternidad”, manifiesta Valdés.

Y si hasta el momento la situación para las madres ya es difícil, hay quienes están en aun peor posición, ya que “no tienen igualdad de derechos”, explicita Carolina Carrera. “Estamos hablando de las mujeres lesbianas que son madres,  que son un tipo de familia. Ambas son madres y ambas este domingo van a celebrar su maternidad, pero ahí también tenemos un tremendo problema, que da cuenta de graves desigualdades y nos parece muy complejo hoy día”, señala.

Pese a que los especialistas reconocen que Chile ha avanzado en asegurar la salud materna, bajando drásticamente la mortalidad tanto de las madres como de los bebés recién nacidos, coinciden en la necesidad de impulsar políticas públicas que aseguren condiciones de seguridad e igualdad para todas las mujeres que decidan ser llamadas “mamá”.

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